Grieta es Precipicio: Los detenidos por los incidentes de Plaza de Mayo aguardan el inicio de la indagatoria

Los 31 detenidos por los incidentes del viernes último en el centro porteño luego de la marcha para reclamar la aparición con vida de Santiago Maldonado, aguardaban en los Tribunales Federales de Comodoro Py el inicio de las indagatorias en la causa en la que se los acusa de intimidación pública, y atentado y resistencia a la autoridad.

Si bien la convocatoria del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi había sido realizada para las 8 en esa sede tribunalicia, cerca de las 13 el trámite no había arrancado, lo que generó el rechazo de los abogados de la Coordinadora de Acción contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) que asisten a los detenidos en estas actuaciones.

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Solicitamos con urgencia la presencia del juez Di Giorgi en Comodoro Py

«Mientras nosotros estamos aquí desde las 7:30 y en el juzgado nos dicen los empleados que tienen todo listo para poder empezar con las indagatorias que estaban citadas a las 8, éstas no pueden comenzar porque el juez no ha llegado todavía a los tribunales», se quejó la titular de la Correpi, María del Carmen Verdú. La abogada hizo declaraciones a los periodistas en la puerta de la sede de los tribunales federales en el barrio porteño de Retiro, donde se congregó una manifestación en apoyo a los detenidos, convocada por la Correpi y por organizaciones políticas y sociales.

Hoy, a primera hora, los 31 detenidos por los incidentes registrados el viernes último en la zona de Plaza de Mayo y el Congreso tras la masiva marcha en reclamo de la aparición con vida de Santiago Maldonado fueron trasladados hacia los tribunales de Comodoro Py a la espera de ser indagados por el juez Martínez de Giorgi. Allí, los detenidos permanecían alojados en la alcaidía de la planta baja de la sede tribunalicia a la espera de ser trasladados al cuarto piso, donde se encuentra el Juzgado Criminal y Correccional Federal número 5, a cargo en condición de subrogante del juez Martínez de Giorgi.

La grieta es un abismo
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló hoy que «lo que no escuchamos para nada es el repudio a la violencia» respecto a los sucesos producidos en El Bolsón contra personal de Gendarmería, de quienes agregó que «son trabajadores y no puede ser que haya silencio respecto a esos ataques» que se produjeron ayer, tras el acto para pedir por la aparición de Santiago Maldonado.

En distintos momento de diálogo que sostuvo con las radios Continental y Mitre, el jefe de Gabinete se refirió a los incidentes posteriores al acto por la aparición de Santiago Maldonado y al diálogo que mantuvo -entonces- con el presidente Mauricio Macri. «Hablamos anoche, y hoy también», afirmó, y contó que abordaron «la preocupación que generan estos incidentes y de la clara condena a la violencia».

Jefe de Gendarmería negó detenciones en el operativo de Chubut
El segundo jefe del Escuadrón 36 de Esquel de la Gendarmería Nacional, Juan Pablo Escola, aseguró que no se detuvo ni se mató «a nadie» en el operativo que él encabezó el 1 de abgosto pasado en la comunidad mapuche Cushamen, en el noroeste de Chubut, donde fue visto por última vez el joven Santiago Maldonado.
«El 1 de agosto no detuvimos a nadie, no matamos a nadie, no estuvimos ni cerca de detener a alguien. Duermo tranquilo; actuamos correctamente», aseguró Juan Pablo Escola, segundo jefe del Escuadrón 36 de Esquel, en declaraciones que publica este domingo el diario Clarín.

Afirmó que en ningún momento del operativo los gendarmes estuvieron «a menos de 40 metros» de la comunidad mapuche, que los agentes de esa fuerza de seguridad no llevaban «armas 9 milímetros» y que «ningún arma de guerra fue usada».

Aseguró también que «no estaban las condiciones para detener a uno de ellos», al salir al cruce de testigos que dijeron haber visto cuando Maldonado era apresado por gendarmes a la vera del río Chubut. «No ocurrió; no estaban las condiciones para detener a uno de ellos», afirmó Escola, quien sostuvo que los gendarmes quedaron «a varios metros de la costa del río» y no llegaban a ver dónde se encontraban las personas de la comunidad.