CRISIS EDILICIA EN LAS ESCUELAS PUBLICAS DE LA CIUDAD

Por María Elena Naddeo, Legisladora del Frente Progresista Popular.

Lo ocurrido el martes en la Escuela Nº 17 del barrio de Villa Crespo no es un episodio aislado en las escuelas de la Ciudad de Bs As. Es, sin duda, expresión de la crisis por la que atraviesan los establecimientos educativos públicos de este distrito y la falta de prioridad que para el PRO tiene la educación como férrea política pública instalada en nuestro país desde principio de siglo.

La denuncia por problemas de infraestructura sin resolver, por falta de mantenimiento y por obras inconclusas es una constante. La muerte de un obrero ocurrida en el patio de una escuela es un hecho trágico que pone de manifiesto, una vez más, lo que ocurre cuando se demoran las respuestas de quienes tienen la función y la obligación de atender los reclamos de los establecimientos educativos.

Son constantes también las denuncias sobre la mala calidad de las tareas de mantenimiento y refacciones y, en algunos casos, la baja calidad de los materiales que se utilizan generando nuevos problemas.

Recordemos la demora exagerada para terminar las obras en el Normal 7, la puerta que cayó sobre una alumna del mismo establecimiento produciéndole lesiones, escuelas donde no terminan nunca de arreglar techos con filtraciones que inundan sus dependencias, desagues mal construidos que no permiten el drenaje del agua de lluvia, artefactos de luz que se caen por no estar correctamente instalados, etc. etc.

Y además en vez de hacer las refacciones durante el receso escolar, en muchos casos comienzan a hacerlas una vez que la escuela está en funcionamiento con las complicaciones del caso. Esta es la situación de la Escuela Nº 17 de Villa Crespo donde los alumnos/as que estaban haciendo su clase de Educación Física tuvieron que ser testigos de la caída y muerte de un obrero.

Y parece que las autoridades del Ministerio de Educación no aprenden, van a las escuelas pero no resuelven los problemas, tienen el interés en otro lado mientras la comunidad educativa sigue contando víctimas y tratando de sostener la tarea de educar por encima de los riesgos y la desconfianza que a veces implica.