La DAIA reafirmó hoy a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “la marcha es de silencio, de homenaje y recuerdo de un fiscal federal que murió en circunstancias que deben ser esclarecidas”, y convocó a marchar desde la AMIA o cualquier punto de la ciudad.
A un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, se realizará hoy en distintas ciudades del país y del mundo la “marcha del silencio”, difundida en las redes sociales como 18F, en homenaje a su tarea como fiscal.
La manifestación fue convocada desde la plaza del Congreso para desembocar en la sede de la Unidad Fiscal AMIA, donde Nisman se desempeñaba. Por su parte, la DAIA instó a los participantes a partir desde la sede de la AMIA en Pasteur a las 17.
Se espera que asistan todos los candidatos de la oposición y las instancias centrales de la comunidad judía. El oficialismo se niega a participar en la convocatoria debido a que es encabezada por los fiscales José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Carlos Rívolo, Raúl Pleé y Carlos Stornelli, muchos de los cuales afrontan procesos sumarios y judiciales por mal desempeño en la causa AMIA y en otros expedientes.
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, reiteró hoy que “la marcha es de silencio, de homenaje y recuerdo de un fiscal federal que murió en circunstancias que deben ser esclarecidas. La comunidad en este momento está más unida que nunca y dispuesta a marchar con ninguna consigna que no sea Nisman y su foto, sin adhesiones partidarias”.
En cuanto a los que critican la decisión de la DAIA y la AMIA de adherir a la manifestación, Schlosser consideró: “La sociedad argentina y la porción de argentinos de religión judía somos pluralistas, cada uno tiene derecho a expresar sus ideas, pero que quede claro que si, Dios no lo permita, algún día alguno de estos judíos o cualquier miembro de una minoría sufre algún tipo de persecución en nuestro país, ahí va a estar la DAIA presente y va a asumir la defensa de aquellos que son aterrados. No vamos a hacer ninguna diferencia entre los que entendían que la verdadera representación de la comunidad judía estaba en la DAIA o no. Porque más allá de la diversidad que nosotros aceptamos, entendemos que la defensa del ser humano y la misión de luchar contra cualquier tipo de discriminación se mantiene intacta”.
Por su parte, el embajador argentino ante la Alianza Internacional para la Rememoración de la Shoá, Jorge Elbaum, afirmó el lunes a la AJN que “es un error gravísimo la participación en una marcha codo a codo con (el líder de derecha Alejandro) Biondini, (la ultraconservadora) Cecilia Pando y todos los grupos fascistas que en nuestro país discriminaron a nuestros abuelos y que siguen siendo antisemitas, judeo-fóbicos y que tienen un odio visceral contra todo lo popular, en este caso el gobierno kirchnerista”.
Por otro lado, Schlosser recordó el trabajo de las comisiones de diálogo interconfesional: “Hasta que el terrorismo trajo los conflictos a la Argentina, como la bomba a la Embajada de Israel y a la AMIA, antes de eso no necesitábamos comisiones de diálogo interconfesional. El diálogo era común, el comerciante judío almorzaba con el árabe, junto con el armenio y era toda una unión que hizo que el país llegara a ser lo que es hoy, que trabajamos siempre juntos. Pero después vinieron estos que trasladaron el conflicto internacional a nuestras fronteras y hoy nos estamos rasgando las vestiduras hablando de comisiones interconfesionales, porque hubo quienes se empeñaron en traer este conflicto en nuestro país. No nos podemos apartar de las palabras que resonaron en el Vaticano cuando entendieron lo que estaba pasando en Libia, que debería requerir una intervención de la sociedad. Aunque tarde, creo que estamos en el camino de entender cuál es el camino del siglo XXI”.
