El fenómeno El Niño aún no ha llegado a Sudamérica, aunque las imágenes compartidas por la NASA evidencian que está evolucionando para arribar pronto a las costas del océano Pacífico, según reveló hoy la agencia estadounidense.
Los científicos predijeron que este año, su presencia «será más potente que en años anteriores», como ya sucedió en 2016, cuando causó estragos, «provocando graves incendios e inundaciones»-
El Fenómeno El Niño es un evento climatológico que consiste en el calentamiento anómalo y gradual de las aguas del Pacífico ecuatorial, en proximidades de las costas sudamericanas, lo que implica que afecta el clima de países como Perú, Ecuador y Chile, con réplicas en zonas cordilleranas de Argentina.
La temperatura del mar, en la zona del centro, se debe calentar al menos 0,5 grados sobre lo normal por tres meses consecutivos para que se pueda considerar la presencia de El Niño.
Esto ya se está originando, pues en la imagen se puede ver una especie de «huincha» roja y naranja, que es «agua caliente que está moviéndose desde el sector oriental hacia Chile hasta el resto del continente», consignó la agencia ANSA.
Meteorólogos internacionales alertan que ya las costas de Ecuador y el norte de Perú se están calentado por el fenómeno El Niño, provocando intensas lluvias y más altas temperaturas, que se alargarán durante varios meses.
Los mismos informes oficiales indican que Sudamérica está sufriendo «una agónica sequía» que se alarga durante años y que, en algunos países como Chile o Argentina, afectó a distintos sectores como la agricultura, con reducción de cosechas y pérdidas de tierras fértiles.
Los especialistas advierten que durante el trimestre que abarca julio, agosto y septiembre, el fenómeno ya estaría instaurado en la región y podría provocar precipitaciones por sobre lo normal. Por su parte, en las imágenes de agosto, septiembre y octubre, también se evidencia la potencia de El Niño, que, según los expertos, «podría traer una primavera tardía y lluviosa».
Un fenomeno
El fenómeno El Niño es un evento climático y oceánico que ocurre periódicamente en el Pacífico tropical. Se caracteriza por un calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano en la región ecuatorial del Pacífico central y oriental. A continuación, se presentan algunas características asociadas con el fenómeno El Niño:
Calentamiento del océano: Durante un episodio de El Niño, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial se elevan significativamente por encima de lo normal. Este calentamiento se produce en las áreas cercanas a la costa de Sudamérica y se extiende hacia el oeste hasta las Islas Galápagos.
Cambios en los vientos: El patrón de vientos alisios, que normalmente sopla de este a oeste en la región ecuatorial, se debilita o incluso se invierte durante El Niño. Esto puede tener impactos significativos en la circulación atmosférica y los patrones de lluvia en todo el mundo.
Alteración de las corrientes oceánicas: El calentamiento de las aguas superficiales del océano durante El Niño también afecta a las corrientes oceánicas. Las corrientes cálidas se desplazan hacia el este, alejándose de Sudamérica, lo que puede tener implicaciones en los ecosistemas marinos y los patrones de pesca.
Cambios en los patrones climáticos: El fenómeno El Niño tiene efectos significativos en los patrones climáticos globales. En algunas regiones, como el oeste de Sudamérica, puede provocar lluvias intensas e inundaciones, mientras que en otras áreas, como el sudeste asiático y Australia, puede haber sequías prolongadas.
Impacto en la agricultura y los ecosistemas: Las alteraciones en los patrones climáticos durante El Niño pueden afectar la agricultura, la disponibilidad de agua y los ecosistemas en todo el mundo. Los cambios en las pautas de lluvia pueden afectar los cultivos, la productividad de los ecosistemas y la distribución de especies.
Fenómeno contrario: Existe un fenómeno contrario a El Niño llamado La Niña. Durante La Niña, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial son más frías de lo normal, lo que también tiene impactos significativos en el clima global.
Es importante tener en cuenta que las características específicas y la intensidad de El Niño pueden variar de un evento a otro. Los científicos utilizan varios indicadores y modelos para monitorear y predecir la aparición de este fenómeno y sus posibles impactos.