En el 2013 el Dr. Máximo Ravenna para referirse a otra de las consecuencias negativas que genera el sobrepeso y la obesidad en quienes lo padecen. La base teórica se suscribe a un nuevo estudio elaborado por científicos franceses que sometieron a personas que tenían un índice de masa corporal elevado a pruebas neurológicas. La memoria y la concentración cayeron en esos casos un 22,5% más rápido que en las personas de peso normal y también se observó que retuvieron menos palabras.
Si bien es común que la obesidad aparezca asociada a daños colaterales como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardíacas, esta nueva investigación científica acaba de probar que también es culpable de deterioros cognitivos, como la pérdida de memoria. Esto sigue en concordancia, con un informe que Ravenna difundió hace algunos años y en el que también se confirma que el exceso de peso agrava el déficit cognitivo y los daños en el cerebro vinculados al mal de Alzheimer.
«Hay una invasión de tejido adiposo dentro del tejido neuronal que transforma al cerebro en un órgano graso” había dicho sobre ese tema el especialista.
El estudio en cuestión fue publicado en la revista especializada “Neurology”. El grupo de científicos que lo llevaron adelante se dedicaron durante diez años a analizar la evolución cognitiva de más de 6400 personas obesas de entre 35 y 55 años.
Durante la prueba de memoria, las personas cuyo índice de masa corporal era igual a 20 pudieron retener en su memoria aproximadamente nueve palabras de un total de 16, mientras que aquellas cuyos IMC eran igual a 30, apenas lograron recordar siete de las palabras que les fueron mencionadas previamente.
Para el seguimiento de la experimentación, se tomaron en cuenta factores como el índice de masa corporal (IMC) y otros relacionados al sobrepeso. Todos los participantes fueron sometidos hasta a tres pruebas neurológicas para conocer su estado cognitivo con el pasar de los años. Uno de los resultados demostró que la puntuación en las pruebas neurológicas cayó un 22,5% más rápido en las personas obesas o con metabolismos patológicos, que en las de peso normal.
El Dr. Ravenna brinda una doble explicación de esta situación relacionada con la desconcentración y la pérdida de la memoria. Por un lado se habla de consecuencias psicológicas y conductuales, y por el otro se destacan las físicas y orgánicas propiamente dichas.
Con relación al primer grupo, el psicoterapeuta afirma que “una persona con mucha obesidad es hiperactiva y cae en conductas compensatorias para sobrevivir a las dificultades que atraviesa y que la hacen estar dispersa y que no pueda focalizarse en nada, disminuyendo generalmente la memoria reciente y ampliando, contrariamente, los recuerdos retrógrados y melancólicos que salen a la luz ante la imposibilidad de vivir plenamente el ahora ”, y agregó “la obesidad es una situación de estrés extremo porque el estado permanente de mantener un cuerpo que no es normal genera un deterioro y un gasto mental muy importante”.
Respecto al segundo grupo, Ravenna explica que la obesidad conlleva a una invasión de tejido adiposo en la zona del cerebro que deriva en una inflamación tal como ocurre con el hígado, los pulmones, etc. Incluso se pueden tapar las arterias cerebrales que suelen ubicarse en la sustancia blanca del cerebro, en donde se encuentran los cables neuronales y, al taparse, se impide la transmisión a las neuronas ubicadas en la sustancia gris.
«Esta situación requiere que el sistema inmunológico se defienda, y todo lo que es defensa genera un desgaste importantísimo sobre el organismo y le resta energía al resto del funcionamiento mental y corporal, devolviendo una imagen hasta “atontada” de quien lo padece” dijo el destacado psicoterapeuta.
MAS INFO
La obesidad puede tener efectos negativos en la salud cognitiva, aunque es importante tener en cuenta que no es la única causa de deterioro cognitivo. Existen diversos factores que pueden contribuir al deterioro cognitivo, como el envejecimiento, enfermedades crónicas, lesiones cerebrales, factores genéticos y estilo de vida.
Sin embargo, se ha observado que la obesidad y el sobrepeso pueden estar asociados con un mayor riesgo de problemas cognitivos. Varios estudios han encontrado que las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos cognitivos, como el deterioro cognitivo leve y la demencia. La obesidad también se ha relacionado con un peor rendimiento en pruebas de memoria, atención y función ejecutiva.
Las razones detrás de esta asociación no están completamente claras, pero se cree que la obesidad puede afectar negativamente el cerebro de varias maneras. La obesidad se asocia con la inflamación crónica de bajo grado, que puede tener efectos perjudiciales en el cerebro. Además, la obesidad está relacionada con una serie de factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y el colesterol alto, que también pueden afectar negativamente la salud cognitiva.
Es importante destacar que mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, actividad física regular y un control del peso adecuado, puede ayudar a reducir el riesgo de problemas cognitivos relacionados con la obesidad. Además, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener una evaluación adecuada y recomendaciones personalizadas en caso de preocupación por la salud cognitiva.
