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El teatro, un aliado en los negocios.

Por Iris Orfali

El teatro es mucho más que una obra montada para generar entretenimiento. Implica, por parte del actor, del director y del resto del equipo, la aplicación de una serie de técnicas que les permiten estar en contacto con sus emociones, transmitir sus ideas de manera efectiva, trabajar en equipo de manera armoniosa e improvisar para resolver conflictos inesperados sin que el público siquiera lo note. Todos valores que, si se les quita el velo del “hecho artístico”, son esenciales para la dinámica actual de las empresas.

Pensemos en las presentaciones corporativas. En general, un hombre se para frente a una audiencia, proyecta en una pantalla distintos slides de un PowerPoint y habla sobre lo que se supone que “debe hablar». Uno de los asistentes bosteza, otro mira su teléfono celular y un tercero piensa si dejó la llave de gas cerrada en su casa. ¿Puede considerarse a este encuentro una “presentación efectiva”? Desde luego que no.

Pero eso está cambiando. Hoy las empresas pueden “poner en valor” las presentaciones, utilizarlas para transmitir contenido estratégico que apunte a mejorar variables del negocio y desde allí provocar cambios. Los encuentros “cara a cara” tienen el potencial de movilizar a la audiencia hacia la acción. ¿Cómo? Incorporando metodologías propias del teatro en la formación de los ejecutivos que deben dar presentaciones. Así, por ejemplo, a través del entrenamiento teatral se apuesta a que el orador pueda ponerse en el lugar del otro y tener en cuenta sus intereses para construir un mensaje “a medida” generando un gran impacto en quien lo escucha. Del mismo modo, se incorporan diferentes herramientas para el abordaje de cada paso de una presentación, de forma tal que el responsable pueda transmitir un mensaje sólido, ganar confianza en sí mismo, adoptar una postura corporal positiva y así, disfrutar de la actividad. Este trabajo no incluye sólo el momento de pararse frente al público, sino que abarca también la preparación y el diseño de la presentación.

Otras de las áreas donde el teatro puede ayudar en el ámbito de la empresa es la habilidad que tienen los actores para estar en contacto con sus emociones. Y, precisamente, el manejo de las emociones es un desafío clave para las personas en el ámbito laboral. De nuevo, se pueden extrapolar las técnicas del arte al universo del trabajo para obtener resultados muy positivos.

Cada mañana se descorre el telón de la empresa. Todas las técnicas que se puedan aplicar para ayudar a que la función sea un éxito, de cara al cliente y a los propios empleados, deben recibir un fuerte aplauso.