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García Cuerva arzobispo porteño

Comenzó misa de asunción de García Cuerva como arzobispo porteño, con la presencia del Presidente

La misa de inicio del ministerio pastoral de Jorge García Cuerva como nuevo arzobispo de Buenos Aires se desarrollaba esta tarde en la Plaza de Mayo, con la presencia del presidente Alberto Fernández, parte de su gabinete, dirigentes políticos y de diferentes ámbitos.

La ceremonia comenzó a las 14 en el interior de la catedral mientras que afuera, en la Plaza de Mayo, se congregaron fieles porteños y grupos de jóvenes y estudiantes de diferentes parroquias de Buenos Aires, en tanto que previamente -entre las 12 y 12.10- se hicieron repicar las campanas de todas las iglesias porteñas saludando al nuevo arzobispo.

De la ceremonia en la Plaza participan el Presidente, el canciller Santiago Cafiero, las ministras Kelly Olmos (Trabajo) y Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social); y los secretario de Culto de la ciudad, Federico Pugliese, y de la Nación, Guillermo Oliveri.

También asisten el precandidato a jefe de Gobierno porteño de Juntos por el cambio, Jorge Macri y el dirigente Federico Pinedo, entre otros.

La celebración comenzó en el interior de la catedral con la profesión de fe y el juramente de fidelidad de García Cuerva; y luego el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, le impuso el palio arzobispal que le fue entregado por el papa Francisco días pasados.

Luego, obispos y decenas de sacerdotes se trasladaron en procesión hacia el exterior de la catedral para dar inicio a la misa en la Plaza de Mayo, que será concelebrada por el presidente del Episcopado, Oscar Ojea y prelados de todo el país.

Sobre el altar dispuesto en la Plaza se dispuso el emblema episcopal de García Cuerva que, con la frase «No apartes tu rostro del pobre», está formado por cinco símbolos: la cruz, el báculo, la tierra, el techo de chapa -que refiere a las villas y la realidad de la pobreza- y la estrella.

De 55 años, García Cuerva es considerado un obispo de gran saber académico además de contar con una profunda inserción pastoral, especialmente en el ámbito carcelario, y con una importante trayectoria social en los barrios populares del conurbano bonaerense.

«Yo quiero ser el pastor de todos, especialmente de aquellas ovejas más heridas, de aquellas ovejas que más sufren, especialmente de aquellos que se sienten excluidos, marginados y aquellos que sufren la cruz del dolor de la enfermedad», dijo en sus primeras palabras tras ser conocida su designación, semanas atrás.

A fines de junio, el papa Francisco entregó el palio bendecido al nuevo arzobispo porteño, en una ceremonia en la Basílica de San Pedro en la que también animó a los responsables de arquidiócesis de todo el mundo a trabajar «en los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia y en la política».

La designación de García Cuerva se conoció el pasado 26 de mayo, luego de que el Vaticano aceptara la renuncia presentada por el cardenal Mario Poli, al haber cumplido 75 años -el 29 de noviembre de 2022 pasado- y lo designara administrador apostólico de Buenos Aires, con las facultades de arzobispo arquidiocesano, hasta la toma de posesión canónica de su sucesor.

Nacido el 12 de abril de 1968 en Río Gallegos, García Cuerva cuenta con una importante trayectoria académica -es abogado y teólogo- y además posee una profunda inserción pastoral: fue capellán de varios penales y secretario de la Pastoral Carcelaria del Episcopado y se desempeñó como párroco en la populosa villa La Cava, en San Isidro, así como en otras villas del conurbano bonaerense, un verdadero «pastor con olor a oveja», como suele definir Francisco a los curas con ese perfil.

«Aquí, en la diócesis del fin del mundo, fui aprendiendo a ser obispo diocesano junto al pueblo, soñando juntos un Iglesia hospital de campaña como nos dice el Papa», fueron unas de sus primeras palabras tras la designación, en una carta difundida a través de las redes sociales.

El exobispo auxiliar de Lomas de Zamora y actual obispo de Río Gallegos -cargo que ocupa desde enero de 2019- reemplazará al cardenal Poli, el sucesor de Jorge Bergoglio en la ciudad de Buenos Aires, que mantuvo un bajo perfil durante toda su gestión porteña.

El nuevo arzobispo porteño es hijo de Jorge Antonio García Cuerva -odontólogo, comodoro retirado de la Fuerza Aérea Argentina- y de Graciela García Cuerva -docente-; y es el mayor de cinco hermanos de una familia de clase media oriunda de la ciudad de Buenos Aires que se desplazó por unos años a Río Gallegos, donde nació.

En 1986, ingresó a la carrera de derecho en la Universidad de Buenos Aires, y al mismo tiempo comienza a misionar en los barrios populares de El Palito y El Garrote, en la localidad de Tigre. Ahí es cuando descubre su vocación sacerdotal que lo llevó a interrumpir sus estudios de abogacía, que retomó años mas tarde.

El 14 de marzo de 1989, García Cuerva ingresó al seminario de la diócesis de San Isidro y fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1997 en la Catedral de San Isidro por el entonces obispo Jorge Casaretto.

Como sacerdote, trabajó en la diócesis de San Isidro, donde inició su ministerio en los barrios populares del conurbano y fue vicario parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de la Cava, ubicada en La Cava, localidad de Beccar, una de las mas conocidas villas de emergencia.

En 2006 pasó a ser párroco de la Iglesia Santa Clara de Asís en la localidad de El Talar, partido de Tigre, en los barrios populares San Pablo y Almirante Brown; y en 2014 volvió a La Cava como párroco.

Fue miembro de la Comisión Nacional sobre la Drogodependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (hasta el año 2013).

En el ámbito de la pastoral carcelaria, fue capellán de unidades carcelarias en la provincia de Buenos Aires (desde el 2011); delegado diocesano de la Pastoral Penitenciaria (desde 1997); delegado regional de la Pastoral Carcelaria, y representante de América Latina y el Caribe ante la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica (ICCPPC) en 2010 y 2017.