Enérgico repudio al conjunto de maniobras desestabilizadoras impulsadas por los sectores tradicionales del privilegio

El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos expresa su más enérgico repudio al conjunto de maniobras desestabilizadoras impulsadas por los sectores tradicionales del privilegio, cuyo propósito es defender sus intereses espurios a expensas del sufrimiento del pueblo argentino.
La sumatoria de acciones destinadas a boicotear la gobernabilidad democrática evocan los dramáticos momentos vividos por la joven democracia de nuestro país en 1989, cuando el gobierno constitucional del presidente Raúl Alfonsín tuvo que interrumpir anticipadamente su mandato presidencial.
Los reclamos extorsivos de fuerzas policiales, las corridas cambiarias estimuladas sistemáticamente por las corporaciones económicas y sus voceros mediáticos, no son meras coincidencias sino producto de una labor destituyente deliberada y articulada desde adentro y fuera del territorio nacional.
Aquellos que pregonan la necesidad del diálogo y la defensa de las instituciones, son los mismos que ponen obstáculos permanentes a las medidas gubernamentales destinadas a profundizar un proceso de crecimiento económico con inclusión social. En rigor, su objetivo no es dialogar para perfeccionar el modelo iniciado en mayo de 2003, sino interrumpirlo brutalmente para volver a las medidas neoliberales de las décadas pasadas. Y aunque no lo confiesen abiertamente, algunos de sus voceros hablan sin sonrojarse de la necesidad de recortar el gasto público, con el consiguiente recorte a los recursos destinados para mejorar la situación de los jubilados y pensionados, terminar con la Asignación Universal por Hijo y tantos otros logros de la última década.
Basta con mirar a Europa, para ver los estragos de las mismas políticas que pretenden imponer en la Argentina, con el pretexto de controlar la inflación y preservar las reservas en divisas.
Hay que tener fresca la memoria, para recordar que los promotores de estas medidas son los mismos que llevaron a nuestro país a la crisis descomunal que eclosionó a fines de 2001.
Lamentablemente, el poder real de la Argentina – los grandes grupos económicos concentrados y sus medios de comunicación – mantienen su predominio en la instalación del sentido común de gran parte de la población. De allí que sectores objetivamente beneficiados por las políticas públicas inclusivas de los últimos años hagan suyo el pernicioso discurso dominante.
Desde el movimiento cooperativo debemos dar muestras claras y contundentes de un respaldo irrestricto a las instituciones democráticas, contribuyendo a través de nuestra prédica y la práctica de la economía solidaria a sumar voluntades ciudadanas en defensa de la Constitución y de todos los logros obtenidos para el bienestar y la dignidad de nuestro pueblo.
Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Buenos Aires, 29 de enero de 2014