Insaurralde y Redrado, la “antipolítica” en la política. Por Leo Anzalone

La farandulización y mediatización de la política siempre fue representada en la figura del menemismo y los denostados años 90, pero es una moda que sigue hasta nuestros días, profundizada por la preocupante falta de ideas y por creciente consulta a los gurúes publicitarios en vez de dirigentes con experiencia política y territorial.

El problema no es que se usen como candidatos a famosos para nutrir listas, porque la política es para todos, sino que el problema son los métodos que se usan. Hay muchos que vienen de otros “palos” y llegaron a la política para aprender y quizás tengan buenas intenciones, por eso probablemente es más triste ver a aquellos que tienen formación política, técnica o militante pero utilizan lo que tienen a su alcance para sumar popularidad, por más que eso exponga sus miserias.

No hay político que no haya esperado que Marcelo Tinelli lo nombrara en su programa, para más allá del costo que eso le represente puedan al menos sumar algo de conocimiento popular, bajo la premisa de “si está en la televisión existe un poco más”.

Así desde hace más de un año se mueve Martín Insaurralde, quien no parece destacarse en ningún aspecto, pero encontró en la mediatización o mejor dicho, en las mediáticas, un arma infalible, primero intentó con Florencia Peña, pero luego de un coqueteo parece que la actriz no aceptó las condiciones del “contrato”. De todas formas el lomense halló en Jesica Cirió, más allá del amor, la dosis de TV que necesitaba y así fue como la mitad de la campaña del año pasado la pasó en los estudios de Ideas del Sur, aunque, como era previsible, eso no lo ayudó a ganar.

Pero no fue Insaurralde el único que conoció las mieles de las chicas de la tele, Martín Redrado, que viene del establishment económico y se pasó a la política, parece haber conocido un nuevo paraíso tras su relación con la super mediática Luciana Salazar que catapultó al ex presidente del Banco Central y lo convirtió de un economista almidonado a un “Sex Symbol”. Ambos parecen estar viviendo una adolescencia tardía, trayendo dolores de cabeza a sus espacios. Pero no hay que confundirse, tal vez con estas chicas consigan ganar popularidad, pero para ganar votos se necesita mucho más porque la gente no es tonta y no compra espejitos de colores. Scioli sabía en que se metía con Insaurralde porque más allá de todo fue una orden de Cristina que él sea el candidato y sabemos la debilidad de la presidenta por los jóvenes “fashion”, no olvidemos que el intendente de Lomas no solo se la paso en lo de Tinelli sino que la presidenta hasta lo llevó a Brasil a saludar al Papa, era parte del show. Pero en el caso de Massa y su proyecto la cosa fue diferente, vio en Redrado un economista para sumar y las luces encandilaron al “Golden boy”, Massa podría parafrasear al “Bambino” Veira, “pedí un Cuatro y me trajeron un pomelo” o quizás el ex intendente de Tigre diga, “quise sumar un economista e inventé un Matías Alé”.

Es cierto que no es nuevo, y fue el menemismo quien hizo de esto una forma de actuar. El ex presidente vio en Carlos Reutemann alguien que podía usufructuar su conocimiento público para la política y así fue. Después Menem volvió con esa estrategia pero esta vez con Daniel Scioli y también le sirvió, un poco más lejos podemos hablar de Ronald Reagan, actor norteamericano que luego fue presidente, solo por nombrar algunos casos. Esto demuestra que no importa de donde se venga sino a donde se va, el mismo Reagan fue presidente 8 años y muchos americanos, según encuestas, lo ven como uno de los mejores presidentes que tuvieron.

Cada uno deberá responder por sus acciones, lo cierto es que en momentos críticos como los que transitamos bueno sería que aquellos que pretenden tener un rol en la política se lo tomen con la seriedad necesaria, solo así se reivindicará un sistema que viene vapuleado, porque la política es un arma transformadora para la vida de la gente y la televisión es un arma transformadora solo para los miembros de la farándula, sino que hablen con Adrián Suar y les pida un lugar en la ficción, ahí tampoco conseguirán votos pero sí la popularidad que tanto los seduce.

*Dirigente de Peronismo Para Todos – Universidad Para Todos – Partido Acción Común

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