La naturaleza es sabia y nos brinda todos los elementos necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente.
En esta oportunidad, vamos a hablar de los jugos vegetales. En ellos se encuentran energía y nutrientes concentrados. Tienen enzimas y propiedades terapéuticas. Son de fácil digestión, se incorporan rápidamente al torrente sanguíneo y son vehículos de vitaminas y minerales.
Si además de las frutas diarias se toman jugos, se logra un aporte mucho mayor de vitaminas, minerales, enzimas y bioflavonoides. Al estar libres de sus estructuras celulares, se absorben con más facilidad. Si la masticación y la digestión no son eficientes, se pierden muchos nutrientes de las frutas. Esto no sucede con los jugos, ya que sus nutrientes están libres y entran fácilmente en la sangre.
Un jugo de frutas en el estómago vacío se absorbe en aproximadamente 15 minutos.
Una terapia a base de jugos hace posible que las nuevas células sean más sanas y por lo tanto, más resistentes a las enfermedades.
Los jugos se seleccionan de acuerdo con sus funciones terapéuticas, por ejemplo se pueden hacer las siguientes combinaciones:
Anormalidades de la presión arterial: zanahoria, remolacha, pepino en cantidades iguales; zanahoria, espinaca, perejil.
Artritis: zanahoria y apio, en cantidades iguales; pomelo; pomelo y apio.
Congestión hepática: jugo de 1 limón y agua.
Constipación: zanahoria y espinaca; zanahoria y remolacha.
Dermatitis y problemas de piel: zanahoria y remolacha; zanahoria, remolacha y pepino; zanahoria y apio.
Diarreas a repetición: zanahoria y manzana.
Gastritis: zanahoria y manzana; papa, en pequeña porción, una o dos cucharitas soperas.
Mucosidades en bronquios, asma, bronquitis: zanahoria y espinacas; cítricos.
Problemas circulatorios, várices, celulitis: cítricos y uva; cítricos y ananá; cítricos y frutilla.
Algunas recomendaciones a la hora de aprovechar los jugos naturales:
– Tomar diariamente, si es posible en ayunas, 1 vaso de jugos de frutas frescas. Seleccionar las frutas de acuerdo con las necesidades individuales.
– Pelar las frutas, a menos que hayan sido cultivadas orgánicamente. Se evitará así consumir los pesticidas con que son rociadas para asegurar su preservación.
– Hacer periódicamente una jornada de limpieza consumiendo únicamente jugos de frutas y frutas; puede ser un día por semana o cada 15 días. Otra alternativa es consumir solo frutas y jugos por las mañanas, en las cantidades deseadas, en forma habitual o una semana por mes.
Por Susana Zurschmitten, autora del libro “Alimentación para sanar” de Editorial Albatros