La crisis económica global y los teléfonos inteligentes les están dando duros golpes a los fabricantes de cámaras de fotos.

La crisis económica global y los teléfonos inteligentes les están dando duros golpes a los fabricantes de cámaras. La bancarrota en enero de Kodak, ícono de la industria e inventor de la cámara digital, fue sólo la punta del iceberg.

La consultora IHS espera que este año los embarques de cámaras digitales caigan 4,3% a 115,2 millones de unidades, el menor nivel desde 2009. Los envíos de teléfonos inteligentes, en cambio, crecerían un 35% para alcanzar las 642 millones de unidades.

“La cámara del celular es cada vez más aceptada como primera cámara” , señaló en marzo la analista Pamela Tufegdzic de IHS a Bloomberg. “Los smartphones están canibalizando el mercado que aún es de las cámaras digitales”, agregó.

Es por esto que se espera que los líderes de la industria, como Canon, Sony y Nikon, que dominan el 40% del mercado, sufran un fenómeno similar al que causó el desplazamiento de la fotografía de película por la digital. Una de las razones son los avances tecnológicos, que hacen que la definición de las cámaras de celulares sea cada vez mejor. El iPhone 4S de Apple, por ejemplo, toma fotos con una resolución 60% mayor que el modelo anterior.

HTC, que fabrica celulares con el sistema operativo Androind de Google, señala que su nuevo aparato One toma imágenes en condiciones de escasa luz. Y Nokia presentó en febrero un aparato que toma fotos con una resolución cinco veces mayor al iPhone 4S.

Impacto profundo


Los fabricantes de cámaras digitales ya están sintiendo el impacto. Las pérdidas de Olympus y la reducción de pronóstico de beneficios de Nikon, anunciadas el jueves, son el reflejo de una industria en declive. Olympus informó que en el segundo trimestre sus pérdidas netas alcanzaron los 4.500 millones de yenes (US$ 57 millones), en comparación a pérdidas de 1.400 millones de yenes hace un año.

El fabricante está sumido en una profunda crisis luego de revelarse que sus máximos jefes realizaron un fraude contable por más de US$ 1.000 millones para ocultar pérdidas, lo que hizo que la compañía perdiera más de US$ 3.000 millones en valor bursátil. A raíz de este caso, incluso, su ex presidente, Tsuyoshi Kikukawa, fue detenido en febrero.

Para salir de la crisis, la firma ahora evalúa alianzas con Sony, Fujifilm y Terumo.

Nikon no está mucho mejor. El mismo día que Olympus informaba sus resultados, la acción de la tercera marca más importante por participación de mercado sufrió su mayor caída en 17 meses, tras reducir su previsión de ganancias anuales. Nikon atribuyó el hecho a la desaceleración global y a la apreciación del yen.

Los ingresos netos de Nikon probablemente serán de 60.000 millones de yenes (US$ 765 millones) en el año que termina el 31 de marzo, en comparación a una previsión de 65.000 millones de yenes hace tres meses de, según informó la compañía.

Sony, el otro gran actor, en tanto, vive su propio vía crucis. El emblemático fabricante de productos electrónicos está de capa caída en todos los frentes, entre otros por falta de innovación tras haber inventado artefactos emblemáticos como el walkman. El declive de las cámaras digitales sólo se suma a los problemas que ya le obligó a vender su unidad de televisores en 2011.