LA OBESIDAD INFLUYE EN CASOS DE MUERTE PREMATURA

Lo afirma el Dr. Máximo Ravenna basándose en un estudio publicado hace 48 hs por el “British Medical Journal” que alerta sobre la creciente epidemia de la obesidad e indica que los hijos de madres obesas tienen un 35 por ciento más de riesgo de morir prematuramente en la edad adulta.

En Escocia, los investigadores tomaron como muestra a 37.709 personas nacidas de 28.540 mujeres entre 1950 y 1976. Durante el estudio, estas personas tenían entre 34 y 61 años, y 6551 de ellas ya habían muerto por diferentes causas.

Sin embargo, lo sorprendente de los resultados indica que al dar a luz, el 21 por ciento de las madres tenía sobrepeso (un índice de masa corporal de entre 25 y 29.9 kg de más) y el 4 % eran obesas (un IMC igual o superior a 30 kg).

Según los investigadores, el riesgo de muerte prematura aumenta un 35 por ciento entre los adultos nacidos de madres obesas y un 11 por ciento en el caso de madres con sobrepeso, en comparación con los nacidos de mujeres con peso adecuado.

Asimismo, los adultos nacidos de madres obesas tienen 42 por ciento más de probabilidades de ser hospitalizados por problemas cardiovasculares como ser angina de pecho, infarto de miocardio, ataque cerebral, etc. Estos datos se corresponden directamente con la notable proliferación de la obesidad como pandemia en todo el mundo.

Al respecto, Ravenna alertó sobre la situación a nivel nacional y recordó que “según la última Encuesta de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud de la Nación, más del 60 % de los argentinos son gordos con un porcentaje promedio de exceso de peso que trepó del 14,6% en 2005 al 18% en 2009 y que actualmente ya corre por sobre los 20 puntos”.

Ante esto, el también miembro adherente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA) recomendó a quienes sufren esta enfermedad “reconocer el problema y tratarse inmediatamente para cortar con los malos hábitos y empezar a educarse en el marco de la alimentación y los ejercicios saludables, ya no sólo por la propia salud, sino, tal como lo marca esta nueva investigación, para prevenir en el futuro un desenlace fatal en nuestros hijos“.