La FDA de Estados Unidos confirmó que la aspirina «no tiene ningún efecto preventivo contra los infartos».

El organismo de control de medicamentos señaló además que la aspirina «no es un medicamento inofensivo o inocuo», como promocionan sus fabricantes (Bayer), sino que puede producir hemorragias. Un documento de los secretarios general y de Acción Social del gremio, Ricardo Peidro y José Charreau, respectivamente, indicó que esa fundamentación fue sostenida por la organización sindical desde hace años a través de estudios cientí­ficos internacionales que fueron compartidos con la ANMAT (autoridad regulatoria).

Solo a partir de las conclusiones de la FDA, la ANMAT expresó que «la aspirina jamás fue autorizada por las autoridades sanitarias para prevenir las enfermedades cardiovasculares».

Bayer promocionó en 2013 por medios audiovisuales que su aspirina es eficaz para prevenir un infarto en mujeres fumadoras, obesas, sedentarias o agobiadas por las tareas domésticas.

La AAPM denunció entonces «la proliferación de publicidades de medicamentos de venta libre» y señaló su «preocupación» por «la flamante campaña del laboratorio Bayer para la aspirineta, dirigida en especial a las mujeres y proponiendo su producto como `remedio` para la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo».

«La publicidad es falsa, engañosa y violatoria de la legislación y resoluciones vigentes. Los factores de riesgo descriptos no se resuelven con ácido acetilsalicí­lico. El mensaje que deviene de Bayer sostuvo: «seguí­ comiendo y­ fumando, no hagas actividad física, total la aspirineta te cuida», puntualizó el gremio.

«Ningún análisis científico avalaría una publicidad tan temeraria e irresponsable. Las afirmaciones de Bayer son falsas y, a través de los medios, apunta a un público masivo con un mensaje falaz, mentiroso y peligroso, por tratarse de un remedio», afirmaron.

Peidro y Charreau agregaron que el gremio presentó como antecedente y a través del Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud (IEPS), el 8 de julio de 2013, un informe tiulado «Denuncia de la AAPM sobre la proliferación de publicidades de medicamentos de venta libre y violación de normas éticas».

Entonces, advirtió que Bayer violaba la Disposición 2.845/11, que creó el Programa de Monitoreo y Fiscalización de Publicidad y Promoción de Productos Sujetos a Vigilancia Sanitarias; que  infringía la Ley 16.463 (artí­culo 19); las Resoluciones 20/2005 y 62/07 y las Disposiciones de la ANMAT 4.980/05 y 1.631/09.

Resoluciones y Disposiciones imponían el respeto a criterios éticos de la Disposición 2.845/11, que la AAPM reclamó cumplir para publicidades de Bayer por la aspirineta, Aleve y Actron.

En enero último, el Colegio Farmacéutico de Capital Federal y la AAPM denunciaron que Bayer distribuyó muestras gratis de Actron 400 entre 9.000 participantes y asistentes al Maraton Internacional de la Ciudad de Buenos Aires, violando la Ley 17.565, que prohí­be la dispensa callejera de medicamentos.

El gremio también difundió en 2013 un informe cientí­fico de la BBC de Londres, que desmoronó «la imagen positiva y beneficiosa que Bayer construyó durante décadas en torno de la aspirineta».

«Una aspirineta al dí­a, más riesgos que beneficios», fue la conclusión de un informe del 10 de enero de 2012 por la cadena británica BBC al reproducir un estudio publicado en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna).

Allí se advirtió que «una investigación con más de 100.000 pacientes halló que el fármaco, ingerido de forma diaria, puede hacer más daño que beneficio a una persona sana».

Los resultados surgieron de nueve ensayos clí­nicos con 102.621 pacientes y certificaron que el riesgo de una hemorragia interna potencialmente letal aumenta 30 por ciento, según los cientí­ficos.

«La popular aspirineta puede producir alteraciones sanguí­neas e irritación gástrica. La FDA advirtió sobre riesgos de sangrado en el estómago y cerebro. La automedicación es consecuencia de la publicidad de medicamentos terriblemente agresiva», agregaron.

También puntualizaron que «la publicidad de medicamentos se construye sobre falacias, ocultamiento de efectos adversos y mensajes engañosos que afirman verdades a medias» y que desde los `90 «la lógica del mercado» alentó «el consumo irracional de fármacos y la automedicación, ya que se desreguló para favorecer el mercantilismo empresario y la venta indiscriminada, sin consulta a colegios profesionales y gremios», concluyeron.