El obispo de Merlo fue fotografiado con una mujer en una playa de México.

Fernando María Bargalló fue descubierto con una mujer a miles de kilómtros de la Argentina; el sacerdote aseguró que su compañera era una «amiga de la infancia» y pidió «perdón» por las «malas interpretaciones» que se realizaron

moreno


El obispo de Merlo Moreno y ex presidente de Caritas Argentina tuvo un tremendo dolor de cabeza por la publicación de unas fotos que lo muestran con quien parecía ser su presunta pareja en una playa de México.

Las imágenes muestran a Bargalló a los besos y abrazos con una mujer, lo que se contrapone con los votos de castidad que hace un miembro de la iglesia.

Además, en la historia también entran a jugar los votos de pobreza, debido a que el Obispo se alojaba junto a la mujer en un hotel cinco estrellas.

El monseñor se encontraba en México, adonde había sido convocado para el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Social Caritas (SELACC), del que participaron referentes regionales.

Cuando fue abordado por las cámaras del canal A24, Bargalló respondió con frases cortas y evasivas y se refugió en la iglesia. Sin embargo, luego hizo su descargo.

«Las fotos responden en efecto a un encuentro en México, en donde coincidimos con esta amiga de mi infancia,; con ella y su familia mantenemos vínculos de fuerte amistad», explicó Bargalló.

«Lamento que aquella situación, no exenta de cierta imprudencia, pueda haber dado lugar a malas interpretaciones», apuntó el Obispo, quien aseguró que las imágenes son de hace dos años.

Para finalizar, el sacerdote señaló: «Quiero expresar con claridad que estoy comprometido con Dios y con la Iglesia en esta misión que me han encomendado en la diócesis de Merlo-Moreno».

NO ACLARES QUE OSCURECE
A continuación, el comunicado de disculpas del Obispo

«Con motivo de las imágenes publicadas en referencia a mi persona, quiero expresar lo siguiente:

Las fotos presentadas responden, en efecto, a un encuentro en México, en donde coincidimos por distintos motivos, hace dos años, con una amiga de la infancia –prácticamente desde que tengo uso de razón-, y otras personas que no aparecen, y con cuya familia tengo vínculos de fuerte amistad de toda la vida.

Lamento que aquella situación, no exenta de imprudencia de mi parte, pueda dar lugar a malas interpretaciones.

Pido de corazón perdón si ese hecho ha provocado o pudiera provocar algún tipo de daño.

Quiero también expresar con claridad que estoy totalmente comprometido con Dios y con la Iglesia en la misión que me ha encomendado en esta querida diócesis de Merlo-Moreno y en las demás responsabilidades al servicio de los hermanos.

Siento profundamente mi sacerdocio y la entrega al Señor Jesús y en ella deseo perseverar hasta el fin.

Fernando María Bargalló, Obispo de Merlo-Moreno.

La situación generó gran conmoción, porque las imagenes se contraponen con los votos de castidad que hacen las personas que consagran su vida a Dios.

La repercusión del hecho fue tan grande, que el obispo salió a reconocer públicamente que él era el hombre de las fotos, pero aclaró que la mujer no era su pareja sino «una amiga de la infancia».

Sin embargo, esto no alcanzó para apagar los ecos de un tema que dio la vuelta al mundo y provocó que el Vaticano pusiera la lupa sobre el religioso argentino, quien próximamente podría tener noticias de la Santa Sede.

El nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, elevó un informe a las autoridades eclesiásticas luego de reunirse con el secretario general del Episcopado, monseñor Enrique Eguía Seguí. Y se especula que el Vaticano evalúa una sanción o forzar la renuncia anticipada de Bargalló.

El Vaticano tiene que entender que con pedofilos y con curas que andan con «amigas de la infancia» cada vez perderá más fieles por decidia y por alejarse de la palabra «Fe». La iglesia necesita tener curas al menos decentes, onestos con ellos mismos y que comulgen con lo que creen, en el caso de Fernando María Bargalló es evidente que el no comulga, todo lo contrario, en la foto se lo ve casi fornicando y eso en los hombres de fe les está prohibidooooo.