Cuchilladas: Atacaron el Templo Mikdash, agredieron a los que salían de la ceremonia el viernes pasado

AMIA repudia el ataque contra el Templo Mikdash Yosef y exige su inmediato esclarecimiento AMIA manifiesta su condena y preocupación ante la agresión sufrida por la comunidad del Templo Mikdash Yosef, ubicado en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, el pasado viernes 5 de abril por la noche.

El rabino Uriel Husni , hombre de la Yeshivá del rabino Samuel Levin a cargo del templo Mikdash Yosef, aseguró que «todo sería más sencillo si el Gobierno o el Ministerio de Seguridad nos asignaría un custodio los días de Shabat. » y agregó que , «son muchas las familias con sus hijos los que participan semanalmente en nuestra sinagoga y es una enorme preocupación la seguridad», finalmente y consultado si lo ocurrido se trata de un hecho antisemita, Husni no dudó en su respuesta , «si alguien entra a una sinagoga en forma violenta es un acto antisemita».

Según la información aportada por testigos que estaban en el lugar, dos personas, cuyas identidades por el momento no han trascendido, agredieron a los miembros de la comunidad que salían de la ceremonia por el inicio del Shabat.

Uno de ellos logró ingresar a la sinagoga y cuando se le indicó que debía retirarse comenzó a gritar consignas antisemitas y quien lo esperaba afuera utilizó elementos cortantes y provocó algunas heridas leves. AMIA expresa su total solidaridad con las personas y la institución que sufrieron este ataque y exige a las autoridades policiales y a los máximos representantes del Estado que dispongan de todas las medidas necesarias para el total e inmediato esclarecimiento de lo sucedido y para acercar tranquilidad a toda la ciudadanía.

La prevención y la seguridad constituyen pilares fundamentales a no descuidar ni desatender en ningún momento y bajo ninguna circunstancia. Ninguna situación de odio, discriminación y violencia puede ser tolerada en el marco de una sociedad democrática. AMIA brega por seguir aunando esfuerzos para lograr una convivencia basada en la paz, la concordia, el respeto a las minorías y las garantías más absolutas para el ejercicio de la libertad religiosa.

El rabino Uriel Husni, quien intercedió para detener a los atacantes, terminó con cortes en uno de sus brazos por lo que lo tuvieron que saturar. «Nunca pensé que podía pasar algo así, tuve terror, por suerte junto a la seguridad del templo pudimos frenar a estas personas».

El ataque se organizó contra los fieles que abandonaban la sinagoga Mikdash Yosef en el barrio de Palermo de la ciudad, mientras las personas se retiraban después del final del servicio de Shabat, del viernes por la noche.

Uno de los asaltantes también lanzó piedras a los feligreses y un guardia de seguridad y, según informes, gritó epítetos antisemitas durante su ataque.

Fue detenido por un guardia de seguridad que lo roció con gas pimienta y fue arrestado por la policía.

De acuerdo a la información, uno de los asaltantes gritó: “Los judíos, tienen que morir, tienen que ser asesinados”.

El líder de la comunidad, el rabino Uriel Husni, sufrió cortes en los brazos durante el ataque quien, según informes, requería puntos de sutura.

“Nunca pensé que algo así podría pasar. Tuve terror. Junto con la seguridad, pudimos detenerlo”, dijo Husni al sitio web de noticias Vis a Vis, y agregó que la sinagoga ahora solicitará protección policial en la entrada de la sinagoga.

A las 19.55 hs la DAIA en un comunicado firmado por Jorge Knoblovits Presidente Sr. Alejandro Zuchowicki que expresó: » nos solidarizamos con el rabino y los feligreses de la sinagoga Mikdash Yosef del barrio de Palermo, tras el acto vandálico con contenido antisemita perpetrado por dos personas embriagadas y en situación de calle».

Las diversas versiones coinciden en el ingreso agresivo de una pareja de indigentes ebrios que habrían reclamado alimentos de mala manera, que habría incluido insultos y agresiones y habría terminado con al menos uno de ellos rociado con gas pimienta por un vecino y la intervención de la Policía, en respuesta a una denuncia, que había demorado a la pareja y luego fue liberada porque los damnificados habían decidido no presentar cargos.