Ciclovía

Glovo, Rappi, PedidosYa o Uber Eats. Repartidores: «Somos mulas narcos precarizadas».

Los narcos con las aplicaciones Glovo, Rappi, PedidosYa o Uber Eats lograron el paraiso celestial del tráfico de drogas. Justamente sus inversores son los… narcos y usan a los trabajadores de mulas por centavos. Un negocio sobre ruedas, donde el culpable es el repartidor que nunca sabe lo que lleva.

Los repartidores de aplicaciones como Glovo, Rappi, PedidosYa o Uber Eats de Argentina han denunciado un incremento de casos en los que descubren ser utilizados para la entrega de drogas, en el marco de la cuarentena que rige en el país por el coronavirus.

Así lo denunció la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM), único gremio que cuenta con personería jurídica y convenio colectivo de trabajo, aunque existen otras organizaciones de ‘rapitendores’ en formación, que dicen representar al sector y han convocado a un nuevo paro para el próximo viernes, en reclamo de mejores condiciones laborales.

A través de un comunicado, ASIMM manifestó su «preocupación» por la utilización de las aplicaciones de entregas a domicilio para el «narcomenudeo», habida cuenta de que estas actividades ilícitas ponen en riesgo a los trabajadores, quienes, además de no estar amparados por las leyes laborales del país, se exponen sin saberlo a ser acusados de cometer un delito penal, que podría llevarlos a la cárcel.

«Los trabajadores no pueden ser utilizados para fines delictivos. Las responsabilidades penales caen sobre el eslabón mas débil», indica el texto.

La agrupación sindical difundió imágenes y capturas de pantalla de grupos de WhatsApp, donde repartidores expresan sus temores al encontrar drogas en los paquetes que están trasladando. «Somos mulas narcos precarizadas», comenta uno de los trabajadores a sus colegas.

La situación no es nueva sino que se viene denunciando desde 2018, según explicaron las autoridades de ASSIM a RT. Sin embargo, desde que rigen las medidas de aislamiento social, los casos se han «duplicado». La actividad ha sido declarada exceptuada de cumplir la cuarentena por el Poder Ejecutivo Nacional y, por ende, los repartidores puede trabajar durante la pandemia, debido a que se trata de un servicio ‘esencial’.

Esta problemática no es exclusiva de Argentina, sino que afecta a los ‘riders’ de todo el mundo, especialmente durante el confinamiento por la crisis sanitaria.

«Las empresas no quieren discutir ni siquiera la cuestión de la relación laboral, pero esto me parece que es un problema que va todavía más allá», dijo el responsable del sector Inspecciones y Encuadramiento del gremio argentino, Gonzalo Ottaviano, en diálogo con este medio.

Según el miembro de ASIMM, el hecho de que algunas de estas aplicaciones otorguen la posibilidad de «pedir lo que sea», ofreciendo, además del reparto de comida, un servicio de mensajería no regulado, se presta para el reparto de drogas. De esa manera, los rapitenderos están expuestos a ser utilizados como ‘mulas’ para el narcotráfico, con la posibilidad de ser detenidos, allanados en sus domicilios, y tener problemas legales graves, lo que, en el caso de ser extranjeros, como ocurre con la mayoría, los pone a riesgo de ser deportados.

LA TRAMPA

Para la policía, cualquier objeto que tenga el trabajador en la maleta es de su propiedad hasta que se pruebe lo contrario.

Al ser considerados como monotributistas autónomos por las empresas de entrega a domicilio, estas no se hacen cargo de la mercadería que estén recogiendo, trasladando y entregando.