Manuel Belgrano

Himno Nacional Argentino

Día del Himno Nacional Argentino: la verdad no contada sobre su origen

El 11 de mayo de 1813, la Asamblea General Constituyente del Año XIII aprobó lo que se llamó «Marcha Patriótica» que, con los años y varios cambios, se convirtió en uno de los símbolos del país. Pero la historia no oficial difiere, y mucho, del relato que ha llegado hasta nuestros días y hemos aprendido casi de memoria desde el primario.

Además del idioma y de las costumbres que se cultivan, un país construye su identidad a través de los símbolos patrios que datan desde sus primeros años como Nación y en el caso de Argentina tenemos algunos ejemplo como: la bandera, el escudo, la escarapela y el himno. De este último nos ocuparemos en esta nota y de aquella historia pocas veces contadas sobre su origen.

Lo que sabemos del Himno Argentino es lo que nos han dicho en el colegio y hemos repetidos a través de los años: la letra pertenece a Vicente López y Planes, la música de Blas Parera y fue tocado por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo de 1813. Bueno, la verdad es que no todo el relato que se ha reproducido generación a generación es asertivo.

Primero es que el Himno no se llamaba así a principios del siglo XIX, el Triunvirato -el órgano ejecutivo que gobernó de 1811 a 1812- vio con buenos ojos que el pueblo tenga un canto que los represente y el 22 de julio de 1812 se le pidió al Cabildo mandar a componer «la marcha de la patria». La Asamblea del Año XIII, el congreso de diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata, ordenó en marzo de ese año que se aprobara una letra. dos meses después -el 11 de mayo- Vicente López y Planes presentó un borrador, que solo le llevó una noche escribir, y que gustó a todos.  Fue así que se aprobó la «Marcha Patriótica», pero faltaba un detalle: la música.

Acá entra en escena Blas Parera, o Blai Parera i Mont, un español de Murcia que desde chico se dedicó a la música y llegó a estas tierras en 1797. Aquí daba clases de violín, piano y laúd; pero cambió las notas por las armas cuando peleó como voluntario en las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Parera asistía con frecuencia a las tertulias de Mariquita, en una de esas noches fue que el poeta Esteban de Luca leyó las estrofas de López y Planes y le propusieron componer la música en el piano de los Thompson y luego en el de la familia De Luca. Se cree que se inspiró en el Himno de David.

Las versiones de cuando se tocó por primera vez, letra y música, han diferido durante los años. Pero Vicente Fidel López -nieto del letrista- afirmó que fue en el salón del Consulado en mayo de 1813 y que el 25 de mayo se presentó a la sociedad en la Plaza de la Victoria. Para ese entonces se llamaba Canción Patriótica Nacional o simplemente Canción Patriótica. ¿Los primeros autores cobraron algo? Si y no, a Parera se le pagó 200 pesos, pero López no quiso dinero.

La versión original tenía una duración de 20 minutos y se cree que ya para la década de 1840 toda la población lo llamaba Himno Nacional Argentino, de hecho, la copia más antigua donde figura con ese nombre data de 1847.

Juan Pedro Esnaola le realizó los dos primeros arreglos musicales: el primero en 1847 y el otro en 1860. En cuanto a la letra, algunas estrofas debieron ser eliminadas por su contenido de odio para con España: “…a esos tigres sedientos de sangre fuertes pechos sabrán oponer”; “…al ibérico altivo león” o “Son letreros eternos que dicen: aquí el brazo argentino triunfó; aquí el fiero opresor de la Patria su cerviz orgullosa dobló”.


Para 1928, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, se estableció que se respete lo que ordenó en 1900 el entonces primer mandatario Julio A. Roca: que se canten las primeras cuatro y últimas cuatro estrofas y quedaran los arreglos de Esnaola.

El 24 de abril de 1944, por el decreto 10.302, la marcha fue oficialmente aprobada como Himno Nacional Argentino.

Himno Nacional Argentino

Originalmente fue denominado Marcha patriótica, luego Canción patriótica nacional, posteriormente Canción patriótica hasta que desde 1847 se denomina «Himno Nacional Argentino».

El 24 de mayo de 1812 se presentó en la Casa de Comedia la obra teatral «El 25 de Mayo» referida a la Revolución de Mayo de 1810. En el cuadro final, los actores corearon un himno escrito por Morante con música de Blas Parera. Uno de los espectadores, Vicente López y Planes, escribió esa misma noche la primera estrofa de un himno para reemplazar al de Morante.

Poco después, el Triunvirato pidió al Cabildo que mandase a componer «la marcha de la patria», para ser ejecutada al principio de las funciones teatrales; el público debía escucharla de pie y descubierto, así como todos los días en las escuelas al finalizar las clases.

El 6 de mayo de 1813, La Asamblea General Constituyente ordenó componer la letra del himno y lo aprobó cinco días después como «Marcha Patriótica». De inmediato, convocó a Blas Parera para agregar la partitura. Según la tradición, el 14 de mayo de 1813 se cantó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. El 28 de mayo se cantó en el teatro durante una función patriótica.

La letra era marcadamente independentista y anti española, según el espíritu de la época. Tiempo más tarde, la Asamblea del año XIII pidió una corrección del texto, para que el himno fuera más acorde con las novedades políticas. Inglaterra se oponía a los intentos de autonomía en las colonias de España, su aliada en la guerra contra Napoleón. Desaparecieron, entonces, las expresiones «se levanta a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación».

En 1860, la música del himno experimentó algunas modificaciones realizadas por Juan Pedro Esnaola, basándose en anotaciones manuscritas del compositor.

Más tarde, durante su segunda presidencia, Julio Argentino Roca, dictó un decreto el 30 de marzo de 1900. Dispuso que “En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813.»

Finalmente, el 24 de abril de 1944, el Poder Ejecutivo dictó el decreto 10.302, según el cual la Marcha fue aprobada como Himno Nacional Argentino. En la actualidad rige la versión del Himno Nacional según la transcripción de Luis Lareta, en atención a lo acordado el 25 de septiembre de 1928 por el Poder Ejecutivo.

Para la Masonería Argentina, la celebración del bicentenario del Himno Nacional adquiere un valor especial que se suma a su contenido intrínseco como canción patria. Su autor, Vicente López y Planes, fue iniciado masón en la Logia Lautaro de Buenos Aires. Además, su Canto al trabajo fue adoptado como Himno Masónico Argentino en 1857 por decisión de Miguel Valencia, Gran Maestre del Gran Oriente de la Confederación Argentina.

Vicente López y Planes prestó otros servicios en los albores de nuestro país. Luchó contra las invasiones inglesas en el Regimiento de Patricios y en 1808 presentó su obra poética El triunfo argentino, referida a la victoria de las tropas patrióticas. Participó luego en los sucesos de mayo de 1810, fue secretario auditor durante la primera expedición libertadora al interior, secretario del Primer Triunvirato y miembro de la Asamblea General de 1813. López y Planes fue secretario del Directorio durante las gestiones de Balcarce y Pueyrredón. Ejerció la Presidencia interina de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1827 y en 1828 Manuel Dorrego lo designó gobernador de la provincia de Buenos Aires; en tiempos de Rosas integró el Tribunal Superior de Justicia.

Volvió a ser gobernador interino de la Provincia de Buenos Aires después de Caseros y durante esa gestión autorizó la expropiación de las propiedades de Rosas y otros integrantes de ese gobierno, restituyó los bienes que habían sido confiscados, favoreció la libertad de expresión y de prensa y sentó las bases de la nueva institucionalidad. En ese rumbo suscribió el Pacto de San Nicolás, pero presentó su dimisión indeclinable cuando la Asamblea de Buenos Aires rechazó ese Acuerdo.

En clave masónica, el Himno Nacional subraya tres veces la palabra “libertad”. Es el número 3 uno de los soportes simbólicos de nuestra Institución que se repite en otras estrofas, en tanto que la libertad es la base de la tríada masónica esencial, junto a la Igualdad y la Fraternidad.

Ángel Jorge Clavero Gran Maestre