«La dama del abanico», considerada una de las piezas más bellas del artista austríaco Gustav Klimt y una de las últimas pinturas que realizó antes de su muerte, fue subastada hoy a 94 millones de dólares, un récord en Europa.
“Dame mit Fächer” de #GustavKlimt acaba de venderse por 108,4 millones de dólares a un coleccionista de Hong Kong, estableciendo un nuevo récord para cualquier obra de arte subastada en Europa. pic.twitter.com/IIlyWdrWHO
— Natacha Inés Betancourt (@Natashaibr) June 27, 2023
La obra de Klimt, uno de los máximos representantes del arte vienés de finales del siglo XIX, que retrata a una mujer con una túnica holgada contra un fondo colorido de flores y pájaros batió el récord de venta en Europa. La subasta se realizó hoy en Londres y «La dama del abanico» fue adjudicada por 74 millones de libras, más de 86 millones de euros, lo que equivale a unos 94 millones de dólares.
La casa Sotheby´s fue gestora de un evento que puso a circular la pintura al mercado después de 30 años desde su última adquisición. Aunque aun no se ha revelado la identidad del comprador, la agencia de noticias AFP consigna que tendrá que pagar más de 85 millones de libras.
De esta manera, el cuadro destrona el récord europeo anterior que ostentaba desde febrero de 2010 una escultura de Alberto Giacometti llamada «El hombre que camina I». La pieza se vendió entonces por 65 millones de libras, también en Sotheby’s.
Klimt pintó «La dama del abanico» en 1917, un año antes de su muerte a la edad de 55 años. Luego de su inesperada muerte a causa de un derrame cerebral en 1918, la obra fue encontrada sobre un caballete en el estudio del pintor.
La casa Sotheby’s calificó esta pieza como «una de las más bellas y preciosas jamás ofrecidas en Europa». Además, la pintura deja entrever la fascinación de Klimt por el arte y la cultura oriental.
En palabras de Helena Newman, directora mundial de arte impresionista y moderno de Sotheby’s, «Dama con abanico» es el último retrato que Gustav Klimt «completó antes de su prematura muerte, cuando todavía estaba en su mejor momento artístico y produciendo algunas de sus obras más logradas y experimentales», dijo, de acuerdo a lo citado por The Guardian.
Por eso, la obra no solo «es la estrella de la temporada de subastas de verano en Londres, sino también una de las más bellas y valiosas jamás ofrecidas en Europa», aseguró en un comunicado Sotheby’s los meses previos a la subasta.
Esta no es la primera vez que el arte del autor de la famosísima obra «El beso» está rodeado de expectativa. «Bosque de abedules» (1903), la obra que muestra un bosque con colores otoñales, también batió un récord pero a nivel mundial. Se vendió por 104,5 millones de dólares en una subasta en Nueva York de la colección de arte del cofundador de Microsoft, Paul Allen.
Gustav Klimt (1862-1918) fue un pintor simbolista austriaco y una de las figuras más destacadas del movimiento de la Secesión de Viena. Es conocido por sus pinturas decorativas y muy estilizadas, que a menudo presentaban temas sensuales y eróticos, así como patrones intrincados y colores vivos.
Klimt nació el 14 de julio de 1862 en Baumgarten, cerca de Viena, Austria. Mostró talento artístico desde muy joven y asistió a la Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde estudió pintura arquitectónica. Junto con su hermano Ernst y un amigo llamado Franz Matsch, Klimt formó una sociedad exitosa que ejecutó numerosos encargos públicos de murales y pinturas para techos en Viena.
En 1897, Klimt se convirtió en uno de los miembros fundadores de la Secesión de Viena, un grupo de artistas que pretendía romper con el estilo académico tradicional y promover nuevas ideas artísticas. Los secesionistas buscaron crear un arte que estuviera libre de las limitaciones del establecimiento y exploraron nuevas formas de expresión.
El estilo artístico de Klimt evolucionó a lo largo de los años. En sus primeros trabajos, se centró principalmente en temas históricos y alegóricos. Sin embargo, más tarde cambió hacia temas más íntimos y sensuales, particularmente con su icónica serie de pinturas con mujeres, incluyendo «El beso» y «Retrato de Adele Bloch-Bauer I».
Las pinturas de Klimt se caracterizan por sus detalles intrincados, ornamentación elaborada y una combinación distinta de realismo y simbolismo decorativo. A menudo incorporaba pan de oro y acentos metálicos en sus obras, lo que añadía una sensación de opulencia y lujo.
Durante su carrera, Klimt recibió elogios y críticas por su estilo provocador y poco convencional. Sus pinturas fueron controvertidas en su momento por su contenido erótico y simbolismo explícito. Sin embargo, su arte ganó una popularidad significativa y se convirtió en un artista célebre y solicitado.
Trágicamente, la vida de Gustav Klimt se vio truncada cuando murió el 6 de febrero de 1918 en Viena, durante la pandemia de gripe española. A pesar de su vida relativamente corta, su arte sigue siendo muy apreciado e influyente, y se le considera uno de los pioneros del arte moderno en Austria. Hoy, las obras de Klimt se pueden ver en museos y galerías de todo el mundo, y es venerado como una de las figuras más importantes de la historia del arte.