La Dolfina campeón: La Dolfina le gano 16 a 12 la final a Ellerstina.

¡Séptimo título consecutivo para La Dolfina en Palermo! ¡Felicitaciones!

La Dolfina Sancor Seguros y Ellerstina Johor jugaron este sábado 14/12 la gran final del Abierto de Palermo.

Síntesis de La Dolfina 16 vs. Ellerstina 12
La Dolfina: Adolfo Cambiaso, 10; David Stirling, 10; Pablo Mac Donough, 10, y Juan Martín Nero, 10. Total: 40.
Ellerstina: Facundo Pieres, 10; Gonzalo Pieres (h.), 9; Pablo Pieres, 10, y Nicolás Pieres, 10. Total: 39.
Progresión: La Dolfina, 1-0, 4-1, 5-3, 9-4, 12-6, 12-9, 13-10 y 16-12.
Goleadores de La Dolfina: Cambiaso 6, (2 de penal); Stirling, 1; Mac Donough, 5, y Nero, 2. Rodrigo Ribeiro de Andrade (ingresó por Nero), 2.
Goleadores de Ellerstina: F. Pieres 8, (6 de penal); G. Pieres, 1 y P. Pieres, 3.
Jueces: Gastón Lucero y Guillermo Villanueva (h.). Árbitro: Martín Pascual.
Cancha: Nº 1 de Palermo.

Rodrigo Ribeiro De Andrade levanta la copa que quizás no soñó, junto a Juan Martín Nero, Pablo Mac Donough, David Stirling y Adolfo Cambiaso; nada detiene a La Dolfina es Palermo

Adolfo Cambiaso, por supuesto. El crack sumó una 16ª corona en el Abierto, que lo pone a solamente una de las 17 de Alberto Pedro Heguy y a cuatro de las 20 de Horacio Antonio Heguy y de Juan Carlos Harriott (h.), el otro «mejor polista de la historia».

La final del Abierto de Palermo entre La Dolfina y Ellerstina se desarrollaba con total normalidad en el Campo Argentino de Polo. El equipo de Adolfo Cambiaso llevaba una leve ventaja en el marcador, mientras que el conjunto de los hermanos Pieres daba batalla con el objetivo de remontar el resultado y quedarse con la corona en el prestigioso certamen.

Sin embargo, la normalidad del juego se vio alterada por una acción que llevó preocupación a los presentes. Juan Martín Nero, de La Dolfina, sufrió una dura caída. No solo impactó contra el piso, sino que su caballo le pasó por encima y lo aplastó.

Los segundos posteriores a la caída fueron de extrema incertidumbre. El polista quedó tendido inmóvil sobre el césped y sus colegas, tanto sus compañeros de su equipo como sus rivales, se bajaron de sus caballos para ayudarlo. En las tribunas, los gestos de familiares y allegados de Nero eran de extrema preocupación.