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El 64% de las familias está disconforme con las viandas escolares que da el Gobierno porteño

El 64% de las familias de las alumnas y los alumnos que acceden a una vianda escolar en escuelas porteñas manifestó su disconformidad con la calidad de los alimentos, en tanto que más de la mitad admitió que no recomendaría la comida que reciben los estudiantes.

Los datos se desprenden de un informe sobre Becas Alimentarias en la Ciudad, elaborado por la Universidad Popular Barrios de Pie, junto a promotoras y promotores de educación, durante abril y mayo, a través de una encuesta a 247 familias de estudiantes que asisten a 65 establecimientos de distintos niveles en las Comunas 1, 4, 7, 8, 9 y 15.

El relevamiento será difundido mañana por la diputada del Frente de Todos Laura Velasco, desde las 17 en el salón Alfonsín de la Legislatura porteña, en Perú 160.

Según adelantaron, el muestreo indicó que una de cada dos familias recibe beca alimentaria, de las cuales el 15% está en nivel inicial, el 70% en nivel primario y el 15%, en secundario.

Respecto a las viandas, el 64% de las familias dijo estar disconforme, mientras el 77% señaló que la calidad podría mejorar; al tiempo que más de la mitad de las consultadas contestó que no recomendaría la alimentación que entrega el Gobierno porteño, a través del Ministerio de Educación, en las escuelas públicas.

«En la Ciudad de Buenos Aires necesitamos fortalecer las políticas alimentarias, pero lamentablemente, con un presupuesto de 2 billones de pesos para este año, el Gobierno porteño decidió ir en sentido contrario», aseguró Velasco, quien preside la Comisión de Promoción Social e integra la de Educación.

En ese sentido, agregó que «las empresas concesionarias siguen prestando el servicio y renovando sus contratos con el Gobierno porteño a pesar de haber sido denunciadas por la pésima calidad de las viandas escolares que han llegado, incluso, en mal estado a las escuelas».

«La beca alimentaria es un derecho que viene a garantizar una buena alimentación, indispensable para poder aprender. Y en un contexto de crisis y de índices de malnutrición graves en nuestras niñeces y adolescencias más vulnerables, tal como tenemos en la Ciudad, se vuelve fundamental», remarcó.

Las viandas escolares funcionan bajo el sistema de concesiones con empresas privadas que brindar el servicio y se distribuyen en los establecimientos educativos de gestión estatal de distintos niveles educativos y para acceder al programa de becas, las familias y los estudiantes deben solicitar el beneficio a través de un formulario escrito o digital, de acuerdo el caso.

En la Ciudad de Buenos Aires, sólo cuatro de las 1783 escuelas de gestión pública autogestionan el servicio de comedor.

En 2022, la Auditoría General de la Ciudad difundió también un informe que observó «la falta de control en el servicio alimentario de los comedores en las escuelas», así como «irregularidades en las modalidades de contratación de las empresas, insuficiencia en los mecanismos de aplicación de penalidades y sanciones para los proveedores del servicio».

«El Gobierno porteño no lleva un control propio sino que, recién en el caso de intoxicaciones, o algún problema con el contenido de las viandas, le pide a las propias empresas la muestra de la vianda», consignó.