La línea D de Subte tiene uno de los peores servicios de todos los tiempos.

La calidad del servicio del transporte público en la Ciudad de Buenos Aires es uno de los temas pendientes del Jefe de Gobierno, a pesar de los arreglos decorativos, que a nadie le importan, el problema central son las tarifas y la mala prestación, la pésima administración de SBase con su falta total de idoneidad para adminsitrar la línea.

Mientras la empresa argumenta no contar con fondos para mejorar su servicio, por el otro lado gastan en pauta oficial con los amigos de un importante funcionario del PRO o la gastan en forradas de arte que ni siquiera tienen valor estético.

Los pasajeros -principalmente los trabajadores- no paran de quejarse en todas las bandas horarias, escaleras mecánicas que no andan, trenes a destiempo, mugre total en las formaciones, ratas, cucarachas, falta de aire acondicionado, pésima señaletica, el diseño de las señales la realizó un idiota absoluto que nunca tomó un subte, a esto hay que sumarle la falta de idoneidad del personal de seguridad que están con el celular a todo hora.

Siempre hay que dar un ejemplo concreto.
La estación 9 de julio por ejemplo, mano a Catedral, en la combinación a la línea C, tiene un pasillo de más de 100 metros que es quizás el más transitado de todos, invitamos al jefe de Gobierno Larreta a caminarlo de 18 hs a 19 hs a ver si puede caminarlo sin ser empujado o punguiado, la falta de seguridad es otro tema central, a diario vemos problemas en las estaciones y cuando se llama a la policia ellos vienen caminando mirando el celular, como panchos por su casa sin apuro y con mala voluntad. La Estación carranza por ejemplo,las escaleras mecánicas andan una vez al mes.

El servicio de la línea D se presta con importantes demoras, lo que ha provocado un incremento de las quejas de los usuarios en las redes sociales. Varios lectores se comunicaron con este medio para denunciar la situación que, según afirman, recrudece en las horas pico.

Ante una consulta de Palermonline Noticias, voceros de la operadora Metrovías explicaron que las eventualidades registradas durante mayo se debieron a diversas razones. La primera de ellas son “fallas en el material rodante”, que afectan tanto a los veteranos Fiat Materfer, algunos de los cuales fueron transferidos a la línea E, como a los más modernos Alstom.

La segunda causa de las demoras está relacionada con “un problema con la tensión de los circuitos de vía, el cual provoca ocupaciones ficticias […] principalmente en la hora pico del servicio”, es decir, una falla en el sistema de señales, que detecta un tren donde no lo hay. Esta eventualidad, cuyo pico según la empresa se dio entre el 8 y el 18 de mayo, estuvo provocada por “la última tormenta fuerte que tuvo la ciudad, el 8 de mayo”, cuando “ingresó un fuerte caudal de agua en las instalaciones de la red”. La solución al problema, explicaron, es “gradual, ya que con el drenaje del agua cada noche se deben hacer mediciones para regular la tensión”.

Por último, la empresa agregó que varias afectaciones al servicio se debieron a “usuarios que han requerido atención médica a bordo de las formaciones”, algo que sigue generando demoras pese al cambio de los protocolos de atención decidido por SBASE hace ya dos años.