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La Comisión de Carreras del Hipódromo de Palermo definió un protocolo para el retorno a la actividad.

La Comisión de Carreras del Hipódromo Argentino de Palermo definió un protocolo para el retorno a la actividad, la que está suspendida desde mediados de marzo tras las medidas del gobierno transandino contra el coronavirus. Se detallan todas las restricciones y normas que deberán cumplir todos los trabajadores de la hípica para poder ser parte de la vuelta de la actividad «cuando sea posible».

En un primer momento, las autoridades prohibieron cualquier reunión que congregara a más de 200 personas, el 16 de marzo la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires suspendió cualquier jornada hípica y posteriormente el Ejecutivo estableció la medida de «aislamiento social, preventivo y obligatorio» en todo el territorio, la que se ha seguido extendiendo en varias ocasiones, la última de ellas hasta el 26 de abril.

En este contexto, es que la Comisión sacó adelante el protocolo «a fin de retomar la actividad, cuando sea posible, tomando medidas preventivas para evitar la propagación del covid-19 y garantizar la integridad física de todas las personas».

Para ello se terminó aprobando el protocolo y se le comunicó a la Lotería las medidas.

El documento indica que sólo podrán ingresar al Hipódromo de Palermo preparadores, jockeys, cuidadores, empleados del recinto y miembros de la Comisión de Carreras, y todos deberán solicitar y tener un «permiso de permanencia por reunión».

Independiente de la obtención del permiso, al llegar al «predio», a todos se les «tomará la temperatura con termómetro infrarrojo», y si esta «supera los 37°C se les impedirá el ingreso», apunta el texto.

En tanto, no podrán entrar el público en general y todas las personas «consideradas en los grupos de riesgo», como los mayores de 65 años, los que tienen enfermedades respiratorias o cardiovasculares y las que «tienen afecciones como diabetes».

En el recinto «se mantendrá durante toda la reunión un sistema intensivo de limpieza en las áreas de afluencia de personas y funcionarios», también se dispondrán dispensadores con alcohol gel en todos los espacios, y los funcionarios que tengan interacción con los profesionales hípicos deberán usar mascarillas y guantes, siempre manteniendo 1,5 metros de distancia.

Medidas para los profesionales

El texto apunta que los preparadores y jinetes podrán ingresar al hipódromo sólo «una hora antes de la competencia en la que participen» y deberán dejar las instalaciones a la mayor brevedad o una vez finalizada la última carrera en la que corran, siempre y cuando no sean requeridos por los comisarios o el servicio veterinario, este último sólo en el caso de los trainers.

Por su parte, sólo podrá entrar un solo cuidador por caballo, deberán usar mascarilla en todo momento y, durante esta primera etapa, a los propietarios «no se les permitirá el ingreso».

La Sala de Jinetes sólo estará habilitada para los «jockeys y aprendices» con montas firmadas para la reunión, por lo que nadie más podrá estar en dicho lugar, y lo harán una hora antes de que corran.

La distancia en el interior deberá ser de 2 metros y el espacio entre jinete y jinete será al menos de tres casilleros, estando sólo los que van a competir. «Deberán usar guantes de montar en todo momento», también está «prohibido cualquier contacto físico entre ellos y terceros», y quienes hayan viajado al extranjero «no podrán competir hasta cumplir la cuarentena obligatoria de 14 días».

Los jockeys sólo podrán tener «contacto con terceros» en la troya para recibir las instrucciones, siempre manteniendo 2 metros de distancia, al igual que en la fotografía, donde también podrán estar el preparador y el cuidador.

El protocolo también detalla el procedimiento para el examen clínico previo y la posterior toma de muestras de los ejemplares y finalmente se señala que todas las normas «deberán ser cumplidas sin excepción alguna» y que «ante cualquier incumplimiento de las mismas, se procederá a realizar la denuncia correspondiente».