Eduardo Costantini se queda con una plaza pública sin poner un mango.

El millonario y falso coleccionista volvió a engrupir a la Ciudad. Hay que decir la verdad Eduardo Costantini armo el MALBA para evadir impuestos a las ganancias. No fomento absolutamente nada del arte Argentino.

EL ARTE DE ENGRUPIR GILES.
Eduardo Costantini engrupiste otarios. Engañando e inventando una historia, una patraña sobre el arte. Cachafaz. La Historia del Arte Argentino va a ser absolutamente despiadada con vos y tus contadores. EVASOR

Otra vez el estado de la Ciudad le regala a Eduardo Costantini la otra mitad de una Plaza para que que haga sus negocios espurios.

SIEMPRE A ULTIMA HORA LOS LEGISLADORES DEL PRO Y EL FPV ENTREGAN PREDIOS PUBLICOS.

QUE DICE LA HISTORIA OFICIAL:
Ayer a última hora fue aprobado en la Legislatura porteña el proyecto de ampliación del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), por 52 votos a favor, dos abstenciones y un voto en contra.

Es la mejor noticia para su fundador, el empresario y coleccionista Eduardo Costantini, y el mejor cierre para un año excepcional en el mundo del arte que confirma el lugar de los museos en la agenda del tiempo libre.

Firmado por el uruguayo Carlos Ott (Opera de la Bastilla, París), el proyecto permitirá sumar 3842 metros cuadrados, lo que representa un 50% de la superficie actual, de 7455 metros.

Si bien la expansión de Malba siempre fue mirada con buenos ojos por la actual administración, el tratamiento legislativo demoró más de lo esperado, el proyecto de ley requirió doble lectura -ambas aprobadas por mayoría absoluta- y una audiencia pública que se realizó en abril de 2012. Se aprobó «un permiso de uso a título precario, gratuito e intransferible por el término de treinta años».

Con una inversión de 8 millones de dólares, el nuevo Malba se extenderá por debajo de la plaza Perú, en la avenida Figueroa Alcorta y Salguero, sin alterar la fisonomía del barrio ni la circulación de los peatones.

El plan de ampliación se articula en torno de un patio de esculturas de 500 metros cuadrados, trazado a siete metros de profundidad, con techo transparente, cual gigantesca lucarna, y un efecto de luces que permitirá la contemplación desde el exterior.

Está prevista la creación de una nueva sala de exposiciones de 1000 metros cuadrados para exhibir muestras temporarias y parte de la colección permanente, de la que hoy se cuelga solamente un 30 por ciento por falta de espacio.

En el futuro habrá dos auditorios con capacidad para 80 y 100 personas, equipados con tecnología de punta, lo que permitirá cumplir con el calendario que actualmente desborda la capacidad disponible. Por su espíritu multidisciplinario, que se convirtió en señal de identidad, la institución es pródiga en actividades ligadas a la literatura y al cine, con una programación que es raro encontrar en el circuito comercial.

Uno de los aspectos más interesantes, y que abona la función docente que trazó Eduardo Costantini en su misión como prioridad del museo, es la creación de una sala de 100 metros cuadrados destinada a los talleres para chicos que actualmente trabajan en los pasillos y corredores del primer piso.

Para Costantini, esta esperada noticia «abre un horizonte y un liderazgo continental, porque permitirá montar y producir muestras de mayor envergadura que posibiliten diálogos con otras instituciones, tal como ocurre actualmente con el Museo de Bellas Artes de Houston». A comienzos de este año, tras un acuerdo de intercambio sellado entre Mari Carmen Ramírez y Marcelo Pacheco, curador jefe de Malba, volaron al museo tejano más de 50 obras de la colección permanente .

El próximo paso, sin duda, será fortalecer la relación con la Pinacoteca de San Pablo y con el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Sabido es que Malba tiene en su acervo una de las obras preferidas de la presidenta Dilma Rousseff, el imponente Abaporu , de Tarsila do Amaral.

En este sentido, la presencia del curador internacional Philip Larra- Smith le ha dado al museo mayor calado regional al producir exposiciones que luego pueden itinerar por museos del interior y del exterior.

La historia de Malba tuvo como punto de arranque la traumática crisis de 2001, alerta roja que obligó a un cambio de director y de estrategia y comprometió, en buena hora, muchos recursos para el fortalecimiento de la presencia del arte argentino en el programa de muestras y adquisiciones.

Fue Guillermo Kuitca quien puso la Pica en Flandes al inaugurar en el museo de Figueroa Alcorta y San Martín de Tours la retrospectiva que había arrancado en el madrileño Museo Reina Sofía.

Declarado de interés cultural en 2007 por la Legislatura porteña, Malba se instaló definitivamente en la agenda de locales y visitantes. Es difícil imaginar el paisaje de Buenos Aires sin los perfiles de cristal y piedra del edificio que en el año 2000 proyectaron los jóvenes cordobeses Atelman, Fourcade y Tapia, tras ganar un concurso internacional al que se habían presentado los grandes nombres de la arquitectura global.

Hoy comienza una nueva era para el Malba, crece un proyecto exitoso, considerado modelo de gestión, fortalecido por el suceso de recordadas exposiciones como las consagradas a Marta Minujin, Andy Warhol, Bye Bye America, Victor Grippo, León Ferrari y, en estos días, Beatriz Milhazes y los videos de esa gran agitadora de mentes que es la británica Tracey Emin.

El proyecto contempla la realización de un diseño paisajístico a cargo del estudio Burle Marx de Brasil, fundado por quien fue estrecho colaborador de Oscar Niemayer en la concepción urbanística de Brasilia. Lamentablemente, la plaza Perú tenía una creación de Burle Marx fechada en 1972 que por razones inexplicables fue destruida en 1995.

Está previsto que la ampliación se termine en dos años. El nuevo Malba, con más 10.000 metros cuadrados, tendrá una superficie que lo ubica en las grandes ligas de los museos del mundo. La obra dará trabajo a más de 200 personas y se estima que, cuando esté finalizada, el costo operativo del museo, hoy de 3 millones dólares (financiado en un 60% por la Fundación Costantini), se incremente en medio millón de dólares.

La colección del Malba cuenta con obras antológicas, como son Manifestación, de Berni; Los desastres del misticismo , del chileno Matta; Autorretrato con l oro, de Frida Kahlo, y Mago , de Beatriz Milhazes..