La esclerodermia se puede mejorar con un reconocimiento precoz

Cansancio, dolor en las manos e hinchazón, pérdida de peso, piel tensa, son los primeros síntomas de la «esclerodermia», una enfermedad autoinmune que con su reconocimiento precoz el paciente puede mejorar y hasta salvar su vida, aseguraron los especialistas en el marco del Día Mundial de esta enfermedad, el 29 de junio.

Se realizará una jornada de concientización en el Rosedal, en el barrio de Palermo, bajo el lema «estás a tiempo… si prestás atención a las señales de tu cuerpo».

Luego de los primeros síntomas comienzan a afectarse algunos órganos como pulmones, riñón, corazón, que evitan el buen funcionamiento necesario para vivir, por eso es fundamental no dejar pasar la consulta médica frente a esas primeras apariciones, y sobre todo en las mujeres ya que es mucho más prevalente en el sexo femenino.

Es una enfermedad crónica, no contagiosa, no infecciosa, que en algunos casos produce discapacidades irreversibles.
Muchas veces comienza con hinchazón en las manos, dedos blancos y/o azules que es el Fenómeno de Raynaud (FR), pero no todos los FR desembocan en una esclerodermia.

Los expertos sostienen que esta enfermedad «rara» la padecen en Argentina alrededor de 40.000 personas y el FR lo sufren 1.950.000, en tanto los efectos psicológicos de la esclerodermia sistémica, como depresión y trastornos de ansiedad, lo vive el 64% y el 70% de los pacientes.

El Día Mundial de la Esclerodermia se celebra en conmemoración del aniversario del fallecimiento del pintor Paul Klee en 1940, quien padeció esta patología de la que cada año aparecen entre 20 y 25 nuevos casos por millón de personas.

«Las señales del cuerpo son aquellas que nos marcan que algo extraño o diferente está sucediendo», aspecto central para hacer una consulta que permita un diagnóstico temprano, precisó a Télam Alejandro Nitsche, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Alemán.

Este diagnóstico «se basa en una de las manifestaciones más frecuentes que puede anteceder hasta en más de 10 años el diagnóstico de esclerodermia, este síntoma y manifestación de inicio de la esclerodermia es el Fenómeno de Raynaud», aseguró.

En este sentido, dijo que el FR «es una respuesta vasoespástica exagerada frente al frío u otros factores desencadenantes. El paciente presenta cambios de color en los dedos de las manos, color blanco, azulado y finalmente rojo».

Nitsche destacó que «es importante diferenciar el FR de la llamada acrocianosis, en la cual, los dedos están solo azules por los clásicos sabañones. Sabañones y Raynaud no son sinónimos».

Asimismo, señaló que en la esclerodermia, «el FR no controlado puede producir pequeñas lesiones isquémicas en la punta de los dedos con la posibilidad de desarrollo de úlceras, que sin el tratamiento adecuado, pueden conducir a la posibilidad de autoamputación de los dedos, que es la gangrena seca».

Recordó que el FR ocurre en dedos de las manos y pies, orejas, mentón y pezones y en una frecuencia desconocida en algunos órganos internos.

El experto reconoció que si bien el FR no es sinónimo de esclerodermia, el mismo debe ser estudiado exhaustivamente y en forma periódica ya que el Raynaud se observa en casi el 100 % de los casos de esclerodermia en algún momento de la enfermedad.

«Muchos pacientes sufren FR desde hace años y lo piensan como una manifestación común y normal frente al frío y como tal no le dan importancia, esto demora la consulta», enfatizó.

A su vez, añadió que hay otra manifestación temprana de la enfermedad como los síntomas digestivos altos, la esofagitis o el reflujo gastroesofágico.

En este marco, «la prevención estaría dada por la consulta precoz motivada por ambos síntomas».

El especialista se lamentó que «aun hoy, cuando el paciente llega a la consulta, lamentablemente ya hay compromiso de varios órganos, en particular la piel, úlceras digitales y compromiso cardiopulmonar con o sin hipertensión pulmonar».

No obstante, destacó que «hay varios motivos para tener esperanza; las campañas de difusión que se hacen desde la propia Asociación Argentina de Pacientes con Esclerodermia permiten la consulta y orientación temprana, o bien aunque la consulta sea tardía, el paciente es orientado a las especialidades precisas».

«Otro motivo de esperanza -continuó- es que hoy disponemos de fármacos con mecanismos de acción novedosa para el tratamiento de manifestaciones que generan diversos grados de discapacidad y morbimortalidad aumentada».

Pero remarcó una cuestión que es básica: «La calidad de vida de nuestros pacientes con esclerodermia dependerá de diagnosticar tempranamente la enfermedad, indicar los tratamientos que correspondan escalonadamente y en los casos que así lo requieran indicar los nuevos fármacos con los que contamos actualmente».