Enrique Avogadro es cuestionado entre otras cosas por privilegiar a artistas y organizadores militantes del sector del Macrismo y su Alianza de derecha y dejar fuera todo lo que tenga olor a peronismo, movimientos sociales y Cultura Underground, su gestión esta infestada de militantes de la Juventud PRO y seudoartistas gorilas.
Hoy no le duele, pero la historia será despiadada con su gestión. Haciendo un resumen rápido, su gestión es para señoras ricas, de barrio norte, barrios cerrados, gente «cheta» y sobre todo nada que tenga olor a cultura Ciudadana. Enrique Santos Discépolo lo definiría como un «aburrido» el tango que compuso para Taña. Los chetos nunca le aportaron nada a la cultura Porteña, por que no les da el cerebro.
La derecha cultural y la cultura de la papita en la boca que propone Enrique Avogadro nunca va a generar un gol cultural, por que por definición se deben colgar de artistas consagrados progresistas y los gorilas no pueden demostrar o aplicar ninguno artista solido en los últimos 200 años de hecho los festilinos o ferifiestas que organiza Enrique Avogadro son solo «globos» multitudinarios donde las estrellas son las hamburguesas, los carritos de venta de panchos, cocas y afiches le dicen «Food Truck» en tierras de Milongueros. Los inmorales nos han iguala’o. Si uno vive en la impostura. Y otro roba en su ambición…
Enrique Avogadro se saca un cero en el examen de gestión cultural porteña
En este marco los Premios Municipales generaron protestas, la Ciudad dio marcha atrás. Enrique Avogadro se puede definir por aplicar ajustes y políticas Macristas y definidas por sectores de una comisión para policial donde revisan al detalle cada arista que muestra el Ministerio que es un misterio como funcionarios políticos se hacen ricos y artistas se hacen cada vez más pobres.
Con el objetivo de abrir un canal de diálogo con las asociaciones del sector que cuestionaron la iniciativa, el ministro Enrique Avogadro aplazó el tratamiento en la Legislatura del proyecto que impulsó para cambiar los premios que destacan la labor en literatura, teatro, música y artes visuales.
«Nos pareció prudente responder el pedido que nos hicieron las organizaciones de la cultura», afirmó Avogadro.
El ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, aplazó el tratamiento en la Legislatura del proyecto que impulsó para cambiar los premios municipales que destacan la labor de los artistas en literatura, teatro, música y artes visuales con el objetivo de abrir un canal de diálogo con las asociaciones del sector que cuestionaron la iniciativa al considerar que no fueron consultadas y a la vez implicaba un «recorte» de fondos al área.
«Nos pareció prudente responder el pedido que nos hicieron las organizaciones de la cultura y postergar el tratamiento de la ley», afirmó Avogadro en declaraciones, en las que admitió también la posibilidad de que el texto original del proyecto enviado al Parlamento pueda tener «modificaciones» a partir de las sugerencias que reciban desde las asociaciones de los artistas.
La decisión del titular de la cartera de Cultura porteña, de esta manera, dio marcha atrás con la voluntad para que los diputados sancionaran, el jueves en la última sesión ordinaria del año, el expediente remitido hace una semana para cambiar el sistema de premios y concursos anuales que distinguen la labor de los trabajadores de la cultura en las disciplinas de literatura, teatro, música y artes visuales.
Enrique Avogadro no hace pie en la Cultura Porteña
¿Qué modificaciones propone el Ministerio de Cultura porteño?
Entre las principales reformas del proyecto figuran una suba del monto de los galardones, que en la actualidad ronda los 70 mil pesos para el primer premio y pasaría a ser de 500.000 pesos, en tanto que se contemplan 200.000 pesos para el segundo, y 60.000 para el tercero.
Además, establece una periodicidad anual para todas la categorías, amplía la cantidad de las disciplinas contempladas y altera el sistema de subsidios que se entregan a los ganadores de manera vitalicia.
Este último punto fue el centro de la controversia dado que establece que el beneficio solo podrá ser cobrado por aquellos artistas a partir de los 60 años de edad en el caso que sean mujeres y 65 años para los hombres, cuando en la actualidad es a los 50.
También, dejará de ser hereditario para el o la cónyuge ante el fallecimiento del titular y solo tendrán «derecho a una asignación equivalente al 50% los hijos menores de edad e hijos con discapacidad» y no será acumulable con una jubilación.
La propuesta generó una ola de críticas desde las asociaciones del sector que realizaron dos marchas, la última a la sede de la Casa de la Cultura en Avenida de Mayo al 500 y luego a la Legislatura porteña, para rechazar el proyecto tras evaluar que era “arbitrario e inconsulto» y para pedir por la postergación del debate parlamentario hasta 2022.
Al respecto, Avogadro contó que el martes mantuvo reuniones con los referentes de las organizaciones en el Teatro Colón y precisó que «dada la controversia que se generó, decidí participar de manera personal, dar la cara, como corresponde, para conversar ya que son instituciones con las que tenemos relaciones desde hace mucho tiempo».
«Por un lado hubo un consenso respecto de la necesidad de modificar los premios, pero también hubo -y con más fuerza- un reclamo de contar con más tiempo para tratar estas cuestiones», señaló y dijo que decidió postergar el tema para el año próximo dado que «es importante tener una reforma robusta que tenga el consenso del sector».
En ese sentido, afirmó que «desde ya existe la posibilidad de que el proyecto se modifique, porque sino sería necio invitarlos al diálogo y que después no se cambie absolutamente nada» y agregó que «el objetivo, a partir de ahora, es que exista todo el tiempo que se requiera para poder analizarlo y presentar propuestas».
Por último, el funcionario defendió la iniciativa para cambiar el esquema de los galardones a la Cultura como «una puesta en valor de los premios que son importantes para el sector, pero hace tiempo que no tienen el reconocimiento social que debieran tener».
«Planteamos una serie de cambios que los ´aggiornan´ y los actualizan para que recuperen el brillo que supieron tener y que sea un reconocimiento a los artistas», remarcó.
