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La cúpula del Arquitecto Arnoldo Albertolli, ubicada en Scalabrini Ortiz y Mansilla.

El eufórico y arrollador progreso de la República Argentina de finales de siglo XIX se reflejó en la triunfante arquitectura que cambió el medio cultural de la ciudad de Buenos Aires. La vasta producción arquitectónica ha visto en escena principalmente profesionales, constructores y artesanos italianos que llegaron al país con un bagaje cultural académico también de matriz beaux-arts.

La cúpula del Arquitecto Arnoldo Albertolli, ubicada en Scalabrini Ortiz y Mansilla.




A ellos se debe un gran caudal de obras construídas con un sello característico, exhibiendo rasgos marcados y definidos de diseño elegante y refinado, expresión culta de sus conocimientos y habilidades técnico-constructivas. A partir de un “grupo ejemplar” de arquitectos (Salvatore Mirate, Rolando Levacher, Gino Aloisi, Giocondo y Arnoldo Albertolli, Emanuele Tavazza), con trayectorias formativas diferenciadas, se intentará investigar y responder si hubo y en tal caso cuales hayan sido las influencias y adaptaciones aportadas en sus proyectos en el contexto de una sociedad que tenía a París como modelo a imitar.

Las cúpulas de los viejos edificios del centro porteño son uno de los principales atractivos para sus habitantes y para los turistas. Son alrededor de 300, y más de 10.000 personas por año las visitan para apreciar sus estilos y colores diferentes, símbolo de la modernización de la ciudad de Buenos Aires de finales del siglo XIX y principios del XX.


El esplendor de las cúpulas en Buenos Aires tuvo lugar entre finales del siglo XIX y principios del XX. Era entonces el elemento arquitectónico que se utilizaba para marcar las esquinas y signo del progreso de la burguesía argentina ya que se utilizaban como elemento ornamental para valorizar las propiedades. Es por eso que los propietarios de edificios ubicados en mitad de cuadra y los dueños de hoteles no quisieron ser menos y es así como proliferaron por toda la ciudad.

Las cúpulas no responden a un estilo determinado: distintos estilos arquitectónicos, entre los que sobresalen el árabe, el español y el ruso, se mezclaron con el art noveau, que estaba de moda en Europa y empezaba a llegar a Buenos Aires.

La de  1914  cúpula del Del Arquitecto Arnoldo Albertolli (Cantón Ticino 1867 (Suiza) – Buenos Aires 1938), ubicada en el corazón de Palermo en Av. Scalabrini Ortiz 2255-7 esq. Mansilla 4099, fue restaurada  por el estudio The Alchemist.

La propiedad se alquila de manera temporal para turistas y tambièn para organizar eventos.

Las cúpulas más destacadas de Buenos Aires

Saberian IMG 3331 lowLa mayoría de las cúpulas porteñas se encuentran en Avenida de Mayo, el Microcentro y las zonas de Congreso y Tribunales, aunque en muchos barrios de la ciudad se pueden apreciar. Entre las cúpulas más conocidas están la del Congreso de la Nación, que es una de las más grande de la ciudad con 80 metros de altura y de un llamativo verde esmeralda; las dos cúpulas gemelas de color rojizo en los extremos del edificio “La Inmobiliaria” en Av. de Mayo 1400; una cuadra después, el Palacio Barolo, una joya arquitectónica. Desde su cúpula, que sostiene un faro, se obtiene una fantástica panorámica de Buenos Aires.

En el año 2010, el Gobierno de la Ciudad impulsó la restauración del magnífico faro para que participara de las fiestas del bicentenario argentino. Otras obras que llaman la atención son la cúpula coronada por la diosa de la sabiduría Palas Atenea del diario La Prensa, donde hoy funciona la Casa de la Cultura; las enormes cúpulas verdes del Banco de la Nación Argentina y la del emblemático edificio Gath & Chaves, que recuperó su esplendor luego del proceso de restauración impulsado por el Gobierno de la Ciudad. En la esquina de Juan Domingo Perón y Florida, esta tienda supo vestir a principios del siglo XX a las damas y caballeros de la sociedad porteña.

Algunas curiosidades

Saberian IMG 3376 lowLa cúpula vidriada en la ochava de Rivadavia y Ayacucho, restaurada en 1999, rinde homenaje a Antonio Gaudi. Tiene tres niveles, con un cupulín y una construcción con forma de cebolla, rematada con una veleta de hierro. En el último nivel se colocó un gran telescopio.
En San Telmo, en frente al Parque Lezama podés apreciar las cinco espectaculares cúpulas turquesas que coronan la Iglesia de la Santísima Trinidad, un templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y, cerca de Plaza Dorrego, visitar la Parroquia San Pedro González Telmo, una de las más antiguas de la ciudad. Las cúpulas están allí, majestuosas, en las alturas de la ciudad.