Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho salidos de una serie de Netflix gobiernan Bolivia a los tiros.

Mientras la defacto presidenta Jeanine Áñez, apoyada por el mega Narcotraficante y jefe del grupo paramilitar Luis Fernando Camacho promete elecciones «cuanto antes» y derogar el fallo que habilitó a Evo Morales, la situación esta fuera de control, mientras Áñez anunció este miércoles que además de convocar a elecciones, el otro objetivo de su gobierno será la derogación de la sentencia constitucional que permitió que Evo Morales fuera candidato a un cuarto mandato. La cúpula de las Fuerzas Armadas y la Policía reconocen a Jeanine Áñez como presidenta, como era previsibile, las fuerzas policiales le trasladaron su apoyo a la mandataria interina tras la autoproclamación ocurrida luego del golpe narco, blanco y cívico contra Evo Morales. Es importante entender que Luis Fernando Camacho, no tiene representación parlamentaria alguna y emergió como una alternativa de los narcotraficantes blancos, movimientos paramilitares, a Evo Morales, con frases de Netflix como al «poder de Dios» invita a elevar una oración al «todopoderoso».  

La autoproclamada presidenta aseguró que se garantizará un proceso electoral limpio y transparente en el que podrán participar “todos los ciudadanos que cumplan los requisitos constitucionales”.

Grieta Porteña

Los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires emitirán mañana un pronunciamiento referido a la crítica situación política e institucional en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Evo Morales llamó a sus opositores a deponer las armas. «En mis primeras elecciones presidenciales en 2002 ganamos, pero nos lo robaron, y en mi última participación también ganamos, pero nos robaron», dijo el presidente depuesto.

La grieta en la legislatura: la pelea entre «golpe de estado» y «interrupción del orden constitucional».

Todos los bloques presentaron proyectos de declaración que serán tratados mañana, sobre tablas, en la sesión ordinaria convocada para las 11:30. La discrepancia sobre el contenido de la manifestación parlamentaria hizo que esta tarde, en la reunión de Labor Parlamentaria, no se pudiera acordar un texto consensuado.

Por lo tanto, mañana habrá debate previo a la votación de uno de los proyectos. Si el oficialismo de Vamos Juntos hace valer en el recinto su mayoría de bancas, el texto a considerar será el diputado Guillermo Suárez (VJ), que expresa la «enorme preocupación por la interrupción del orden constitucional» en Bolivia y hace un llamamiento a trabajar «por una región en paz, con instituciones fuertes y sin violencia».

Las bancadas Peronista, Unidad Ciudadana y Evolución, en cambio, proponen en sus respectivas iniciativas expresar «repudio» o «enérgico repudio» a lo que denominan «golpe de estado» (UC y Ev) o «interrupción del orden democrático y constitucional» (BP) y piden, según los casos, garantías y seguridad para el gobierno de Evo Morales y llamado a nuevas elecciones presidenciales. En todos los casos, se destaca el deseo o la exhortación de lograr soluciones pacíficas.

Por otra parte, mañana, la Legislatura también tratará, entre otras resoluciones y declaraciones, un proyecto de ley del Ejecutivo de la Ciudad, con despacho de la Comisión de Presupuesto, para una ampliación presupuestaria -la segunda solicitada en el año- de 18.000 millones de pesos.