aula escuela primaria

Las clases presenciales son inútiles y los papás piden volver a la modalidad virtual.

Las clases así no están dando resultados, horarios corridos, horarios que no encajan. EL zoom al menos tenía a todos los chicos a la misma hora en clase, hoy las decisiones de los Ministros y Ministras de Educación produjo que todo esté patas para arriba, la pésima planificación de los Ministerios de Educación, con las pésimas planificaciones de las Directoras o Directores de colegios públicos y privados, está demostrando que algo anda mal y los ministros se esconden detrás de los escritorios y no están dando la cara a los papas en plena vuelta al Colegio.

El sistema Escolar dejó de funcionar «in situ» presenciales y se debería volver a las clases por zoom. Ya son cientos de papás que ahora se dan cuenta que los horarios cortados son un desastre para las familias.

En cuanto  los docentes, Palermonline Noticias pudo saber que hay casos de docentes que están 20 minutos en un aula, 10 minutos en otra y 20 minutos en otra, conclusión «Es un desastre lo que planificaron desde el ministerio de Educación Porteña» «Nos tratan como empleadas de Mc donalds», le contó a este medio una docente de una escuela privada. Otra maestra, llamada Claudia de Palermo, muy enojada apuntó contra la Ministra Soledad Acuña, la Lic. en Marketing que se crió en Bariloche con un nazi, «ella tiene sirvientas que le limpian, tiene traslados con chofer, yo tengo que ira a dos colegios, uno a 20 cuadras y otro a 30 cuadras, no me pagan internet y me usan mi conexión para darle conexión a una escuela privada, la conexión se corta, y la gila de de la directora del colegio privado entiende que es mi responsabilidad, en el colegio estamos encerradas, no hay ventanas, nos vamos a contagiar todas., nos criticaron que no trabajamos el año pasado y fue el año que hemos trabajado más, para mi es mejor volver al zoom»

LA ESCUELA TRADICIONAL DEJÓ DE FUNCIONAR

Una hora diaria, una semana a la tarde y la otra a la mañana; un hijo lunes y miércoles y el otro martes y jueves; el nuevo ciclo lectivo impulsado por la modalidad que dejó el cierre de escuelas por la pandemia de coronavirus, obliga a madres y padres a hacer «malabares» para cumplir con el cronograma de clases, las tareas laborales y de cuidado.

En la ciudad de Buenos Aires, el ciclo lectivo comenzó el pasado 17 de febrero, si bien desde el Ministerio de Educación porteño se impulsó un protocolo marco, quedó en manos de cada escuela la organización del cronograma de clases, de acuerdo a la estructura, matrícula, especialidad y cantidad de turnos.

«Todos los chicos, todos los días», fue el slogan que repitieron funcionarios del Gobierno de la Ciudad hasta el hartazgo para impulsar el regreso de los niños y niñas a las aulas, sin embargo, esa consigna dista mucho de la realidad ya que hay escuelas que aún no lograron adaptarse a los requerimientos sanitarios para cumplir los protocolos y otras debieron armar cronogramas escalonados.

Alexandra Lopez, Presidenta de la Asociación de Medios Vecinales docente,  periodista y mamá de dos niños en edad escolar le dijo a este medio que «Es complicada la organización familiar cuando en la casa hay más de un niño y están en distintas etapas y en distintos colegios. Pero he participado de las reuniones virtuales de padres de los dos colegios y todos buscaron un equilibrio. En el jardín de mi hija menor organizaron para que los de jornada completa puedan ir en un solo turno y no alternar una semana y una semana y siempre acordando con el área primaria. Organizaron todo en función de los reclamos de los padres con más de un niño en distintos niveles. En el colegio de mi hijo mayor acordaron que vayan una semana y una semana pero que si por organización familiar se complica se los acompañará virtualmente. En nuestros trabajos nos acompañan para que podamos organizarnos como familia. Entiendo que no a todos les pasa. Las clases presenciales son importantes para la socialización y para la adquisición de conocimientos».  Alexandra  agregó que «para mi es importante que de todos lados pongamos nuestro aporte para que esto funcione. Si solo pienso en mi comodidad y no hago nada no va a funcionar y si el colegio no afloja los chicos no pueden responder. Es una tarea en conjunto», concluyó.

Testimonios que se repiten

A la escuela primaria número 3, Primera Junta, del barrio porteño de Caballito, concurren 900 alumnos, en dos turnos. «En un principio, como es un edificio grande de 800 metros cuadrados desde el Ministerio dijeron que podían asistir todos los chicos, pero con el protocolo en mano, era imposible», dijo a  Gabriela García Cedro, madre de una alumna de quinto grado de ese establecimiento.

En esa escuela se determinaron «nueve espacios pedagógicos, en bibliotecas, laboratorios, y lugares grandes: los estudiantes del primer ciclo (los primeros tres años de la primaria) asistirán lunes, miércoles y viernes y los de segundo, martes y jueves, esto durante el primer mes y el segundo mes rotan el cronograma, lo que se vuelve un caos para muchos», aseguró la madre y recordó que «hay familias que tienen hermanos, uno en cada ciclo».

«¿Cómo haces para llevar dos días a uno y los otros tres al otro? Tenés además que acompañar al que se queda en casa con las clases virtuales, prepararles la comida y encima trabajar, es imposible lograr un equilibrio», sentenció la mujer.

García Cedro es docente universitaria y ya le comunicaron «que el primer cuatrimestre las clases son virtuales, así que puedo trabajar desde casa, obvio con la nena dando vueltas, pero dentro de todo es un privilegio, hay gente que si lleva a los nenes al colegio en estos horarios cambiados no puede trabajar».

«Se complica mucho poder organizarse, no sólo por el tiempo que va a clase, sino por la semana que no asiste, por suerte pude arreglar para trabajar desde casa, pero trabajar con el nene dando vueltas también es difícil», agregó y remarcó que: «No se cuán positiva es una presencialidad así, sólo complica la organización familiar».

Las escuelas citadas funcionan en edificios antiguos, con aulas amplias, espacios al aire libre y con cooperadoras de madres y padres activos que participan y proponen tareas para el mantenimiento del inmueble, aún así, la consigna de todos los chicos, todos los días es imposible de realizar.

Palermonline consultó a Cristian Milano Presidente del Partido Justicialista de la Comuna 14 Palermo, y le comentó a este medio que «Todxs festejamos el inicio de las clases, pero en la ciudad de bs as tenemos un protocolo sanitario muy débil.  Hay escuelas que no están totalmente preparadas para que los alumnos puedan respetar 1,5 mts de distanciamiento, sabemos que hay docentes que están un rato en cada aula y eso puede producir contagios, aulas que no están preparadas y dictan clases al aire libre, los días de lluvia o frío, esas escuelas no dictarán clases? El Gcba realizó un protocolo que no es el mismo para todas las escuelas de la ciudad, cada una se maneja según sus posibilidades. Los padres de los alumnos, también tiene un grave problema y es el de verse imposibilitados de cumplir con sus obligaciones laborales, debido a que sus hijos, van a la escuela solo 1 o 2 horas, a veces a las mañana y otros días a la tarde, eso implica que las familias tengan que modificar sus rutinas diarias. También sabemos que el Gcba, no provee de insumos sanitarios a sus docentes, alcohol en gel, barbijos, guantes, etc.   En varias escuelas del barrio de Palermo, se les solicitó a los padres que colaboren con dichos productos, pongo como ejemplo a las escuela Amadeo Jaque, ubicada en la calle Soler al 3.800. Gracias a los docentes que son los que están poniendo el pecho para cuidar a nuestros hijxs en las condiciones que lo hacen.
Exigimos al Gcba que cumpla con los protocolos necesarios, para que nuestros hijos puedan estudiar como corresponde y como se viene realizando en gran parte del país».

Por otra parte, Marina es Contadora Pública, trabaja en una empresa de medicina todo el día y comentó que «No comparto la adjetivación… no las llamaría inútiles porque son útiles para socializar y aprender y a mis hijos les encanta ir al colegio a ver a sus compañeros y maestras y es mejor que verlos a través de una pantalla. En jardín es difícil lograr que se enganchen a una pantalla para tomar una clase por zoom porque se distraen. Es complicado el rítmo que propone el colegio de asistencia a clase… porque van 4 hs a la mañana y los otros días 2 hs a la tarde».

Bustos del Paseo de los Poetas en el Rosedal de Barrio de Palermo

Gabriel Garcia Marquez
Miguel de Cervantes
Alejandro Casona
Dante Alighieri
Giaccomo Leopardi
Gibran Khalil Girban
Ramón Pérez de Ayala
Miguel Ángel Asturias
José Martí
Jorge Luis Borges
Rubén Darío
Miguel Hernández
Julián Aguirre
Rosalía de Castro
Paul-François Groussac
Fernán Félix de Amador
Rabindranath Tagore
Amado Nervo
Antonio Machado
Federico García Lorca
William Shakespeare
Taras Shevchenko
Alfonsina Storni
Schólem Aléijem