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Instrucciones rabínicas para combatir el coronavirus.

El COVID-19 está haciendo estragos en todo el mundo. En Israel se han tomando abundantes medidas para frenar el avance de la epidemia.

En cuanto a la rutina diaria tanto religiosa como tradicionalista, distintos rabinos han indicado ciertas normas para hacerle frente al coronavirus. Una costumbre de los judíos es besar la mezuzá (un pergamino que contiene párrafos de las escrituras hebreas, incluido el Shema, que declara la unidad de Dios. Está encerrado en una pequeña caja y unido a muchos de los postes de las puertas de una vivienda.) que se coloca en las puertas de las casas y habitaciones. Sobre ello, el Gran Rabino Asquenazí de Israel para el período 2013-2023, David Lau, consideró que la gente debería dejar de besar la mezuzá cuando entren o salgan de los hogares judíos.

«En estos días, cuando vemos tristemente la propagación de una enfermedad terrible, hay dudas si uno debería besarlas o ni siquiera tocarlas. Es suficiente que una persona reflexione sobre los versos escritos en el pergamino cuando entra o sale de un lugar, y estos pensamientos lo acompañarán en su camino» afirmó el Rab Lau.

Por otra parte, a unas horas de comenzar Taanit Esther, el ayuno que se realiza previo a la festividad de Purim, rabinos de la organización Zaka sostuvieron que las personas que se encuentran en aislamiento tienen prohibido realizar el ayuno.

Debido a la propagación del Coronavirus y respondiendo a una consulta dirigida a los rabinos de Zaka por personas que están en confinamiento solitario, se dictaminó que la gente en situación de cuarentena no debe ayunar. Los rabinos justificaron el fallo, puesto que una persona en aislamiento debe mantener el sistema inmune alto. Y mientras ayuna, su sistema inmunológico es bajo, lo cual es un peligro real.

En cuanto a la obligación de escuchar la Megilah durante Purim, las personas en aislamiento y vivan en planta baja o primer piso «pueden escuchar la lectura a través de la ventana abierta o desde el patio». Mientras tanto, quien viva en un piso alto se le puede llevar el pergamino para que el mismo lo lea.

Por último para realizar el cumplimiento del Mishloaj Manot (Envío de comida) pueden designar un mensajero por el bien de una mitzvá (precepto). Por lo tanto, cuando el mensajero de la persona cumple con la mitzvá es como si la persona misma hubiera hecho el acto. El Rab Lau explicó: «El mensajero puede ser un miembro de la familia, un hombre o una mujer, y también un niño y puede ser un vecino o un amigo. Lo que importa es la prueba del resultado: una vez que le da el nombre del remitente la entrega del paquete o pasa el dinero a los pobres, el remitente cumple el mandamiento».