Indec: Se necesitaron $31.934 para no ser pobre.

La canasta básica subió 2,5% en julio y una familia necesitó $31.934 para no ser pobre, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

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En lo últimos doce meses la canasta básica aumentó un 58,6%, en línea con la suba de precios general, y en lo que va del año, 25,3%.

El instituto estadístico también comunicó que una familia tipo debió tener $12.773,78 para no caer bajo la línea de la indigencia porque la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se encareció 2,9% en julio.

Con estos resultados alarmantes se confirma que el macrismo pasó de la mentira electoral de “pobreza cero” a niveles récord en ocho años de pauperización social. Solo en un año (de 2017 a 2018) pasó de un 26,7 % a un 31,3 %.

La estimación de la UCA pretende “monitorear la evolución de la Deuda Social entendida como privaciones injustas que afectan el nivel de vida y las estructuras de oportunidades de integración social”.

La pobreza multidimensional medida por la UCA incluye a los pobres en la medición por sus ingresos y a quienes padecen al menos una carencia de una serie de derechos sociales y económicos (alimentación y salud, servicios básicos, vivienda digna, medio ambiente, accesos educativos y empleo y seguridad social).

Según esta estimación, el aumento del déficit social que aumenta a medida que más personas caen en la pobreza implica que:

Seis de cada cien hogares urbanos pasan hambre de manera frecuente. Esos hogares representan el 7,9 % de población, asimilable a niveles de 2009.
1,7 de cada diez hogares no logra cubrir sus necesidades básicas de salud. Esta problemática afecta al 22 % de la población urbana.
Tres de cada diez hogares urbanos no cuenta con red de cloacas.
Uno de cada diez hogares urbanos no cuenta con servicio de red de agua potable.
Catorce de cada cien hogares habitan en viviendas precarias y al menos ocho de cada cien no cuentan con baño y conviven hacinados. El 27 % de la población habita en hogares con alguno de este déficit.
Casi dos de cada diez hogares residen en espacios medio ambientales no adecuados, sea porque no cuenta con servicios de recolección de basuras, vive cerca de industrias insalubres o de espejos con agua contaminada.
Una de cada diez personas presenta déficit educativo.
Tres de cada diez hogares registran algunos de estos problemas: 3 % de los niños de entre 4 y 17 años no asiste a la escuela, 23 % de los jóvenes no terminó el secundario y 10 % de los adultos no terminó el primario.
El 30 % de los hogares se encuentra marginado de los derechos laborales. Al menos 28 % de hogares no tienen ningún vínculo con el sistema de la seguridad social y 4 % registra situaciones de desempleo estructural (de larga duración). En estos hogares vive el 34 % de la población urbana.