Digámosle NO a la rutina.

Beneficios de aprender algo nuevo.
v Psicólogo Santiago Gómez

Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva

La rutina va generando en muchas personas conductas rígidas y esto hace que les impida aprender actividades y hábitos nuevos, limitándolos a la hora de crecer como individuos en las diferentes áreas: intelectual; social; espiritual y otras.

El aprendizaje es un proceso de construcción en el cual el sujeto ocupa un rol activo en la interacción con el medio. Por lo tanto, va a depender del interés, del deseo y de la decisión de cada uno para la elección de nuevas actividades y desafíos como aprender un idioma nuevo; arte; música; habilidades manuales; deportes nuevos; etc. Para poder realizar cualquier aprendizaje nuevo, la persona tiene que salir de su estado de comodidad que le da cierta seguridad, pero que no le permite crecer como ser humano.

¿Qué se requiere para poder realizar nuevos aprendizajes?

Para que la persona pueda hacer nuevos aprendizajes, son necesarios algunos factores a tener en cuenta:

-Apertura a nuevos conocimientos y actividades;

-tener una estructura de pensamiento flexible, es decir, no ver las cosas en blanco o negro sino que existe una gama de posibilidades, que son los grises, en la visión e interpretación de los hechos, para poder realizar cambios en el comportamiento;

– pensamientos y conductas proactivas.

Los estudios muestran que los sujetos que están abiertos y predispuestos a realizar aprendizajes nuevos reciben un sinfín de beneficios.

Algunos de ellos son:

-Aumenta la creatividad;

– mejora en el sujeto la resiliencia, que es la capacidad para enfrentar los diferentes obstáculos de la vida, sin enfermarse;

– potencia las habilidades sociales;

-aumenta la autoestima;

-el individuo desarrolla su capacidad para la resolución de problemas;

– se estimula el pensamiento positivo, es decir, a pensar en términos de soluciones frente a los diferentes obstáculos que se le van presentando;

– se desarrollan las emociones de bienestar;

-actitud optimista frente a la vida en general;

¿Cómo se puede comenzar?

La forma de empezar a realizar cambios, se puede lograr de forma gradual, es decir en los hábitos y conductas de la vida cotidiana que resultan más fáciles. Algunos ejemplos pueden ser:

-no ir al trabajo siempre por el mismo lugar;

-cuando uno va al café no sentarse siempre en el mismo lugar;

-tener en cuenta que comenzar una nueva actividad siempre cuesta, pero una vez que hacemos el esfuerzo y logramos concretar, no resulta tan dificultoso como imaginábamos.

Para mayor información:

Psicólogo Santiago Gómez

Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva

(Matrícula: 15.159)

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