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La docena de facturas de Tailhade al juez Ercolini. Archivaron la causa por inexistencia de delito.

Corrupción total en la Justicia Argentina. Todo es un papelón cirquero de Comodoro al horno.

Archivaron la causa por la docena de facturas que le llevó el diputado Tailhade al juez Ercolini

El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi archivó hoy, por inexistencia de delito, el expediente iniciado cuando el diputado nacional Rodolfo Tailhade (Frente de Todos) dejó una docena de facturas de panadería en el juzgado de Julián Ercolini, en un irónico mensaje vinculado al caso conocido como «Lago Escondido».

La entrega de Tailhade tenía por objetivo satirizar los supuestos chats en los que los imputados de la causa de Lago Escondido se referían a generar documentos válidos como facturas y presentarlas a la justicia para evitar una eventual imputación por dádivas.

«Corresponde disponer el archivo de las actuaciones por inexistencia de delito en los términos del segundo párrafo del artículo 195 del Código Procesal Penal de la Nación», sostuvo el juez Martínez de Giorgi en el fallo de tres páginas en el compartió el criterio que ya había postulado la fiscal Paloma Ochoa en su dictamen.

El episodio de las facturas de panadería ocurrió el 9 de enero pasado, cuando el diputado Tailhade visitó los tribunales federales de Comodoro Py para hacer una presentación en el marco de la denuncia que le formuló el ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (en uso de licencia), Marcelo D’Alessandro, quien lo acusó de estar vinculado a la filtración de sus chats.

«Traje una docena de facturas de una panadería de acá cerca del Congreso y se la dejé al juez Julián Ercolini para que sepa lo que son las facturas reales, porque las que fabricó para disimular la dádiva de la mafia de Clarín en Lago Escondido son todas truchas», declaró Tailhade ante los medios que cubrieron su paso por el edificio de los tribunales porteños ubicado en Retiro.

El recorrido del diputado aquel mediodía fue rápido: se dirigió primero, siempre acompañado por personal policial, al piso 4 para dejar en el juzgado 10 el paquete de facturas y luego pasó por el juzgado en el que había una denuncia en su contra para negar cualquier vinculación con un presunto hackeo del teléfono celular de D’Alessandro y pedir que se investigue al propio funcionario porteño.

Según surge del sumario policial incorporado al expediente, cuando llegó al juzgado de Ercolini, Tailhade «apoyó el paquete en la mesa de entradas y textualmente expresó: ‘Estas son las facturas de verdad de parte del sorete’ (en referencia a la forma en la que se referían a él los imputados del caso de Lago Escondido, según surge de los chats filtrados)».

Minutos más tarde, desde el juzgado federal 10, se solicitó «intervención policial» para el secuestro del paquete, a pesar de que todos sabían que se trataba de una docena de facturas que, envueltas en el típico papel de panadería, habían pasado antes por el detector de metales instalado en el ingreso al edificio emplazado en Comodoro Py 2002.

Tras aquella intervención policial solicitada por el juzgado de Ercolini, el sumario fue enviado a la Cámara Federal porteña y por sorteo recayó en el juzgado de Martínez de Giorgi bajo el número de causa CFP 87/2023 y caratulada como «N.N. sobre intimidación pública».

El juez delegó la investigación en la fiscal Ochoa que, al postular su archivo, concluyó que «ni quien solicitara el desplazamiento policial, ni el magistrado que respondió la consulta, como así tampoco el personal policial interviniente, explicaron cuál es la hipótesis jurídico-penalmente relevante que se pretende sea investigada» y agregó que el sumario tampoco permitía advertirla.

El juez federal Ercolini, al que Tailhade le envió aquel mensaje a través de las facturas comestibles, es uno de los magistrados imputados por el viaje a Lago Escondido que protagonizaron también los jueces Carlos Mahiques, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials; el ministro porteño D’Alessandro; el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques; un exfuncionario de inteligencia y directivos del Grupo Clarín.