La Particularidad de la Contradicción
Por Adrián Camps*
Para los socialistas, la contradicción está presente en todos los órdenes del proceso histórico.
Una contradicción es una unidad de contrarios; uno de ellos ejerce el papel dominante y otro es dominado. Ambos luchan entre sí; cuando se invierten los roles se da inicio a un nuevo proceso y aparece un nuevo contrario. El ejemplo más simple es el del día y la noche: Al amanecer se inicia el dominio del día; es la afirmación, el polo dominante. La noche que es el polo dominado, comienza a insinuarse por la tarde como posibilidad de cambio; luego pasará a ser dominante. La aurora anunciará el inicio de un nuevo proceso. Día y noche se sucederán mientras la tierra siga girando y subsista el sistema solar. ¿Quiere decir esto que todos los días y todas las noches son iguales? No; hay días fríos y cálidos, cortos y largos; una vez nevó en Buenos Aires y otro día, en abril, nos inundamos. Tampoco desde nuestra percepción personal los días y las noches son iguales; un día o una noche, nacimos; también recordaremos cuando iniciamos alguna relación amorosa y, en ciertos casos, cuando se terminó. Seguramente tendremos un recuerdo particular del día o la noche en que nacieron nuestros hijos (para aquellos que los tenemos). Cantidad de recuerdos almacenados en nuestra memoria contribuyen a la particularidad de la contradicción del día y la noche.
El próximo domingo habrá elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Desde que adquirimos la autonomía hemos tenido varios balotajes: Ibarra – Macri (2003); Macri – Filmus (2007 y 2011); cada uno de ellos ha tenido su particularidad.
El próximo domingo habrá elecciones y se elegirá un nuevo jefe de gobierno. El PRO gobierna desde hace 8 años; es la afirmación, el polo dominante, la continuidad, su candidato es Horacio Rodriguez Larreta. La ECO abre la posibilidad de iniciar un nuevo proceso, es el cambio; su candidato es Martín Lousteau.
Rodriguez Larreta y Martín Lousteau conforman dos polos de una contradicción. Carece de sentido decir que son lo mismo; uno es privatista y el otro defiende políticas públicas. Solo uno de ellos puede ganar; El resultado, en términos inmediatos, se dirimirá en pocos días. Cada uno de los votantes, con libertad y responsabilidad, deberá decidir si afirma el proceso del PRO, dándole un nuevo mandato para gobernar por cuatro años más la Ciudad de Buenos Aires, o decide abrir una nueva etapa votando a la ECO.
Si triunfa la ECO, pasará a ser la afirmación y se iniciará un nuevo proceso histórico. Otras fuerzas políticas, actuales o a constituirse le disputarán la jefatura de gobierno en el 2019. Podremos analizar entonces la particularidad de una nueva contradicción; así avanza la historia.
* Legislador porteño (Partido Socialista Auténtico – ECO) y Secretario Gral. del PSA de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
