El Macrismo dice estar dispuesto a discutir el tema de Alquileres

La apoyan legisladores del Frente para la Victoria, Suma+, el Partido Socialista Auténtico, Bien Común, la Coalición Cívica, la izquierda y otros. En tanto, desde el oficialismo aseguran que están dispuestos a discutir el tema.

Hace un año empezamos a difundir nuestras propuestas: que la comisión inmobiliaria la pague el dueño, que los pedidos de informes y las certificaciones de firmas sean gratuitas para inquilinos y que se establezca un sistema de garantía universal.

En este tiempo convocamos al CELS, ACIJ, el Ministerio Publico de la Defensa, la Dirección de Acceso a la Justicia del Ministerio Público Fiscal de la Nación y a La Boca Resiste y Propone. Consensuamos y redactamos un proyecto de ley para la Ciudad de Buenos Aires y lo presentamos la semana pasada en la Legislatura porteña. Ahora, los distintos bloques políticos comienzan a manifestarse a favor de la iniciativa.

Mañana se pedirá el giro del proyecto de la Comisión de Legislación General a la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña. Es importante que esto suceda, en la Comisión de Legislación General no avanzo jamás un proyecto de alquileres y es de sentido común que una iniciativa que busca facilitar y abaratar el ingreso a un alquiler se trate en la Comisión de Vivienda.

Gervasio Muñoz, presidente de la Asociación Civil Inquilinos Agrupados manifestó “el 35% de los vecinos de la ciudad vivimos en hogares alquilados. Necesitamos reglas claras para alquilar que faciliten el acceso a la vivienda en condición de alquiler. Cuando comenzamos con estas propuestas parecían inalcanzables, hoy, empieza a ser cada vez más posible y es por la participación y compromiso de los inquilinos e inquilinas”.

EL OTRO GRAN PROBLEMA LAS EXPENSAS
Editorial del Diario La Nación del Sábado 25 de Marzo del 2017

Debido a los aumentos de sueldos para los encargados de edificios y al desinterés de las autoridades, crece el endeudamiento de los propietarios Pero a esa lamentable contigencia que fue preciso comenzar a resolver, se suman otras históricamente tan injustas como abusivas.Una de las principales variables que repercuten en el valor de las expensas es el sueldo de los porteros o encargados que, en algunos casos, llega a representar hasta el 80 por ciento del gasto total de un consorcio, incluyendo en esa suma el brutal impacto que ocasionan los aportes sociales y los beneficios extras anuales decididos entre gallos y medianoches por el gremio y las asociaciones que dicen representar a los consorcistas pero que, evidentemente, se aprovechan de ellos.Muchas veces hemos abordado este tema en estas columnas. Lamentablemente, debemos hacerlo una vez más y, en esta oportunidad, para alertar que la situación es ya crítica para muchísimos consorcios que ven crecer mes tras mes la cantidad de morosos en el pago de las expensas. Se estima que hoy 2 de cada 10 propietarios no llegan a cubrir los altos costos que representan las expensas. Los cálculos indican que subirán más del 18% durante el primer trimestre del corriente año. En diciembre pasado hubo un aumento del 12% en el sueldo de los porteros, a lo que se sumó un bono no remunerativo en febrero, de $ 2000.A ello hay que agregar que, mientras la mayoría de los gremios acordaron para 2016 subas que rondaron el 33 por ciento, el de los encargados de edificios obtuvo alrededor del 40por ciento. No está mal que se les reconozcan ajustes, el punto es la discrecionalidad de los porcentajes que se deciden en mesas de negociaciones en las que los propios consorcistas, propietarios de las unidades habitacionales, brillan por su ausencia. No tienen ni voz ni voto.Lo ha dicho con claridad la diputada nacional Cornelia Schmidt Liermann (Unión Pro-Capital): «En momentos en que se pide a toda la ciudadanía ajustar el bolsillo, las paritarias de los encargados de edificios parecen ser siempre unilaterales y excesivas». Por estas horas, ese gremio anuncia que reclamará un incremento de sus haberes del 21 por ciento para cuando se abran las paritarias en mayo próximo.Son cada vez más las personas, especialmente los jubilados, que se ven imposibilitados de afrontar los gastos del mantenimiento de los edificios donde viven, en algunos casos, desde hace décadas. El fantasma de un juicio por montos no cobrados los acecha constantemente. El resto de los propietarios de los edificios donde se registran morosos también se ven afectados. Los pagos deben costearse, por lo que unos deben salir en ayuda de otros, generando así un círculo vicioso. Los intereses punitorios se suman cada mes y las deudas amenazan con volverse incobrables. Detrás de ellas, vendrán los juicios y el perjuicio para todos será todavía más grande.Probablemente, el gremio de los porteros sea el único que en 2016 tuvo sueldos que se ajustaron por encima de la inflación. Esa adaptación no tendría nada de malo en un contexto de normalidad, pero éste no es el caso.Si a eso se le suma que los propietarios se encuentran absolutamente relegados en la negociación de lo que están obligados a pagar, la injusticia rápidamente se transforma en abuso. Y pareciera que ese abuso beneficia a sectores muy poderosos, por cuanto se mantiene y alienta año tras año.Que los deudores de expensas se hayan duplicado en un año debe hacer reflexionar a las autoridades, al Ministerio de Trabajo, que acepta negociaciones anodinas, y a los propios sindicalistas que dicen defender las fuentes de trabajo de sus representados.Está visto que cada vez más edificios deciden prescindir de los encargados, contratando servicios externos de limpieza cuyos costos son marcadamente menores, o haciéndose cargo los propios copropietarios de las tareas que habitualmente hacen los porteros.No resulta coherente entonces que se diga que se los defiende cuando, como consecuencia de los excesos, podrían quedar en la calle.