Empezar un plan de alimentación siempre es un reto, ya que implica cambiar hábitos que han estado ahí por mucho tiempo. Algunas veces, debido a informaciones erroneas saboteamos los resultados esperados sin darnos cuenta.
• Saltarte comidas
Brincarte el desayuno o saltarte la cena definitivamente no es la opción para mantener un peso y alimentación saludables, ya que esto suele provocar a la larga una disminución en el metabolísmo. Así mismo se ha visto que la comida después de un período prolongado de ayuno suele ser más abundante y rica en alimentos con grasas y azúcares ya que es más difícil controlar los antojos. Procura realizar 3 comidas principales: desayuno, comida y cena; y 2 colaciones: una a media mañana y una a media tarde.
• Descuidar las porciones
Es tan importante la calidad de los alimentos que escoges como su cantidad. Cada persona necesita porciones adecuadas de todos los grupos de alimentos para tener una alimentación correcta. Utiliza el tamaño de tu mano para saber cuál es la porción adecuada para ti y controla lo que pones en tu plato de acuerdo a esta porción.
• Utilizar la comida como recompensa
La comida está estrechamente relacionada con nuestros sentimientos desde el principio de nuestra vida y por lo tanto solemos preferir unos u otros alimentos de acuerdo a nuestro estado de ánimo. Identifica si la ansiedad, la tristeza o la alegría te “invitan” a comer o a dejar de hacerlo; después intenta desvíncular tus habitos de tus emociones y reconéctate con tus sensaciones de hambre o saciedad para empezar a comer o dejar de hacerlo.
• No contar las calorías líquidas
Recuerda que algunas bebidas también aportan calorías y debes tomarlas en cuenta. Por ello, utiliza el agua para hidratarte constantemente, o bien prefiere bebidas sin azúcar o bajas en calorías.
• Pesarte todos los días
Subirte a la báscula todos los días no es aconsejable, pues, si lo que ves no es lo que esperas, podrás caer en un círculo de tristeza y frustación que puede jugar en tu contra. Recuerda que un plan de alimentación debe de ir más allá del peso; y que cada cuerpo es diferente; el resultado llegará si eres constante.
• No moverte
Llevar una vida sedentaria, aunque cuides tu alimentación, reducirá los buenos resultados que esperas, por eso te sugerimos hacer un esfuerzo y realizar alguna actividad física, no sólo le ayudarás a tu cuerpo a quemar calorías, el ejercicio te ayudará también a combatir el estrés y sentirte más relajada.
Como verás, los errores que sabotean tu dieta son sencillos de evitar si te mantienes firme en tu objetivo y llevas un estilo de vida saludable. Si te enfocas en que estás trabajando a favor de tu salud sumarás a tus metas un incentivo que te dará beneficios a largo plazo.
