El maldito costo argentino por Claudio Lowy

Tratar de no ser carne de cañón del sistema financiero
El sistema financiero y el ambiente. El banco y del bosque
Claudio Lowy 20 de enero de 2017.-

En estas semanas hemos escuchado hasta el cansancio que los altos sueldos medidos en dólares y la carga impositiva nacional, provincial y municipal de los argentinos son los principales responsables de los altísimos precios que pagamos en Argentina por los bienes y servicios. Mucho menos se habla del costo bancario.

Vamos a un caso concreto. Hoy fui a comprar un insumo electrónico, en un pequeño local, de esos que están adentro de una galería, muy bien provisto. En general, suelen tener mejores precios que los que están a la calle, ya que pagan mucho menos alquiler (menos renta inmobiliaria), y como no se los ve al pasar por la calle, al tener que ir a buscarlos, fidelizan la clientela con buena atención, calidad y precios convenientes.

El precio marcado del producto era $225; de contado.

– ¿Y con tarjeta? – consulté.

La vendedora muy atenta y muy conocedora me dijo:

-De débito $ 258. Y de crédito $303, hasta en tres cuotas.

-¿Por qué tanta diferencia?

-Son los costos bancarios y de las tarjetas. Yo siempre cobro $225.

Compré al contado, pagué $225, y me dieron una factura; lo que implica que la venta era en blanco, que la diferencia en el precio no se vinculaba con la evasión impositiva sino, efectivamente, con los costos bancarios y financieros.

El costo financiero de la tarjeta de débito.

Pagar con tarjeta de débito implica la disponibilidad inmediata del dinero. No hay financiación. Por ese pase electrónico de asientos contables, el sistema financiero se lleva en forma instantánea $258 – $225= $33

Lo que implica una tasa instantánea de 33/258 x 100 = 12,79%

El costo financiero de la financiación de tres cuotas

Veamos un procedimiento sencillo para ese cálculo.

Si no me cobraran interés, entonces lo que tendría que pagar por cuota es 225/3= $75

Lo que tengo que pagar si lo pago en tres cuotas con tarjeta de crédito es un total de $303; por lo que cada cuota es de $101. Una cuota la pago después de un mes (suponiendo que la compra la hice inmediatamente después de que venció la tarjeta), la segunda después de dos meses y la tercera después de tres meses.

Es decir que es como si tuviera tres préstamos de $75; al primero lo cancelo con $101 después de un mes; el segundo lo cancelo también con $101 después de dos meses; y al último también con $ 101 después de tres meses.

¿Cuánto están cobrando de tasa de interés en cada uno de esos préstamos?

Recordemos la diferencia entre interés por un lado, de tasa de interés por el otro. El interés en las tres cuotas es siempre el mismo:

I= Monto pagado – préstamo= $101 – $75= $26

Ocurre que en la primera cuota me cobran ese interés por prestarme el dinero durante un mes, en la segunda por dos meses y en la tercera por tres meses. Como el interés es siempre el mismo, la tasa de interés anualizada será mucho mayor para el préstamo de un mes, que para el de dos meses, y que para el de tres meses.

Aquí pido disculpas, pero necesitamos repasar un par de explicaciones y de fórmulas:

1) Hay dos formas de expresar la tasa

· En porcentaje (es decir en tanto por ciento); por ejemplo 25,4%; y

· en tanto por 1, que es un valor 100 veces menor; para el ejemplo dado es 0,254.

Si queremos pasar de porcentaje a tasa, dividimos por 100, si queremos pasar de tanto por 1 a porcentaje multiplicamos por 100. El tanto por 1 se suele representar con la letra “i”, y se la suele denominar con el nombre de razón (pero eso no importa mucho aquí).

2) La tasa de interés simple es el interés que se cobra sin incorporar el interés ganado al capital en cada período. El que realmente se utiliza en el sistema financiero es la tasa de interés compuesto, donde sí se incorpora el interés ganado en el capital para el próximo período. La fórmula para calcular el tanto por uno en interés compuesto es t=(1+i)n, donde i es el tanto por 1 del período y n es el número de períodos de tiempo considerados. Para hallar el porcentaje de interés cobrado, luego hay que multiplicar el resultado por 100.

De nuevo, mil disculpas por la lata financiera. Pero es necesaria para no transformarnos en carne de cañón del sistema financiero argentino.

Veamos los cálculos

Para la 1ra cuota.

Préstamo: $75; Interes: $26; período: 1 mes; cantidad de períodos de un mes en un año= 12

Tasa de interés mensual: 26/75 x 100= 34,67% mensual; i=0,3467

Tasa anualizada t= (1+i)n = (1+0,3467)12= 35,58; en porcentaje T= 3558% anual

Para la 2da cuota.

Préstamo: $75; Interes: $26; período: 2 meses; cantidad de períodos de 2 meses en un año= 6

Tasa de interés bimensual: 26/75 x 100= 34,67% mensual; i=0,3467 (cada dos meses)

Tasa anualizada t= (1+i)n = (1+0,3467)6= 5,97; en porcentaje T= 597% anual

Para la 3er cuota.

Préstamo: $75; Interes: $26; período: 3 meses; períodos de tres meses en un año= 4

Tasa de interés trimesual: 26/75 x 100= 34,67% mensual; i=0,3467 (cada tres meses)

Tasa anualizada t= (1+i)n = (1+0,3467)4= 3,29; en porcentaje T= 329% anual

Un promedio de las tres tasas que nos da una idea del interés que nos está cobrando el sistema financiero es de:

(3558+597+329)/3 = 1495% anual.

Por eso, porque no quiero ser carne de cañón del sistema financiero y bancario argentino, compré al contado.

¿Y el ambiente?

En este sistema productivo, capitalista y extractivista, la sostenibilidad ambiental, y por supuesto que también la sostenibilidad social, está estrechamente vinculada a la tasa de interés.

Por favor, ténganme paciencia. Veamos por ejemplo el caso de un bosque nativo.

Un bosque nativo tiene una reposición, en el mejor de los casos, del orden del 2 al 3 % anual. ¿Qué quiere decir eso? Que si hoy hay en ese bosque 1000 m3 por Ha de madera comercializable en el mercado, el año que viene habrá 1020 o 1030 m3/ha. Si el dueño del bosque quiere hacer una manejo sostenible del bosque, tendrá que extraer solamente esa reposición, es decir, 2 a 3 % de la existencia. Es posible que el dueño del bosque tenga un gran cariño por el bosque, conozca los beneficios que produce y le interese mantenerlo; pero eso no tiene nada que ver con lo que promueve el sistema extractivista.

Conclusiones

En un sistema productivo donde el sistema financiero es más importante que la producción de bienes y servicios para la sociedad y que el cuidado del ambiente del cual esa sociedad depende, altas tasas de interés real achican el futuro.

Si el dueño del campo saca un crédito y no se lo puede pagar al banco, lo que suele ocurrir con mucha frecuencia, el banco se quedará con el bosque que habrá sido puesto como garantía del préstamo; así como los bancos suelen quedarse con la tierra de los campesinos y productores agroganaderos cuando sacan un crédito que no pueden pagar. Y el banco, que no tiene una relación afectiva con el bosque ni tiene interés en los beneficios que produce al conjunto de la sociedad, hará tala rasa del bosque, para vender toda la madera en el mercado y poner la plata a trabajar en créditos para el consumo, ya que nosotros, los consumidores argentinos, estamos dispuestos a pagarle al sistema financiero un promedio de 1500% de tasa de interés anual, y no los “miserables” 3% que le daría el bosque.

La tasa que el sistema financiero cobra por los créditos al consumo es uno de los principales motivos por los que el sistema financiero siga ganando tanto a pesar de que cada vez somos cada más los argentinos que perdemos poder adquisitivo.

Una situación similar a la del bosque ocurre con las inversiones necesarias para las obras necesarias que contribuyan a controlar los efectos de las inundaciones, que ocurrirán en algún momento del futuro: si hoy necesitamos que hacer una inversión en obras hidráulicas para evitar un daño futuro, cuanto mayor es la tasa de interés el cálculo concluirá que hoy es “racional” hacer menores inversiones.

Claudio Lowy
Ingeniero Forestal
Master en Desarrollo Humano Sostenible
Bios-RENACE