El día después de la toma ubicada en Santa Fe al 3700. Denuncian robos y destrozos en una escuela de Palermo tras el fin de la toma

Autoridades de la Escuela Técnica N° 2 de Palermo se encontraron con un panorama desolador tras el levantamiento de la medida. Hubo roturas de paredes, pintadas, cerraduras violentadas y se robaron un monitor y netbooks

El día después de la toma no fue uno más para las autoridades de la institución ubicada en Santa Fe al 3700, ya que, en lugar de encontrarse con «un poco de mugre y desorden», se sorprendieron con destrozos y saqueos por doquier.

«Los alumnos que encabezaron la toma me llamaron el lunes por la tarde para que venga a buscar la llave y para entregar la escuela. Preferí no ir solo y me acompañó una supervisora. Cuando miramos ya nos sorprendió que a la izquierda de la entrada había un armario abierto, donde faltaban el sello del regente y cartucheras», detalló la rectora Ana María Piuma.

La directiva lamentó que además «fueron violentados cuatro lockers en la sala de profesores», donde «faltó la netbook del jefe de preceptores», y que en el baño de discapacitados, que fue inaugurado recientemente, fue «hundida la tecla de la alarma que sirve para pedir ayuda».

«En el primer piso rompieron un vidrio de una banderola, de allí subieron a una oficina que es del jefe de preceptores. Arrancaron la puerta de un placard y sacaron café y comestibles. También faltó una impresora del turno noche», agregó Piuma.

Además, la rectora aseguró que «hicieron un boquete y se llevaron de una oficina un monitor de plasma», además de «varias calculadoras científicas y compases» que formaban parte de una serie de mochilas que iban a ser repartidas entre los alumnos.

Consultada sobre los posibles autores de los destrozos y robos, Piuma recordó que durante el último fin de semana notó que «entraba y salía gente que no era de la escuela», tanto adultos como menores.

Piuma pudo observar los movimientos desde un bar cercano al colegio, donde los profesores se acercaban a dar asistencia. La directiva también dijo que le llamó la atención la presencia de alumnos que ya no pertenecían a la institución y que habían recibido el pase a otros establecimientos.

«Pensé que me iba a encontrar con suciedad, no con este grado de destrozos. Menos mal que la medida es a favor de la escuela pública, no me quiero imaginar si hubiese sido en contra. Rompieron por hacer daño, con saña, con odio. La toma ganó solo por dos votos, muchos se opusieron», lamentó Piuma.

La rectora, junto personal legal del Ministerio de Educación porteño, radicó la denuncia en la Comisaría 23.