De los 150 mil recuperadores urbanos en el país, la mitad son mujeres
Unas 150 mil personas, organizadas o no, se dedican a la actividad de recuperadores urbanos en Argentina, de los cuales «la mitad son mujeres», informaron desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR), que nuclea a quienes trabajan en cooperativas u otras formas asociativas.
De ese total, unas 20 mil están organizadas a nivel nacional, donde también la mitad son mujeres, añadieron desde la Federación.
En Argentina se generan más de 45 mil toneladas por día de residuos.
De estos, 40% corresponde a la provincia de Buenos Aires (18 mil toneladas/día), seguido por Ciudad de Buenos Aires (7 mil tn/día) y Córdoba (4,5 tn/día), según la Guía para la implementación de la Gestión Integral e Inclusiva de Residuos del programa Argentina Recicla, difundida este año por la Dirección Nacional de Economía Popular, a cargo de la primera funcionaria «cartonera», María Castillo, que está bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social.
Las y los recuperadores trabajan en «condiciones precarias; sufriendo fluctuaciones de los precios y de los volúmenes de los materiales recolectados (…) y una amplia heterogeneidad en las condiciones de trabajo; infraestructura; y maquinaria», detallaron en el informe.
A pesar de las condiciones en las que trabajan, los y las cartoneras «recuperan más de 10 mil toneladas por día produciendo grandes beneficios sociales y ambientales para la ciudadanía», concluyeron.
«Recuperadores urbanos» se refiere a individuos u organizaciones que recolectan y reciclan materiales de desecho de áreas urbanas. También se les conoce como «recicladores urbanos» o «recicladores».
Los recuperadores urbanos juegan un papel importante en la gestión sostenible de residuos al recolectar y clasificar materiales reciclables como papel, cartón, plástico, metal y vidrio. A menudo operan en entornos informales o semiformales y pueden trabajar de forma independiente o como parte de una cooperativa.
Los recuperadores urbanos enfrentan una serie de desafíos, que incluyen malas condiciones de trabajo, falta de reconocimiento y acceso limitado a recursos e infraestructura. Sin embargo, su trabajo es fundamental para reducir los residuos y promover una economía circular.
Se están realizando esfuerzos en muchos países para apoyar e integrar a los recuperadores urbanos en los sistemas formales de gestión de residuos y para mejorar sus condiciones de trabajo y sustento.