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Las Cañitas de la Ciudad de Buenos Aires.

Las Cañitas de la Ciudad de Buenos Aires.

Turismo Cañitas: Migueletes y Olleros hasta Ortega y Gasset

Las Cañitas de la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los lugares porteños para caminar y hacer turismo. Ir sentarse y tomar algo con «amiges«, comer algo rico y visitar un rincón de la Ciudad que tiene una rica historia para contar.  Antes de la pandemia fue un lugar para ir a divertirse y pasarla bien. Luego de la Pandemia se esta reconfigurando. Delimitado por las avenidas Dorrego, Libertador y Luis María Campos, este “triángulo” de la ciudad de Buenos Aires.

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Las Cañitas: El Zorrito

Es uno de los más exclusivos, no sólo por su variada oferta gastronómica sino también por sus imponentes edificios de alta gama, que combinan diseño de vanguardia con las máximas amenities que se pueden ofrecer además de una exquisita vista al Campo Argentino de Polo.

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Las Cañitas: Construcciones y nuevos edificios




Las Cañitas era una antigua quinta que existió en esta zona hasta principios del siglo XX y se denominaba así por los cañaverales que abundaban en los bajos del arroyo Maldonado. La zona era inundable y comenzó a mejorar con la inauguración del Hipódromo Argentino (1876) y El Campo Argentino de Polo (1928).

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Las Cañitas. Una vista aérea

Las Cañitas de la Ciudad de Buenos Aires

El nombre de Las Cañitas proviene del hecho que en el actual predio del barrio existía una quinta llamada Las Cañitas, la misma estaba ubicada entre la actual Avenida Luis María Campos, y la Avenida del Libertador. La quinta existió hasta principios del siglo XX. Se llama así a la quinta por el cañaveral que había en los bajos del arroyo Maldonado.

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Las Cañitas: Edificios con pileta

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Las Cañitas: bares y fiestas. Ruidos molestos y la fiscalía ausente

El Camino de las Cañitas Ciudad

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Las Cañitas. Estacionamiento fuera de control de la Comuna 14. Otros que están ausentes desde siempre

Al costado de esta quinta existía un camino llamado popularmente El Camino de las Cañitas, dicho camino con los años se transformó en una avenida manteniendo el nombre originario, cambiando de nombre a Avenida Luis María Campos a través de una ordenanza municipal del año 1914, nombre que mantiene actualmente.

Cuenta la historia que el actual barrio de Palermo fue siempre epicentro de los sucesos más importantes de nuestro país. A finales del siglo XIX, el entonces presidente Nicolás Avellaneda legisló la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la declaró capital de la Nación.

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Las Cañitas: Cumpleaños en Las Cañitas

Los límites.  Las Cañitas

Los límites de aquella urbe eran muy distintos a los de hoy en día, en los escritos se describe que la sede del gobierno federal culmina al sur en el “Camino de Las Cañitas”. Existen varias versiones sobre el
origen del nombre, algunos aseguran que entre las actuales avenidas Luis María Campos y Libertador se emplazaba una quinta llamada Las Cañitas, otros afirman que se debe a las plantaciones de cañas que crecían en los bordes del camino y hasta se dice también que existía una pulpería donde los conductores de carretas se detenían a tomar una cañita. Luego de un decreto firmado en 1914, el “Camino de Las Cañitas” pasó a llamarse Luis María Campos.

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Las Cañitas: mucha fiesta los fines de semana.
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Las Cañitas

El siglo XX

Con el devenir del siglo XX y debido al gran crecimiento económico y poblacional, se lotea la zona y se construyó un complejo de monoblocks para las fuerzas armadas y el campo de polo llamado entonces Campo Hípico Militar.

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Las Cañitas

Debido a esto y también por la cercanía al Hipódromo, los stud no tardaron en instalarse. Además de los corralones donde se guardaban los caballos. Recién en 1937, con la apertura de la Iglesia de Santa Adela las calles empedradas de este barrio se fueron poblando.

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Década del  ´50

Ya llegando a la década del  ´50 el área era reconocida como una de las más tranquilas para vivir, por estar ubicado entre dos diagonales y tener poco tránsito.

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Las Cañitas: Av. Dorrego

Los vecinos eran habitués del Bar La Paloma para el vermut, de la lechería La Vascongada, hacían sus compras en el almacén de Don Manuel y los martes y jueves aprovechaban para recorrer la feria que se montaba sobre el Boulevard Chenaut.

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Las Cañitas Ascensor caído

Entonces podemos decir que Las Cañitas siempre existió y hasta aventurarnos a decir que, aunque actualmente sea una subdivisión de Palermo, fue anterior a este y tuvo una importancia histórica mucho más relevante.

La tranquilidad que caracterizaba a Las Cañitas se desdibujó.

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Ascensor. Los mejores vecinos

Hoy, la tranquilidad que caracterizaba a Las Cañitas se desdibujó. En la última década este moderno barrio emergió para ser hoy uno de los puntos más atrayentes del turismo y de la noche porteña.

Nuevos vecinos y los ruidos molestos.

Estas construcciones son habitadas en su mayoría por jóvenes, exitosos empresarios y artistas famosos que pagan elevadas sumas de dinero para tener su departamento en una de las zonas mas top de la city porteña. Conviviendo también con estudiantes extranjeros que encuentran en Las Cañitas todo lo que necesitan en unas pocas cuadras, sin necesidad de un automóvil estando en un punto neurálgico de la Capital Federal.

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El virtual rectángulo

En el virtual rectángulo que forman las calles Ortega y Gasset, Báez, Arévalo y Arce, se reparten los más de treinta locales gastronómicos con la más variada oferta de platos que van desde la tradicional parrilla argentina hasta el sushi, pasando por la comida típica árabe, griega, alemana y holandesa, entre otros. La vida nocturna en este barrio no conoce de pausas, sea el día que sea, uno puede encontrar restaurantes abiertos y llenos de gente. Además la mayoría de estos locales, suelen convertirse en locales bailables pasada la medianoche.

  El boom culinario

El boom culinario impulsó la apertura de diversos comercios, en su mayoría marcas reconocidas de indumentaria, que encontraron en el público de Las Cañitas un cliente exigente y vanguardista. Uno de los precursores de esto fue el shopping Solar de la Abadía, en Arce y Maure, que a pesar de ser uno de los centros comerciales más pequeños posee un encanto y una magia especial que obligan a recorrerlo. Será por sus pisos adoquinados y la arquitectura conservada de lo que fue antiguamente una fábrica de hielo seco llamada “Gas Carbo”.

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Maure y Migueletes funcionaba la antigua imprenta del Hipódromo.

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Parece ser que en este Buenos Aires del 2020, los barrios grandes se subdividen y pese a que Las Cañitas no es reconocido legalmente como barrio y tiene poca extensión, tiene una grandeza especial ya que alberga una zona conocida como La Imprenta, llamada así debido a que en Maure y Migueletes funcionaba la antigua imprenta del Hipódromo.

Cien años después este Camino de Las Cañitas vuelve a resonar y ser de importancia para los habitantes. Esta vez, mezclando lo que en el pasado lo hizo grande con las exigencias del presente y aún sigue
siendo un paso obligado ya no con carretas sino con autos.

Historia

A principios del siglo XX, luego de la eliminación de la quinta grande llamada Las Cañitas y otras quintas de la zona, se loteó el terreno y se construyeron monoblocks destinados a militares.

Las canchas de polo

Las canchas de polo son de principios de siglo XX, allí se encontraban las Sportiva y luego el Campo Hípico Militar, desde esas fechas datan los terrenos actuales, incluidos en Las Cañitas, del Campo Argentino de Polo.

Donde se encuentra actualmente la Sastrería Militar y la caballeriza de Clay, existían dos canchas de fútbol.

En el año 1937 comienza a edificarse la iglesia “Santa Adela” que fue construida en 2 años, ese terreno servía también de cancha de fútbol y en alguna temporada albergó algunos circos, como es el caso del Sarrasani.

  Época los corralones

Proliferan por esa época los corralones, existían diez entre las calles Arévalo y Maure, algunos donde se guardaban los caballos y los carros lecheros.

Por esa época muchos productos se vendían a domicilio, además de la leche, pollos, gallinas vivas, pavos y pavitas, frutas y verduras, también pasaban los famosos carros repletos de mimbre.

La recogida de basura se hacía a caballo. Por esa época pasaban dos líneas de tranvías, el 35 y el 36, que venían por la Avenida Santa Fe, Cerviño, y Avenida del Libertador.

  Dorrego y la calle Concepción Arenal

Entre la Avenida Dorrego y la calle Concepción Arenal había un bulevar de eucaliptos donde descansaban los jinetes, la misma tenía 10 metros de ancho.

Las calles eran en general de empedrado, aunque las calles Soldado de la Independencia y la calle Arce eran de tierra mejorada a la altura del Club Hípico. La vereda de la cancha de polo era de arena y la del Hipódromo de ladrillos. Había dos norias a caballo, una estaba en la calle Báez y Matienzo y la otra en la calle Migueletes, de allí se sacaba agua para el riego.

 Avenida Luis Maria Campos era “el camino de Las Cañitas”

En esos tiempos, la Avenida Luis Maria Campos era “el camino de Las Cañitas” y tomó la denominación actual en 1914, tiempo en que se lotearon los terrenos de la quinta y se construyeron los edificios militares de la zona, incluidos el Regimiento, la Escuela de Guerra, el Hospital Militar y los edificios residenciales.

Barrio marginal de caballerizas

El siglo transcurrió sin muchos cambios en este barrio marginal de caballerizas hasta la década del 90, cuando la vida nocturna de la ciudad encontró refugio en estas calles de los bajos de Palermo. Comenzaron por esa época a instalarse discotecas sobre la calle Báez y aledaños y a partir de allí los desarrolladores inmobiliarios le dieron vida a nuevos proyectos residenciales, en su mayoría apuntando a un público joven.

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Primero hagamos un poco de historia del barrio del que hablamos
“Todo lo que se llamó Avenida Vértiz a la altura del Hipódromo Argentino, era anteriormente pantanos y bañados: la instalación del hipódromo en la parte llamada Potreros de la Policía mejoró la zona, en donde las aguas llegaban a veces hasta Luis María Campos”.

“Palermo o San Benito de Palermo”

¿Cuándo se convirtieron los alfalfares en ese catastro irregular que avecina a un Scherer con un Murillo? ¿Qué fidedigno puede ser un plano que consigna, parco, “terreno denominado Pólvora del Comercio?

Había un parche de dudosas hazañas unas leguas más al sur, llamado “Tierra del Fuego”, que el propio Borges no olvidó celebrar. Ni qué decir de la saña sin metáfora de convertir el hogar en zoológico al rival político en retirada. Para cuando Buenos Aires fuera distinguida con el provisorio honor de ser capital de la República, uno de sus límites era, precisamente el borde sur de “Las Cañitas”, esa pesadilla sanitaria que fue el arroyo Maldonado. Estamos en 1867, y el otrora Palacio de Palermo, residencia del exiliado Brigadier Dn. Juan Manuel de Rosas, aparece ocupado por una Escuela de Artes y Oficios. Casi una década después, con una peste de cólera y otra de fiebre amarilla sobrevividas, la vida de Las Cañitas resulta tan hipotética como improbable. Y ya se había inaugurado el Parque 3 de Febrero.

El Sr. Vicente L. Casares pagaba el arrendamiento trimestral

Sabemos que para 1881 el Sr. Vicente L. Casares pagaba el arrendamiento trimestral por los terrenos del hipódromo fijado en la suma de pesos doscientos cuarenta y nueve con noventa y seis. Y que el saladero que aprovisionó a los cuarteles colorados asentados en la zona -y a las vecinas cuarteleras- fue loteado en favor del Ferrocarril Rosario y los Argerich, y los Bravo, los Fabre, los Alfil, los Alberti… Pero no fue sino hasta 1914 en que por ordenanza municipal el “camino de las cañitas” pasó a llamarse Luis Ma. Campos.

Hasta entonces eran célebres las carreras cuadreras que se realizaban a su vera, desvelo de la policía provincial de entonces. Y su territorio abrigaba una geografía pródiga en leyendas, abonada por las armas y herrajes que sin cesar se rescataban de los trabajos que su suelo flojo demandó siempre (dicen que desde el comienzo fue menester traer tierra desde Belgrano).




Sugerencias de enlaces 

Pasaje Voltaire, único de Palermo Hollywood.
El Barrio de «Villa Freud», «Palermo Sensible», «Palermo Psi» ó «Palermo Guadalupe».