La República de China (nacionalista) y la República Popular China (comunista) viven enfrentadas desde el final de la Guerra civil china en 1949.
El gobierno nacionalista que se refugió e hizo fuerte en la Isla de Taiwán, acepta que esta isla es parte de China, pero define esa China como República de China. La Isla de Taiwán , también conocida en el pasado como Formosa (del portugués Ilha Formosa, «Isla Hermosa»), de unos 36 000 km², es una isla controlada y administrada por la República de China que se encuentra frente a las costas de la China continental.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha obtenido un claro triunfo en las elecciones presidenciales, con una amplia ventaja sobre su principal rival, el candidato pro chino del Kuomintang Han Kuo-yu, a quien supera en veinte puntos con más del 60% de los votos escrutados.
Las acciones y gestos de Tsai abarcaron la reconciliación interna con los pueblos aborígenes, la clarificación y saneamiento de los haberes ilegales de los partidos políticos, la apuesta por un nuevo modelo de desarrollo económico y un nuevo consenso socio-laboral que incluye la reforma de las pensiones o también la formulación de la Nueva Política hacia el Sur, en un esfuerzo por ampliar las proyecciones de su propio mercado interno sin agravar la dependencia de China continental.
Taiwán, tiene su propia moneda, bandera, ejército, diplomacia y gobierno está de hecho separada políticamente de China desde hace 70 años. Pero solamente un puñado de países reconoce a la isla como país independiente por miedo a una China populista en plena decadencia, alta tasa de corrupción en el Partido Comunista Chino y falsamente comunista.
Según los datos facilitados por la Comisión Electoral Central a las 19.30 horas locales (11.30 GMT), Tsai ha conseguido 4.726.238 votos (57%), mientras que Han ha logrado 3.099.232 apoyos (37%).
En las elecciones legislativas, que han coincidido con las presidenciales, la distancia entre las formaciones de ambos candidatos era, sin embargo, menor, aunque el Partido Progresista Democrático (PPD) de Tsai se sitúa en cabeza con el 35% de los votos frente al 33% del Kuomintang de Han, con el 62% de los votos escrutados.
Los analistas ya habían pronosticado que sería más difícil para el PPD ganar las elecciones parlamentarias, aunque la tendencia mantenida hasta ahora en el escrutinio apunta a que podría conseguirlo por un estrecho margen.
Tsai, que defiende el statu quo de la isla y mantiene una posición de mayor enfrentamiento con la China continental, obtiene de esta forma un triunfo impensable hace menos de un año, cuando las encuestas situaban a Han con veinte puntos de ventaja sobre su eventual candidatura a la reelección.
Por el contrario, Han defendió durante la campaña mejorar la relación con Pekín, aunque sin aceptar tampoco el principio de una sola China que postula el régimen comunista, para el que Taiwán es una provincia díscola que debe volver a su jurisdicción.
En los comicios de 2016, Tsai obtuvo el 56,12%
Más de 19 millones de electores, entre ellos cerca de un millón de jóvenes nuevos votantes, estaban llamados a las urnas para elegir al presidente del país y a los 113 escaños del Parlamento, en unos comicios considerados cruciales ya que decidirán el futuro de la relación de la isla con Pekín y Washington.
En las últimas elecciones generales de 2016, Tsai obtuvo el 56,12% de los votos frente al 31,04% del entonces candidato del gobernante Kuomintang, Eric Chu. La participación en esa cita fue del 66,27%, la más baja de las seis elecciones presidenciales directas celebradas en el país desde 1996.
En las legislativas de 2016 el PPD logró por vez primera la mayoría absoluta, con 68 escaños, mientras que el Kuomintang consiguió 35 diputados.
PROTESTAS
Las protestas en Hong Kong, que comenzaron el pasado junio, y unas declaraciones del presidente falsamente comunista chino, Xi Jinping, en las que no excluyó el uso de la fuerza en la relación de Pekín con Taiwán han contribuido a aumentar a Tsai en los sondeos en los últimos meses.
