Gilda 20 años, homenaje a nuestro ángel de la cumbia tropical.

Mañana es un día muy importante, a 20 años de su partida desde Leader Music queremos homenajear a nuestro ángel de la cumbia tropical. Gilda sigue presente y nosotros la recordamos con un nuevo disco lleno de éxitos «Un Amor Verdadero» podrás encontrarlo registrándote en nuestra DDM.

Te invitamos a descargar algunos éxitos como «No Me Arrepiento de Este Amor», «Fuiste», «Se Me Ha Perdido Un Corazón», «Paisaje» y «No Es Mi Despedida» HACIENDO CLICK AQUÍ

El 11 de octubre de 1961 nacía ella, Miriam Alejandra Bianchi (Gilda) quién vivió una infancia llena de fantasías y juegos.

Llamada Gil por sus conocidos, a los 9 años se muda junto a su familia a Villa Lugano, un lugar cercano de donde trabajaba su padre Omar, quién un año más tarde era víctima de una grave enfermedad.

Ingresando a la adolescencia, Miriam Alejandra acunaba sueños para su futuro mientras se vinculaba a la música con su madre Tita que daba clases de piano.

Terminó sus estudios secundarios prontamente y emprendió las carreras de maestra jardinera y el profesorado de educación física, pero por poco tiempo ya que debió abandonarlos para ayudar a su familia que comenzó a sufrir inconvenientes económicos.

Cuando tenía 29 años ya todos la conocían y llamaban Gilda y en ese momento se encuentra con un aviso clasificado que convocaba a vocalistas para un grupo musical. Allí decide concretar su sueño por la música y se presenta a la audición. Es una de las elegidas y comienza su carrera como cantante.

En ese momento conoce a Toti Giménez, que era compositor y tecladista del conservatorio. El quedó flechado desde el primer instante que la vio y en poco tiempo se convierte en el amor de su vida.

Toti se había alejado del conjunto que encabezaba Ricky Maravilla y decide formar una banda, La Barra, de la que Gilda era una de sus cuatro voces. La vida del grupo es efímera; solo dura dos presentaciones.
Juntos trabajan en el armado de un repertorio para lanzar la carrera de Gilda como solista. Sus primeros intentos para incursionar en la música bailantera fueron vanos, ya que varias productoras rechazaron su propuesta basándose en que ella no coincidía con el perfil de la cumbia.

La firmeza en la decisión de Gilda por hacerse camino en el mundo de la música hizo que insistiera en más de una oportunidad, hasta que en 1993, lanza su primer disco «De Corazón a Corazón».

Un año más tarde sale su segundo disco, Corazón Herido y luego editan su tercer disco «Pasito a Pasito», que incluye su primer gran éxito «No Me Arrepiento de Este Amor». En ese momento, después de múltiples desavenencias, llegan a nuestra discográfica y son parte de Leader Music, dándole su gran oportunidad con «Corazón Valiente» llega a la cumbre; es su disco más logrado y se convierte en el más vendido de su historia, comenzó exitosas giras, shows, sus fans se multiplicaron por miles y sus discos fueron editados en México, Paraguay, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Bolivia.

Gilda acaparaba éxito sin cesar. Estaba en el mejor momento de su carrera cuando la tarde del 7 de septiembre de 1996, camino a Chajari, en el Km. 129 de la ruta 12 un camión embistió al micro donde viajaba todo su equipo de trabajo. Siete personas fallecieron en el accidente: Gilda, su madre y su hija Mariel, junto a tres músicos de la banda y el chofer del bus. Salvan su vida su hijo Fabrizio y Toti Giménez.

Horas después del accidente, Toti Giménez pidió a Reynaldo Lío, el representante de Gilda, que buscara en el lugar del accidente un cassette donde ella grabó canciones destinadas a formar parte de una siguiente entrega y que formó parte de su disco póstumo. Entre las canciones estaba «No Es Mi Despedida», un tema que ella acaso guiada por un presentimiento, había reescrito días antes de su final. Así nació «Entre el Cielo y la Tierra».

Poco tiempo después, nace una creencia sobre los poderes de Gilda y comienzan a llamarla Santa Gilda. Sus seguidores le dedican oraciones y prenden velas a su imagen; le piden por salud, trabajo y esperan que ella los ampare con un milagro.

En su epitafio se puede decir que Gilda fue maestra, cantante, madre, pero por sobre todas las cosas una gran mujer que se animó a vivir su sueño y hacerlo realidad.