cajero Bitcoin 24horas

Instalaron el primer cajero para criptomonedas en Palermo Av. Santa Fe 4846

El primer cajero para criptomonedas que estará operativo 24 horas durante todo el año ha sido instalado en el barrio de Palermo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Este es el décimo cajero instalado por Athena Bitcoin Argentina, una plataforma de compra y venta de bitcoin fundada en 2013, con sede en Chicago. El cajero se encuentra operativo en la Av. Santa Fe de Palermo.

La información fue difundida este 16 de abril. En esta ocasión, Athena Bitcoin arrendó un kiosko que funciona 24 horas en Av. Santa Fe 4846 de Palermo , por lo que cualquier usuario de bitcoin podrá intercambiar pesos por BTC o conseguir efectivo a cambio de criptomonedas. Argentina ha liderado la región en la incorporación de este tipo de sistema de intercambio durante el 2018.

Santiago Molins, jefe de tecnología de la información e innovación de Athena Bitcoin Argentina, quien indicó que la startup ha estado considerando la posibilidad de incorporar litecoin al servicio, pero se encuentran estudiando la demanda real de este criptoactivo en el mercado argentino, por lo que han postergado su incorporación.

Desde la primera incursión de esta compañía en el mercado de cajeros automáticos para criptomonedas en Latinoamérica ha pasado casi año y medio. Athena Bitcoin presentó el primer cajero de este tipo en la región el 4 de diciembre en la ciudad de Bogotá, Colombia, durante LaBitConf. Desde entonces han sumado unos 17 cajeros al mercado de este país.

Para utilizar el cajero solo es necesario poseer un monedero de criptomonedas, verificar un número de celular para recibir un mensaje SMS con un código QR y esperar el recibo. Las transacciones demoran aproximadamente diez minutos. También es posible realizar una transacción con un monedero de papel, pero hay que descargar una billetera que permita interactuar con estos, como los de EDGE o Coinomi, porque necesitas escanear el código QR que proporcionan este tipo de cartera.

Bitcoin es una moneda: tal como lo es el dólar, el euro, el yen o cualquier otra moneda local en la que se pueda pensar. Sus usos son exactamente los mismos. Lo que marca una gran diferencia con las llamadas monedas fíat (aquellas emitidas y respaldadas por un banco central) es que no existe de forma física. Se trata de una moneda digital que solo existe en la cadena de bloques o blockchain que la soporta y debido a un sofisticado proceso de verificación (consenso) de transacciones, no puede gastarse dos veces. Cada bitcoin — o porción de él — es único, pues cada transacción se registra públicamente (aunque sin datos personales) en un gran “libro” digital de contabilidad elaborado con complejas estructuras criptográficas, llamado blockchain o cadena de bloques. Por ello bitcoin es llamado ‘criptomoneda’ y es tan sólo la primera de su tipo.

Los usuarios pueden manejar sus fondos con monederos digitales que tienen tanto una llave pública (equivalente a un número de cuenta bancaria) como una llave privada (equivalente a la contraseña de la cuenta bancaria). Con ambas es posible realizar transacciones financieras desde cualquier lugar del mundo y en todo momento, por lo que, además, resulta una moneda que no posee ataduras territoriales, como sí las posee el dinero fíat. Del mismo modo que cualquier otra moneda, es posible intercambiarla por dinero local, para lo que existen casas de cambio o plataformas como LocalBitcoins, que funcionan en todo el mundo.

Se abrevia como BTC, y mientras que la plataforma en su totalidad se escribe con B mayúscula, ‘bitcoin’ en minúscula alude sólo a las unidades de la moneda.

Bitcoin es un sistema digital: además de ser una moneda, Bitcoin tiene un valor muy importante como sistema digital, pues se trata de la primera blockchain existente. La tecnología de contabilidad distribuida es una base de datos encriptada donde puede almacenarse cualquier información, desde cada bitcoin gastado hasta programas informáticos como los contratos inteligentes. Su valor reside en que cada dato registrado — y protegido con un poderoso sistema criptográfico — se marca con una huella digital única que lo hace irrepetible e inmutable; por lo que, más allá de Bitcoin, esta tecnología está en desarrollo en múltiples aplicaciones por cientos de compañías muy importantes en todo el globo.

Bitcoin es descentralizado: la revolución que trae bitcoin con respecto a las monedas y métodos de pago ya existentes es que elimina la necesidad de confianza en entes centrales para poder sustentar la economía. Ahora mismo, el dinero es controlado por los gobiernos y bancos de todo el mundo: son ellos los encargados de emitirlo, distribuirlo, regularlo y, por ejemplo, asegurar que una transacción entre dos desconocidos no resulte en un fraude. Ellos, como intermediarios, son necesarios para validar el proceso económico. Bitcoin, en cambio, confía en su propio código para brindar esta confianza. La blockchain es un sistema criptográfico que permite almacenar y transferir cualquier activo digitalizado entre dos o más personas directamente, pues todo queda registrado en línea, donde cualquiera puede ver que los fondos existen y realmente se movieron de una dirección a otra. De esta forma, se elimina el estricto control de los bancos, que pueden llegar incluso a congelar las cuentas de sus clientes, y las altas comisiones que cobran, pues Bitcoin fue diseñado para cobrar una ínfima o nula comisión.