El insomnio es una alteración del sueño normal y la incapacidad o dificultad para dormir. Consiste en no poder conciliar el sueño, padecer despertares durante el sueño, disminución del período de tiempo del sueño, disminución de su calidad. Esto provoca cansancio, lo que altera la vida diaria del que lo padece, afectando su rendimiento laboral o comportamiento social. Hay que tener en cuenta que no todos necesitan dormir las mismas horas, depende de la edad.
Este trastorno se da en un 20% de la población adulta, afectando más a las mujeres, los ancianos, las personas de un nivel socioeconómico alto y a los que padecen trastornos psíquicos, siendo estos grupos más sensibles a esta enfermedad.
Es importante cumplir los horarios habituales de acostarse y despertarse para ordenar el período de descanso. El desorden no se debe llevar a la cama. Haga que el lugar donde descanse sean lo más cómodos posibles, con el menor nivel de ruido posible, temperatura agradable, colchón y almohadas cómodas, la cama tendida correctamente.
Consejos:
-Cuando se acerque la hora de acostarse evite el consumo de sustancias estimulantes habituales como el café, las bebidas cola, el chocolate, el cigarrillo y el alcohol, y si es posible eliminarlos de sus hábitos.
-Evite todo aquello que puede estimular su mente, como la lectura, ver televisión o escuchar radio, jugar videojuegos, ya que de por sí acortan el período de descanso al practicarlos.
-Evite las charlas problemáticas previas a conciliar el sueño, lo que no se pudo solucionar en todo el día menos lo solucionaremos en la cama.
– Evite la automedicación y desoiga quien le aconseje que tome cualquier sedante o hipnótico, éstos deben ser indicados solamente por un médico.
Estos consejos son esenciales para obtener un mayor rédito a su descanso, si no es así es importante la consulta con su médico clínico ya que él puede orientarlo en la búsqueda de patologías no habituales que pueden alterar su sueño.
Por Dr. Guillermo Bordoli
Médico Clínico – MN 79593
