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El desastre de Gerardo Morales y su final. Cuando un líder político reprime al pueblo

Morales insiste en acusar al gobierno nacional de “financiar” a manifestantes en Jujuy. Hacer un papelón y terminar su carrera política en el mediático en TN. Lo que se discute en Jujuy son los pasos libres del narcotráfico entre la frontera hasta Rosario y lo están disfrazando de conflicto político y social. Morales es un pobre narcotraficante sudamericano de manual vestido de Gobernador.

Cuando un líder político reprime al pueblo, los finales suelen ser problemáticos y con consecuencias negativas tanto para el líder como para la sociedad en general.

Aunque los resultados pueden variar según el contexto y las circunstancias específicas, aquí hay algunos escenarios comunes que se han observado en la historia:

Revolución: La represión puede generar un sentimiento de indignación y frustración entre la población, lo que puede llevar a una revolución o a un levantamiento popular. En estos casos, el líder represivo suele ser derrocado o incluso asesinado, y se produce un cambio en el sistema político. Sin embargo, las revoluciones pueden ser violentas y dar lugar a conflictos prolongados y caos.

Resistencia y lucha continua: Si el líder reprime al pueblo pero este se niega a ser sometido, puede haber una resistencia continua por parte de la sociedad. Esto puede manifestarse en protestas pacíficas, desobediencia civil y organización de movimientos de resistencia. En algunos casos, esta resistencia puede eventualmente socavar la autoridad del líder represivo y abrir el camino para un cambio político.

Polarización y conflicto interno: La represión también puede generar una polarización en la sociedad, donde los partidarios del líder y los opositores se enfrentan en una lucha constante. Esta situación puede desembocar en un conflicto civil prolongado, con violencia y divisiones profundas en la sociedad. En tales casos, el final puede ser incierto y llevar a la desintegración del país o a la consolidación de un régimen autoritario.

Exilio y búsqueda de refugio: Si el líder reprime de manera extrema, puede haber una oleada de exilio entre aquellos que se sienten amenazados. Muchas personas pueden buscar refugio en otros países, buscando protección y oportunidades en lugares donde se respeten sus derechos. En tales casos, el líder represivo puede mantener el poder en el corto plazo, pero pierde la confianza y el apoyo de la comunidad internacional.

En general, la represión política tiende a generar resentimiento, descontento y una erosión de la legitimidad del líder. Aunque algunos líderes represivos han logrado mantenerse en el poder durante períodos prolongados, en última instancia, suelen enfrentar consecuencias negativas a largo plazo, como la falta de legitimidad, la pérdida de apoyo popular y, en algunos casos, acciones legales o internacionales en su contra.

UN GOBERNADOR RADICAL A TODA ORQUESTA REPRESIVA PARA MANTENESE ENEL PODER A SANGRE Y FUEGO

El gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, volvió a apuntar hoy contra el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, a quienes acusó de “financiar” a los manifestantes que protestaron ayer en la provincia contra la reforma de la constitución de su distrito y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad locales.

“Aquí hay una intervención del gobierno nacional, de Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández de Kirchner), sus ministros y legisladores nacionales, que están financiando” a los manifestantes en la provincia de Jujuy, señaló Morales en declaraciones a radio La Red.

Ayer, la policía jujeña por orden de Morales reprimió a los manifestantes que protestaban contra la reforma de la Carta Magna provincial que fue aprobada por una Asamblea Constituyente en una breve sesión que se realizó en la Legislatura local.

Como consecuencia de los incidentes se registraron 170 heridos, uno de ellos de gravedad tras haber sufrido un traumatismo de cráneo, y hubo al menos 68 detenidos en el marco de una represión policial que se extendió por más de cuatro horas.

El también titular de la Unión Cívica Radical expresó que a la provincia llegó “gente extraña desde hace un mes a agitar, a movilizar” y reiteró que “el gobierno nacional está financiando con recursos una situación que terminó» con los hechos que ayer se vivieron en la capital provincial.

Pese a no presentar todavía pruebas para sus afirmaciones, el mandatario adelantó que tiene pensado denunciar ante la Justicia al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, si las fuerzas federales no proceden a despejar las rutas provinciales que están cortadas por los manifestantes.

“Aníbal Fernández ya tiene una orden del juez federal para intervenir, pero además está vigente el nuevo código federal penal nacional que permite a las fuerzas actuar cuando un delito se comete en flagrancia, sin orden de un juez”, manifestó el mandatario jujeño.

Morales reiteró que los incidentes en Jujuy fueron “la mejor excusa para tapar el caso de Chaco, donde hay un Estado paralelo» y recordó que lo mismo sucedió en Jujuy «con Milagro Sala», la dirigente social que se encuentra detenida desde 2016.

De esta forma, Morales se refirió al dirigente social Emerenciano Sena, que está detenido en el marco de la investigación por la desaparición de Cecilia Strzyzowski.

En otro orden, el gobernador defendió el accionar policial durante la represión al indicar que “cuando hay una manifestación violenta como la del sábado en Purmamarca y como la que hubo ayer (en la capital jujeña), la policía tiene que actuar”.

El gobernador indicó que las fuerzas de seguridad actuaron en un contexto en el cual los manifestantes “quemaron parte de la Legislatura y dieron vuelta autos, allí tuvo que intervenir la policía y fue apedreada”.

Al insistir con sus acusaciones sobre que se trató de una protesta “armada”, Morales dijo que “repartían cinco mil pesos para participar en las protestas de ayer, y a algunos de los detenidos se les encontró 500 mil pesos en efectivo”.

“Hay una extrema violencia, de la cual el kirchnerismo, La Cámpora y la izquierda hicieron una forma de vida. Quieren reinstalar esto en Jujuy, pero no lo vamos a permitir”, expresó.

Morales afirmó que las declaraciones del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Kirchner tras los incidentes y la represión de ayer constituyen “actitudes golpistas al avalar la toma de la Legislatura, que es lo mismo que hizo (Donald) Trump y (Jair) Bolsonaro, son actitudes desestabilizantes”.