La Legislatura aprobó la ley que prohíbe a los trapitos y los limpiavidrios

El proyecto fue aprobado tras un largo debate en la última sesión ordinaria del año, con 40 votos a favor y 20 en contra. Propone multas más elevadas y hasta arresto para quienes realicen esa actividad ilegal. También cambios sobre el hostigamiento callejero.

La Legislatura porteña sancionó este jueves el nuevo Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires que, entre otras cosas, prohíbe la actividad de los «trapitos» y los «limpiavidrios».

El proyecto fue aprobado tras un largo debate en la última sesión ordinaria del año, con 40 votos a favor y 20 en contra.

El oficialismo consiguió así una ley que viene impulsando desde hace muchos años pero que hasta el momento no había logrado aprobar en el recinto por falta de apoyo del resto de los bloques.

Con estas modificaciones queda totalmente prohibida la actividad de los cuidacoches y los limpiavidrios en la vía pública: hasta el momento esta tarea era considerada una infracción solamente si se comprobaba que había una «exigencia» de dinero por parte de la persona que ofrecía ese servicio.

El nuevo Código establece, además, una pena agravada cuando esta contravención se realiza en grupo o de forma organizada, condenando de 5 a 15 días de arresto a los integrantes de esa asociación «y se eleva al cuádruple para los jefes/as y/o coordinadores/as».

«¿Quién puede estar en contra de votar cuando tratamos de pelear contra las mafias?», resaltó el diputado oficialista Daniel Presti durante el tratamiento del proyecto.

En tanto, el legislador Sergio Abrevaya se manifestó a favor de prohibir «trapitos» y limpiavidrios en la Ciudad y a penar con dureza la figura agravada que tiene que ver con los espectáculos deportivos, «donde hemos visto las mayores mafias y la existencia de connivencia policial».

«La figura contravencional común del cuidacoches que ofrece ‘su servicio’ a cambio de dinero también quedó penada, aunque pedimos e incorporamos la posibilidad de tener en consideración los casos individuales que no actúan en el marco de las barrabravas sino que lo hacen por estar en una situación de vulnerabilidad económica extrema», manifestó.

La iniciativa propone la prohibición de los denominados «limpiavidrios» y «trapitos», con la aplicación de multas económicas y días de trabajo de utilidad pública en los casos que se los detecte cometiendo la contravención, en tanto que agrava las penas y plantea el arresto cuando la víctima sea mujer o cuando se compruebe la existencia de una mafia detrás de la práctica.