HAY ÍNDICES QUE ASUSTAN. El porcentaje de obesos en la Argentina son más que preocupantes.

En el comienzo de este 2013, el Dr. Máximo Ravenna, refuerza con datos más que contundentes la lucha para evitar las consecuencias negativas que el sobrepeso y la obesidad vienen deparando sobre quienes padecen estas anomalías alimentarias. Los datos de muertes en todo el mundo y el porcentaje de obesos en la Argentina son más que preocupantes. Los obesos mayores de 40 años tienen la propensión a morir entre seis y ocho años antes de lo que se esperaría en condiciones normales.

El reconocido especialista destaca el índice de mortalidad que acarrean las enfermedades derivadas de estas patologías en nuestro país y afirma que “a nivel local matan a unos cuarenta mil argentinos por año y en el ámbito internacional suman alrededor de tres millones de fallecidos durante el mismo período”.

“La acumulación de tejido adiposo hace que indefectiblemente una persona se enferme antes de lo que lo hubiera hecho con otro estado físico” dijo Ravenna, y agregó “los obesos le entregan a su organismo un grado mucho menor de longevidad y una mayor propensión a la mortalidad temprana”.

En cuanto a las patologías más comunes, Ravenna plantea que “todo tipo de cardiopatías, diabetes y la hipertensión encabezan la lista de enfermedades derivadas de los trastornos alimentarios en su conjunto y, a su vez, también retroalimentan el circuito de autodestrucción inconsciente”.

El amplio crecimiento de estas enfermedades sobre la población se corresponde directamente con la notable proliferación de la obesidad como pandemia en todo el mundo.

El creador del método de adelgazamiento más exitoso de la Argentina dijo que «la sociedad actual brinda un muy fácil acceso a la denominada comida chatarra, que es barata, rica y satisface, lo cual junto con el sedentarismo han fomentado también un vertiginoso crecimiento de la obesidad infantil en nuestro país», y agregó que “estos factores también arrojan datos a temer, dado que muestran que se está forjando una generación de entre un 35 y 40% de infantes con enfermedades relacionadas al tejido adiposo como ser trastornos alimentarios tempranos, hernias de disco, piernas en forma de x, etc., cuando hace treinta años atrás el porcentual era sólo de unos 12 puntos”.

Al respecto, el psicoterapeuta se centró a nivel nacional y recordó que “según la última Encuesta de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud de la Nación, más del 60 % de los argentinos son gordos con un porcentaje promedio de exceso de peso que trepó del 14,6% en 2005 al 18% en 2009 y que actualmente ya corre por sobre los 20 puntos”. Otro dato importante es que creció la inactividad física en el país. Trepó del 46,2% al 54,9%, mientras que descendió la ingesta diaria de frutas y verduras, que cayó entre uno y tres puntos porcentuales en un lustro.

«Han cambiado los esquemas físicos y sociales que hacen que en el mundo y en la Argentina esté creciendo la obesidad», definió el especialista, y agregó que “los índices que marcan un crecimiento en el sedentarismo se deben, entre otros conceptos, al aumento del parque automotor, a la aparición de nuevas tecnologías como internet y los videojuegos, lo que hace que se esté más tiempo sentado frente a la PC y a la TV que haciendo actividades que incluyen movimiento y desgaste de calorías”.

Ravenna manifiesta que “los índices de muerte por obesidad se acercan cada vez más a los relacionados con los decesos ligados al tabaquismo, con lo cual, la ingesta desmedida de comida, a modo de adicción, inevitablemente acelera un proceso negativo que termina con la muerte”, y cerró expresando que “la gordura se coloca acompañando al tabaquismo a la cabeza de la lista de enfermedades que provocan una muerte previsible ya que, según la experiencia actual, los obesos mayores de 40 años tienen la propensión a vivir entre seis y ocho años menos de lo que lo harían en condiciones normales”.

Ante esto, el también miembro adherente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA) recomendó a quienes sufren esta enfermedad “reconocer el problema y tratarse inmediatamente para cortar con los malos hábitos y empezar a educarse en el marco de la alimentación y los ejercicios saludables”.