La entidad dice que hace dos trimestres que la actividad está en retracción y que el trimestre próximo podría tener un destino de evolución negativa. Lo que marca una recesión tanto en la industria inmobiliaria como en la construcción.
Afirman los corredores porteños que las medidas de regulación cambiaria generaron “paralización de obras, postergación de proyectos y perspectiva de cierre de empresas”, con efectos negativos en la clásica actitud de la población de confianza en la inversión en ladrillos.
Pide CUCICBA que las autoridades emitan “pautas concretas, duraderas y abarcadoras” que ayuden a que el valor de los ahorros estén a salvo de eventuales emergencias que “nadie quiere volver a atravesar, pero que aún están frescas en la memoria de los argentinos».
La solicitada puntualiza que en la ciudad de Buenos Aires, la producción y comercialización de inmuebles involucra a más de 20 mil empresas, emplea a unas 130 mil personas y aporta 14 puntos del PBI en la ciudad, que equivalen a alrededor de US$ 8 mil millones.