Leer con criterio propio

Por Agostina Giannelli, Gte. de Marketing de SBS, www.sbs.com.ar

A partir de los nueve años los niños ya admiten y reconocen la existencia de opiniones diferentes a las suyas, eso los hace más abiertos a otras posibilidades. Además, tienen tendencia a preferir las historias realistas, dejando a un lado los cuentos de hadas. Piden que les expliquen las reglas de todo y aceptan que las palabras puedan tener diferentes formas de interpretación.

Hemos llegado a una etapa en la que los niños pueden leer solos y no es obligatorio que los textos vayan acompañados de imágenes para que sean comprendidos, aunque es mejor que presenten alguna imagen (preferiblemente en color) para reforzar la comprensión del texto.

Y, por fin, se les pueden ofrecer libros que incluyan capítulos, aunque es necesario un vocabulario de lectura fácil, con frases no muy largas.

La trama se puede desarrollar perfectamente en sitios bien definidos e incluso reales y narrar historias o acontecimientos protagonizados por personajes con los que les sea posible identificarse, siendo ideales las protagonizadas por niños de su edad.
El argumento debe ser ágil, coherente y completo (con un final definido), sin saltos en el tiempo. No es conveniente que los libros sean muy largos, es mejor que sea una historia breve que se pueda leer de un tirón.

En esta etapa, que se prolonga aproximadamente hasta los once, tenemos un sector mucho más amplio donde elegir ya que les puede interesar de todo, desde cuentos a novelas, pasando por obras de teatro para representar, cómics, poesía, libros informativos y mucho más.