El AR-15 es la versión civil del fusil militar M16. Se desconoce si las armas tuvieran algo que ver en la matanza de Newtown, pero parece que los videojuegos sí.

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Eric Harris y Dylan Klebold, armados con un fusil de asalto, antes de hacer un desastre.
Sería la conclusión tras ver las prisas que se ha dado el Senado norteamericano con una iniciativa dirigida a examinar la influencia de los juegos violentos, antes que cualquier movimiento por controlar la venta de armas.

El miércoles el senador demócrata Jay Rockefeller pidió a la Academia Nacional de las Ciencias un examen sobre videojuegos violentos y programas que podrían fomentar la agresividad de los menores. También pide a la Comisión Federal de Comercio (FTC) y a la FCC estudios en el mismo sentido. La iniciativa ha sido aplaudida por la organización Common Sense Media (CSM), dedicada a mejorar la educación infantil.

“Recientes decisiones judiciales demuestran que alguna gente aún no lo ha entendido», ha dicho el senador. «Ellos creen que los videojuegos violentos no son más peligrosos para la mente de los niños que la literatura clásica. Padres, pediatras y psicólogos lo tienen más claro».

Entre los cinco videojuegos más vendidos en Amazon, cuatro son violentos, entre ellos Halo 4, Assasin’s Creed y Call of Duty.

«Sabemos que los juegos ultraviolentos y otras formas de violencia de los medios contribuyen en gran parte a la cultura de violencia en la sociedad norteamericana», ha declarado James Seyer, portavoz de CSM, que respaldó en California una iniciativa para limitar juegos de este tipo, pero que después fue eliminada por sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos con el argumento de la primera enmienda de la Constitución sobre protección a la libertad de expresión.

La Asociación del Videojuego, la Entertainment Software Association, tras dar el pésame a las víctimas de Newtown, ha recordado que todos los estudios realizados sobre el juego electrónico han demostrado que no tiene relación con la violencia real.

Según el diario británico The Sun, el autor de la matanza de Newtown, Adam Lanza, se pasaba cuatro horas diarias jugando a Call of Duty y leyendo temas de armamento.

La iniciativa del senador demócrata coincidió con el anuncio del Gobierno federal, en la misma comisión, de actualizar y aumentar la protección a la privacidad de los niños en Internet. Se restringirá la recogida de datos, como la ubicación física del niño, a menos que se dé el consentimiento de los padres.

La restricción llega dos días después de que Instagram cambiara sus Términos de Uso con el fin de poder comercializar todos los contenidos de los usuarios, aunque un día después anunciara que iba a dar marcha atrás pues todo había sido un malentendido de lenguaje jurídico.

Las acciones de la Comisión Federal de Comercio marcan una actualización de las normas que se basan en la Ley de 1998 Protección de la Privacidad de Niños Online (COPPA, en inglés). Esta se desarrolló cuando la conexión a Internet se realizaba mediante ordenadores y no como en la actualidad que principalmente, en los jóvenes, se hace desde sus smartphones.

Bajo el dominio actualizado, las direcciones IP, que son únicas para cada equipo, se añadirán a la lista de información personal que no se pueden recoger de los niños sin consentimiento de los padres, en el caso de que esos datos sean utilizados para la publicidad o de seguimiento. Además de la ubicación, las fotos, los vídeos y los archivos de audio también quedarán protegidos por la norma, aunque solo los de menores de 13 años, los niños, pues a partir de esa edad ya se les considera teens, jóvenes o adolescentes.

La novedad ha soliviantado a los anunciantes, que argumentan que un mismo equipo puede ser usado por varias personas, pero el argumento cayó ante el de más peso de proteger al más débil de ese grupo de usuarios.

A partir de la entrada en vigor, plug-ins, cookies y otras terceras partes conectadas a los sitios web y aplicaciones no podrán recoger información de niños sin el consentimiento de los padres. La cuestión de siempre en Interne: ¿Cómo se autentifica que los padres han dado permiso?

El AR-15 también adquirió notoriedad en América Latina debido a su uso frecuente por parte de grupos criminales en países como México y Colombia.
Una queja que se escucha frecuentemente de países latinoamericanos hacia Washington es el papel que cumple el mercado estadounidense en armar a las mafias de estos países.
En Colombia, por ejemplo, una de las bandas criminales más conocidas en la década de 1990, se hacía llamar precisamente la de los «R-15». Su modus operandi estaba centrado en el uso de esa poderosa arma. Entre 1995 y 1998 llevaron a cabo cerca de 100 ataques en todo el país, según contó la revista Semana.
En México, el mismo fusil, junto con el Kalashnikov de diseño ruso conocido localmente como «Cuerno de Chivo», es considerado una de las armas favoritas de los grupos armados al servicio del narcotráfico.
Un informe del New York Times asegura que el 90% de los fusiles y pistolas incautadas a carteles mexicanos en 2008 podían ser rastreadas a tiendas estadounidenses. Si prosperan las nuevas iniciativas de control a la venta de armas de asalto que algunos creen inevitables en Estados Unidos después del ataque de Connecticut, una consecuencia indirecta puede ser evitar o hacer más dificil que esas armas sigan engrosando los arsenales de grupos criminales en América Latina.

En Estados Unidos por estos días las armas manejan la agenda política y mediática.

El presidente Barack Obama dejó claro el miércoles que quiere impulsar iniciativas en el Congreso para establecer algún tipo de control sobre las llamadas armas de asalto, que ya estuvieron vetadas para su uso civil entre 1994 y 2004.

Entre estas armas podría encuadrarse el fusil semiautomático AR-15, una versión civil del fusil militar M16, que según los investigadores fue una de las armas que Adam Lanza empleó en su ataque contra los niños y las profesoras de la escuela Sandy Hook en Newtown, Connecticut.

En el hecho murieron 26 personas (20 menores y seis adultos).

Además, fue el arma utilizada por James Holmes el pasado 19 de julio en el tiroteo en un cine de las afueras de Denver, Colorado, en el que perdieron la vida 12 personas y otras 58 resultaron heridas.

Alta velocidad

El AR-15 es un fusil ligero semiautomático, con cargador de diferentes capacidades y un cierre de seguridad rotativo, calificado por los expertos de rápido y potente.

El que sea semiautomático se traduce en que el usuario debe apretar el gatillo para disparar cada bala, pero el arma se prepara automáticamente para disparar de nuevo.

El fusil fue elaborado originalmente por la empresa ArmaLite como un arma especial para el ejército de Estados Unidos. Por problemas financieros, ArmaLite vendió el diseño del AR-15 a Colt y el arma pasó a formar parte del sistema militar estadounidense como el rifle M16.

Colt presentó en el mercado el AR-15 como la versión semiautomática del fusil M16 para ventas civiles en 1963. Aunque el nombre AR-15 quedó como marca registrada de Colt, otras variantes del arma se fabrican, modifican y venden de forma independiente bajo otros nombres y son elaboradas por otros productores.

El AR-15 tiene capacidad para disparar muchas balas a gran velocidad, con rondas de 10, 30 o incluso hasta 100 proyectiles sin tener que recargar el arma.

El alcance de la bala oscila entre los 400 y 600 metros y son armas que se suelen ver en competencias de tiro, o en actividades de caza.

Los chalecos antibalas que utilizan los agentes de policía no protegen de forma total contra los proyectiles del AR-15.

Las víctimas

Según el último informe sobre el crimen del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), de las 12.664 víctimas por armas de fuego en Estados Unidos el año pasado, 323 murieron por fusiles.

El experto en la industria armamentística y de defensa estadounidense, Jeffrey Green, le dijo a BBC Mundo que, en primer lugar, hay que aclarar la confusión entre las armas de asalto y las pistolas o revólveres semiautomáticos.

«Generalmente se contraponen unas a otras, se habla de prohibir las armas de asalto, por considerarse armas de guerra, y se subestima el efecto de los revólveres semiautomáticos», explicó.

A diferencia de las armas automáticas, las semiautomáticas requieren que se presione el gatillo cada vez que se dispara una bala individual, pero no precisan recargar el arma entre cada disparo.

Según Green, el veto a las llamadas armas de asalto no implica que vaya a desaparecer el peligro de las calles del país, por cuanto en este escenario las armas semiautomáticas seguirían estando a la disposición del público.

Si bien reconoce que el fusil AR-15 tiene una gran precisión y potencia, y puede causar más víctimas en menos tiempo, Green considera que el problema radica en la capacidad de los cargadores de las armas, independientemente de que se sean de asalto o revólveres semiautomáticos.

Actualmente no hay restricciones federales a la posesión de fusiles AR-15 en Estados Unidos.

Durante el período 1994-2004, década en la que estuvieron vetadas las armas de asalto para uso civil, las variantes del AR-15 con algunas características como culatas plegables, supresores de flash o sujeciones para bayonetas se prohibieron para la venta a civiles bajo la Ley de Control del Crimen Violento de 1994.

Una vez expiró el veto, estas características volvieron a ser legales en la mayor parte de los estados. Desde entonces, se retomó la producción y venta de los fusiles que estaban restringidos.

La munición

Es pronto para determinar si las medidas que pretende adoptar la administración del presidente Barack Obama estarán encaminadas a un nuevo veto que afecte al fusil AR-15.

En opinión de Jeffrey Green, en la discusión política sería más fácil alcanzar un consenso si, en lugar de centrar el debate en el tipo de armas que pueden quedar dentro o fuera de una prohibición oficial, se abordara la cantidad de munición que una persona puede tener en su poder.

Asimismo, Green cree que se debe aplicar una mayor precisión en la revisión de los antecedentes de las personas que desean comprar un arma. Ahora mismo todos los estados están obligados a hacerlo, el problema llega con la venta de armas a través de internet o con las armas de segunda mano.