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Inseguridad en Palermo: Michel Gustavo Klein, apuñalado en Las Cañitas. Gorostiaga al 1600

El Gobierno no da respuestas contundentes, se le ríen en la cara a los damnificados. No le encuentran la vuelta a solucionar el problema de inseguridad del Barrio de Palermo, NO lo quieren hacer o liberaron la zona para perjudicar a Larreta o una cosa u otra cosa. Es evidente. Klein tiene diagnóstico de cuadriplejia y el caso fue caratulado como «robo y lesiones». Todavía estamos esperando que la Policia y la Justicia encuentren al que le disparó al turista que le cortaron la pierna. Es decir, estamos en manos de nadie. El estado tiene cámaras para determinarlo todo al instante, no entendemos el por que no quieren detener a los delincuentes. Tenemos un problema, estamos en campaña.

«El Sanatorio de la Trinidad Palermo informó que fue derivado a esta institución el paciente Michel Gustavo Klein, de 34 años de edad, por presentar heridas de arma blanca a nivel cervical posterior», señala el comunicado del nosocomio.

«Actualmente, se encuentra internado en el área de Cuidados Intensivos con signos de lesión medular y está en seguimiento por los Servicios de Neurocirugía, Neurología, Traumatología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Su pronóstico es reservado», informa el parte médico difundido por el Sanatorio de la Trinidad.

«Aún no se puede decir que quedará cuadripléjico o hemipléjico».

Este jueves a la mañana, el parte oficial difundido por la «Policía de la Ciudad» indicaba que «el damnificado fue trasladado al hospital Fernández y de allí derivado a la Trinidad con diagnóstico Cuadriplejia», lo que generó un gran malestar en la comunidad palermitana, teniendo en cuenta el verso de seguridad que vende el Gobierno.

Un pibe normal y tres delincuentes.
Ahora le tocó a Michel Gustavo Klein, un querido vecino que volvía a su casa en la madrugada del miércoles por la calle Gorostiaga al 1600, fue interceptado por un grupo de ladrones, delincuentes que lo apuñalaron con un cuchillo en la nuca. No se comprende por que no mira la justicia las camaras payasescas que se mueven como robots. DIgase las tres cámaras direccionales con el domo girando a lo bobó. ¿Para qué ponen cámaras, si no, se identifica y castiga a los delincuentes al instante? EL fiscal se la pasó tomando mate como toda la fiscalía en su conjunto, a duras penas escribieron unas líneas.

En la Ciudad de Buenos Aires el delito aumentó un 118% entre 2008 y 2009, conservando aún una tendencia en alza hasta este 2018, con proyecciones alarmantes sin que el Ministerio de Seguridad, digamos pato, haga algo, o invente algo o aplique una política seria en materia de seguridad Ciudadana.

Solo pintan comisarías, plotean autos y nada más y se nota.

El joven que se encuentra internado en La Trinidad de Palermo llegó a decirle a la policía que le robaron cuando una patrulla lo encontró tendido en el suelo. El hombre de 34 años volvía a su casa cuando un grupo de ladrones lo interceptó y le clavaron un cuchillo en la nuca. Las Cañitas: lo apuñalaron en la nuca para robarle y quedó cuadripléjico.

En la Ciudad de Buenos Aires el delito con motocicletas aumentó un 118% entre 2008 y 2009, conservando aún una tendencia en alza hasta este 2018, con proyecciones alarmantes sin que el Ministerio de Seguridad haga algo, o invente algo o aplique una política seria en materia de seguridad Ciudadana, Solo pintan comisarías, plotean autos y nada más.

La modalidad delictiva conocida como «motochorros» no para de crecer en la Argentina y sobre todo en el Área Metropolitana, a tal punto que en el primer mes del año hubo un incremento del 20% en este tipo de delitos que se cometen a un ritmo de alrededor de 2.300 por mes y cada vez resultan más violentos para las víctimas.

Se denomina motochorro al delincuente que hace uso de una motocicleta para cometer un robo. La palabra es un neologismo usado en Argentina, Chile y Paraguay, combinación de las palabras moto y chorro («ladrón»), aparecida a partir del año 2008 en los medios y tomada de la jerga policial. Generalmente trabajan de a dos en calles céntricas. Mientras el conductor se aproxima a la víctima, el acompañante le roba la carteras o portafolios para fugarse inmediatamente. Otra modalidad es la de las salideras bancarias: Dos personas circulan en la moto, y un tercer miembro actúa como “entregador”, que puede ser un empleado de una entidad bancaria o alguien disimulado entre los clientes de la entidad. Una vez seleccionada la víctima, el “entregador” la marca avisando por teléfono celular o saliendo de la entidad detrás de la persona y gestualizando a sus compañeros. Inmediatamente la víctima comienza a ser seguida por dos delincuentes en moto. Alejados unos metros del banco, el motociclista aborda a su víctima velozmente y el acompañante le quita el portafolios, mochila o cartera donde lleva el dinero, fugándose inmediatamente después.